Rodrigo Navarrete N.
"Si uno revisa el trabajo que hace el astrónomo dirá que es bastante aburrido, puesto que nuestro trabajo consta en ver imágenes y hacer análisis matemáticos". De esta manera, el astrónomo e investigador del Instituto de Física y Astronomía de la Universidad de Valparaíso (UV), Claudio Cáceres, aclara el trabajo que diariamente realiza junto a sus colegas, dejando de lado la visión que tienen algunas personas respecto a su labor.
"La verdad es que si a una persona le preguntas qué es un astrónomo, inmediatamente se imaginan a una persona pegada a un telescopio mirando hacia el cielo, pero en realidad la cosa no es así, no tiene nada que ver con eso", afirmó el científico de la UV.
Agrega que "normalmente, lo que uno hace es mirar por un tiempo a través del telescopio, en el que se observa el objeto por el cual se está interesado y luego éste entrega los datos. Posterior a eso, el astrónomo descarga esa información en la computadora y comienza con el análisis de esos datos. Por tanto, la mayor parte del tiempo estamos analizando información".
"Es tirarse a la piscina"
Claudio Cáceres lleva más de seis años vive en la comuna de Concón y ayer participó en una conferencia en la que, junto a un grupo de científicos, dio a conocer el hallazgo de huellas de un nuevo planeta en formación, el que -según ellos- estaría ubicado a más de 650 años luz.
Para él, entrar al mundo de la astronomía fue "una verdadera apuesta", ya que siempre tuvo la inquietud de dedicarse a la ciencia, pero reconoció que llegado el momento de postular a la universidad "me dio un poco de susto".
"Desde muy chico que siempre me gustó explorar, me gustaba investigar cosas, ya que siempre fui muy curioso. Cuando tenía 10 años comencé a entender mucho más lo que era la física y la astronomía. Fue ahí cuando me di cuenta que esto era lo que me gustaba. Eso sí, debo reconocer que fue una apuesta arriesgada, simplemente es tirarse a la piscina. Me arriesgué con la astronomía y la verdad es que hasta ahora no me arrepiento de la opción que tome. Estoy muy feliz con lo que he logrado en estos años", sostuvo.
Asimismo, el astrónomo afirmó que pese a lo que se pueda creer "no estamos todo el día pegado en esto", sino que "hacemos un trabajo de oficina como cualquier otro, es decir, desde las 9 de la mañana hasta las 6 de la tarde". Sin embargo, aseguró que hay ocasiones en que no se duerme por varios días.
"A veces el tiempo de trabajo se extiende, sobre todo cuando en un período cercano al tiempo en el que tendremos la opción de usar el telescopio, ya que el trabajo de armar una propuesta para poder usar este instrumento es muy arduo, en donde perfectamente podemos pasar varias noches trabajando. Pueden ser tres o cuatro días sin dormir. Pero todo depende de la labor que estemos realizando", afirmó el astrónomo.