"Los porteños no saben lo que tienen hasta que lo pierden"
Valparaíso. Director del Instituto de Geografía de la PUCV vio cómo el fuego arrasó con su casa ubicada en el cerro La Cruz.
Por años el geógrafo y director del Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Luis Álvarez, ha venido advirtiendo los riesgos que corre la Ciudad Puerto en su parte alta, debido a esta aún mal entendida convivencia entre naturaleza y precarias zonas pobladas que crecen sin control en sectores altamente vulnerables ante la ocurrencia, por ejemplo, de un gran incendio.
Hoy, tras el siniestro que destruyó más de 2.500 casas y que ha causado la muerte, hasta el momento, de 15 personas, vuelve a insistir en aquello, pero ahora también como uno de los 11 mil damnificados que dejó esta catástrofe. El destacado académico porteño perdió su vivienda, ubicada en la calle El Vergel del cerro La Cruz, que pese a ser sólida no pudo sortear la fuerza del fuego.
"Yo creo que si entendiéramos todos los riesgos a los cuales está sometida la ciudad, quedaría bastante claro que el gran problema y riesgo ambiental es natural y tiene que ver con los riesgos que generan los incendios forestales. Si sumamos los muertos de ahora más los fallecidos de los últimos 40 años tendríamos unas 38 personas que han perdido la vida en incendios forestales, cosa que ningún terremoto, ningún aluvión y ningún tsunami ha generado en Valparaíso", aseveró.
"ESE NO ES EL PROBLEMA"
Por ello advierte que "cuando uno ve que las políticas de mitigación de riesgos están vinculadas a programas de alertas de tsunami, grandes operaciones de evacuación... ese no es el problema, porque eso técnicamente opera sobre una tsunami que ocurrió hace 300 años, sabiendo que nosotros cada ocho meses tenemos consumadas una cantidad de vulnerabilidades que hacen posible que un incendio se propague".
En relación al siniestro que comenzó el sábado, Luis Álvarez explica que se dieron tres factores que facilitaron la generación de las llamas y su rápida propagación. "Cuando tenemos 30 grados de temperatura, 30 nudos de viento suroeste y la humedad disminuye a menos del 30%, nuestro entorno natural se hace extremadamente vulnerable, y solo un descuido o un accidente basta para que se gatille lo que hemos visto".
Y si bien aclara que esa amenaza no podemos controlarla, "sí podemos manejar nuestra vulnerabilidad, y nuestra vulnerabilidad más terrible es tener nuestros entornos silvestres arruinados, y es ahí donde se incuban los incendios".
TESTIGO DE UNA TRAGEDIA
Cuando comenzó el siniestro forestal en la parte alta de Valparaíso, el director del Instituto de Geografía de la PUCV se encontraba visitando junto a su hijo de 7 años la fragata argentina "Libertad", que permaneció en el puerto el fin de semana en el marco de la regata "Velas Latinoamérica".
El paseo terminó abruptamente y por la magnitud del incendio debió quedarse en el plan de la ciudad viendo de forma impotente cómo las llamas arrasaban su hogar.
"El incendio empezó a consumir una masa de oxígeno y como tenemos esos 30 nudos de viento suroeste se generó un soplete que apuntó a Valparaíso, por eso la ciudad se inflamó. Mi casa se quemó de adentro, fue una hoguera, se deben haber registrado unos 1.500 grados. Todo se esfumó, toda mi biblioteca se esfumó, los cerámicos se recocieron", relató con evidente impacto.
"ME SUPERÓ VALPARAÍSO"
Consultado si ahora se abocará a la tarea de reconstruir su vivienda en el cerro La Cruz, su respuesta fue categórica: "No voy a volver, me superó Valparaíso", añadiendo que "los porteños" no saben lo que tienen hasta que lo pierden", palabras que hacen clara alusión a las nulas medidas que se han tomado para evitar este tipo de tragedias.
"Qué sacamos con buscar culpables si se ha desarrollado una cultura urbana que se ha ido desprendiendo del territorio, no tiene arraigo, por eso no hay resiliencia y eso es sobreponerse a la adversidad aprendiendo de ella", precisó.
"Qué sacamos con buscar culpables si se ha desarrollado una cultura urbana que se ha ido desprendiendo del territorio"
Luis Álvarez
Director del Instituto de Geografía de la PUCV, quien perdió su casa ubicada en el cerro La Cruz