El filme "Sophie Scholl, los últimos días" exhibida en la Cineteca PUCV fue la cuarta película del Ciclo de Cine organizado por la Facultad de Filosofía y Educación de PUCV. La cinta se basa en hechos reales: un grupo de jóvenes universitarios recurren a la resistencia pasiva como única vía efectiva para combatir a los nazis.

1.- José Urrejola, Josefina Valdés y Matías Bravo.

2.- Giselle Rojas y Miguel Caroca.

3.- Marcelo Valdés, Érika Bonilla y Carlos Carvacho.

"Esta disciplina surge porque el hombre ya no es capaz de analizar y hallar soluciones manualmente. Tenemos que pasar por las computadoras sí o sí. De hecho, uno puede descubrir nuevos fenómenos no sólo físicos, también sociológicos incluso, simplemente manejando bases de datos", aseguró la coordinadora de la nueva mención Computación Científica que ofrecerá el programa académico de Licenciatura en Física de la Universidad de Valparaíso (UV), Amelia Bayo, doctora en Astrofísica y académica del Instituto de Física y Astronomía (IFA).

De este modo, a partir de 2016 los nuevos estudiantes buscarán aplicaciones prácticas a fenómenos reales, y a su vez construirán y mejorarán modelos o simuladores utilizando computadores con el fin de realizar estudios y pruebas para asistir, facilitar y ayudar en el trabajo de distintos profesionales.

EN LA PRÁCTICA

Si bien en Chile se han desarrollado algunos cursos vinculados a la computación científica, éstos se asocian a carreras de las áreas de la informática y la ingeniería. A diferencia de la oferta actual, esta licenciatura de 4 años contempla la formación en física y técnicas numéricas, cuyo horizonte se centra en la aplicación de modelos para recrear, analizar y representar hechos o condiciones de la vida real, como los efectos del calentamiento global.

"Otro ejemplo de la relevancia de la computación científica -agrega Bayo- se da en la astronomía, donde antes uno tenía su objeto favorito y lo observaba mil veces para acabar aprendiendo más sobre él. Ahora se hace un "survey" (relevamiento), es decir, se cubren grandes áreas del cielo de manera homogénea, alcanzando a millones de objetos. Como la capacidad humana no puede analizar tal cantidad de imágenes, tienes que tener un algoritmo automático que haga ese trabajo por ti", concluye.

Un taller de arteterapia dirigido a los pacientes del Hospital Psiquiátrico del Salvador de Valparaíso realizaron las académicas Ximena Ponce (UPLA) y Mónica Gutiérrez (UV), con el objetivo de fortalecer la inclusión social de las personas con problemas de salud mental que se atienden de forma ambulatoria en los dos recintos de día con los que cuenta este establecimiento de salud porteño.

"La experiencia de trabajar con personas con discapacidad mental es complejo dentro de lo social, porque no son incluidos. Lo que hicimos con Mónica fue que los pacientes se validen y sean capaces de insertarse en un contexto a través del arte y así puedan sentirse parte de esta comunidad y no fuera. Creo que este es un camino que adquiere una rentabilidad desde el punto de vista cualitativo, en el sentido que mejora la calidad de vida de un individuo y que evita efectos colaterales que los medicamentos no solucionan", dijo Ponce.

"Este proyecto lo ejecutamos y trabajamos una vez a la semana, durante tres meses, con técnicas básicas enseñadas en ese periodo, pero fundamentalmente entregamos orientación y apoyo durante todo el proceso, dando a entender que el arte tiene otras áreas donde se puede explorar, no solamente desde el aspecto artístico educativo, sino que también terapéutico, que ayuda a sanar o mejorar a los pacientes a través de la expresión artística", puntualizó la profesora UPLA.

METODOLOGÍA

El proyecto "Arte, salud mental e inclusión social", financiado por el Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis), surgió de la inquietud de la Agrupación Nacional de Usuarios de Servicios de Salud Mental (Anussam), quienes en conjunto pensaron en el arte como una herramienta de expresión para fortalecer la autoestima y autonomía, y potenciar el empoderamiento de los pacientes respecto a su condición de salud mental y psicosocial.

Así, el coordinador del proyecto y psicólogo del Senadis, Andrés Salas, indicó que esta iniciativa se desarrolló entre los meses de febrero y abril de 2015 y fue pensado para 15 usuarios inicialmente. "Algunos fueron quedando en el camino, pero la mayor parte de ellos logró generar una carpeta individual de trabajo, notas de audios y testimonios grabados respecto a la realización del taller".

Finalmente, los trabajos de los participantes fueron exhibidos en la Sala Rubén Darío de la Universidad de Valparaíso con la presencia de sus familiares y los responsables del proyecto, quienes evaluaron positivamente el taller y se comprometieron a presentar nuevas iniciativas de esta índole y en la misma dirección a futuro.