Un final no apto para cardíacos. Así se puede definir la emocinante jornada del Valparaíso Cerro Abajo (VCA) 2013 vivida ayer.
La prueba de descenso urbano más extrema del mundo llenó de expectación a las más de 13 mil personas que llegaron a presenciar el evento.
El público se desparramó a lo largo del trayecto trazado para la competición, como en la Plaza Bismarck o en los alrededores de la excárcel por ejemplo, pero el grueso de los asistentes se concentró en la Plaza Aníbal Pinto, lugar en donde estaba ubicada la meta, el epicentro de la emoción en la prueba.
Y es que el descenso realizado en el Cerro Cárcel contó con aperitivos que alimentaron un show marcado por la competitividad y los peligros a flor de piel. Por una parte, los mejores riders mostraron sus armas y fortalezas desde las clasificatorias de la prueba y, por otro, exhibieron sus dotes técnicos realizando peligrosas piruetas en los saltos dispuestos por la organización.
De esta forma, no extrañó que más de algún exponente del Downhill se llevara la ovación del público apostado a lo largo del circuito. Sin duda, uno de los más aplaudidos fue Mauricio Acuña, campeón de la última versión del VCA, y uno de los chilenos que apostaban al título de esta nueva versión.
electrizante final
La definición del descenso urbano estuvo cargada de emoción hasta el epílogo. "Uno no puede confiarse ni un solo segundo", anticipaba en los días previos el campeón del 2012, "Taka" Acuña.
Y el corredor viñamarino no se equivocó en sus adverttencias, pues el colombiano Marcelo Gutiérrez se quedó con el título que el eslovaco Filip Polc ya veía en sus manos.
Gutiérrez marcó el mejor tiempo de las clasificaciones, lo que le dio el derecho a ser el último en salir a la final. En la gran definición, en la que participaron 30 riders, ya habían salido a la pista antes que el caribeño los chilenos Mauricio Acuña y Antonio Leiva, además del francés Cedric Gracia y el eslovaco Filip Polc, todos candidatos serios al título.
Los exponentes chilenos lideraron luego de sus respectivos turnos, pero fueron desbancados por el gran favorito Filip Polc. El europeo realizó la prueba en un tiempo de 2:31":082"". Los poco más de dos minutos que marcó parecían insuperables, más aún cuando los corredores que restaban cada vez eran menos.
Pero Marcelo Gutiérrez amagó el triunfo de Polc cuando ya nadie más podía hacerlo. El actual campeón panamericano de la especialidad marcó un crono de 2:31":004"", apenas unas milésimas menos que su contrincante del Viejo Continente.
Gutiérrez se llevó la gloria desde el Puerto en un final que hizo vibrar a todos los presentes. "Estoy muy satisfecho con el resultado que obtuve hoy, porque fue una carrera muy reñida contra competidores como Polc y los compañeros chilenos", expresó el colombiano finalizado su descenso.
Además, añadió en sus declaraciones que "lo más complicado fue vencer mis propios miedos, ya que la pista estaba peligrosa. Sabía que si cometía un error me mataba, así que tuve que pelear contra lo que temía, para eso ser positivo me ayudó mucho, porque de verdad estaba nervioso".
no hay "bi" para Acuña
El viñamarino Mauricio Acuña llegó hasta la Plaza Aníbal Pinto como una de las cartas nacionales con mejores opciones para adjudicarse la competencia. Pero "Taka" no pudo revalidar el histórico título que consiguió el año pasado. Tras las clasificatorias Acuña señaló que "estuve bien en la parte técnica, pero flojo en los pedaleos", un vaticinio que para la gran final le terminó pasando la cuenta.
El rider local se quedó sin físico en la parte final, como él mismo reconoció. "El año pasado, como venía de una lesión, entrené más la parte física que la técnica, ahora hice lo contrario, estoy más flojo y eso me ha pasado la cuenta".
"Si hubiera ganado habría sido buenísimo e increíble. Así que hay que trabajar harto para poder estar peleando por ganar esto todos los años", expuso Acuña.