"El estado de conservación patrimonial de Valparaíso es calamitoso"
INFORME. Experto advierte que, más allá de los proyectos conflictivos, la ciudad requiere un compromiso de todas las instituciones para que el sitio recupere una condición aceptable para los estándares internacionales.
Junto con el diagnóstico respecto a lo que significará para el sitio patrimonial de la ciudad la construcción de los dos proyectos emblemáticos en el borde costero, la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam) encargó al experto colombiano Juan Luis Isaza que el Estudio de Impacto Patrimonial (EIP) también se pronunciara sobre el estado del área histórica de la ciudad puerto de Valparaíso, inscrita en la lista de Patrimonio Mundial el año 2003.
"Fue una solicitud expresa de Ángel Cabezas (director de la Dibam), que me dijo 'haz una radiografía lo más real y objetiva, aunque se revele que hay problemas serios'", explicó el arquitecto de amplia experiencia profesional en su país y el extranjero.
En esa línea, lo primero que aclara Isaza es que la presencia de este territorio en particular entre los escogidos por la Unesco responde a una condición especial que, por ejemplo, no involucra temas de patrimonio cultural inmaterial. "Las razones son claras. Valparaíso es un testimonio excepcional de la fase temprana de globalización a fines del siglo XIX, cuando se convirtió en el puerto líder de las rutas marítimas de la costa Pacífico de Sudamérica y ése es el valor excepcional del sitio y eso amerita que esté en la lista del Patrimonio Mundial", sostiene, y agrega que tampoco tiene que ver con un tema de paisaje cultural. "No se inscribió bajo la categoría de paisaje cultural, no se inscribió considerando el criterio VI que habla de manifestaciones, de hechos asociados a la literatura o al arte o a la historia que sean de especial relevancia. No está inscrito bajo ese aspecto".
- En esa línea, ¿usted hizo un análisis detallado en referencia a qué está y qué no está en el sitio patrimonial?
-Hay que decir (como ejemplo) que lo que está inscrito es la mesa y no lo que está en la alfombra. Y uno no puede, a partir de la mesa, pretender que toda la habitación ha sido declarada Patrimonio Mundial. Allí hay un tema muy importante de precisión. Mucho de este estudio de impacto patrimonial se remite a las fuentes. En su momento para esa inscripción, el año 2003, el Estado chileno, como signatario de la convención de Patrimonio Mundial, elaboró un expediente que está perfectamente reglado también. El expediente de nominación es un gran documento en el que Chile autónomamente expone las razones por las cuales un sitio como el área histórica de la ciudad de Valparaíso puede ser Patrimonio Mundial. Y entre otras cosas expone ese valor universal excepcional. Ese documento inicial de referencia es fundamental, porque después de allí en adelante uno puede imaginar un montón de cosas.
TOQUE DE ALERTA
- Ahora, por lo que uno ve, da la impresión que, independientemente que se hagan o no estos proyectos (T2 y Puerto Barón), Valparaíso tiene una situación muy precaria desde el punto de vista patrimonial que también puede hacer perder la condición de sitio patrimonial..
- Por supuesto que sí. Ahora, esa lista de Patrimonio Mundial en peligro no hay que asumirla como un castigo, sino que como una oportunidad. Por supuesto que sí hay un sitio donde hay una responsabilidad única e indelegable del Estado chileno frente a la comunidad internacional, donde yo me comprometí como Estado a mantener esto en buenas condiciones. Si eso va perdiendo sus condiciones, cualidades, etc., es evidente que en algún momento habrá un llamado de atención; y si se acumulan y no hay respuestas fehacientes, probablemente el paso siguiente es la inclusión en la lista mundial de patrimonio en peligro.
- Más allá de los proyectos en cuestión, ¿cuáles son las situaciones que más le preocuparon en este análisis sobre Valparaíso?
- Estos dos proyectos se suman a las condiciones del sitio de Patrimonio Mundial que actualmente presenta unas muy desfavorables condiciones de conservación y gestión con la evidencia de abandono y un muy avanzado y continuo deterioro, sin contar con un plan de gestión, lo cual evidentemente va en desmedro del valor universal excepcional. Resulta fundamental señalar que las condiciones actuales del sitio no son imputables a la EPV ni a sus concesionarios, pero hacen más drásticos los impactos de las obras planteadas requeridas para su competitividad, crecimiento y desarrollo.
- ¿Y a corto plazo esto puede cambiar?
- Dentro del panorama expuesto a lo largo de este EIP y teniendo en cuenta las dinámicas, estructuras y políticas existentes, es difícil augurar a corto plazo un futuro mejor para el sitio patrimonial de Valparaíso. Las condiciones son adversas y críticas y el estado de conservación actual del sitio es muy deficiente, llegando a ser calamitoso en ciertos lugares. Sin embargo, la implementación de una solución estructural sugerida en el estudio consistente en la formulación de un plan de gestión y la creación de un ente gestor, puede contribuir de manera rápida, eficaz y eficiente a revertir los mismos.
- Y entonces, ¿qué se necesita?
- Se requiere un altísimo compromiso por parte de todas las instituciones del Estado, de todos los niveles, para que el sitio recupere un estado de conservación aceptable dentro de los estándares internacionales y regionales, así como el esplendor que justificó su inscripción en la lista de Patrimonio Mundial. De no hacerlo ahora, en consideración del presente EIP, las consecuencias en ámbitos diversos y particularmente en el patrimonial pueden llegar a ser graves e irreversibles. El Gobierno de Chile seguramente se debate todos los días en sus compromisos como Estado parte que libre y soberanamente ratificó la convención sobre la Convención de Patrimonio Mundial, cultural y natural de 1972 (...) Alentamos al Gobierno de Chile para que tome decisiones contundentes, drásticas e inaplazables que permitan mantener dicho sitio en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco y mejorar a la vez la calidad de vida de los habitantes. Esperamos que este EIP con sus análisis críticos y a veces descarnados pueda contribuir a la búsqueda de soluciones y a la construcción colectiva de un futuro mejor.
- ¿A usted no le llegó en algún minuto el Plan Director Patrimonial de Valparaíso?
- Conozco lo que se ha avanzado en el Plan Director Patrimonial de Valparaíso. Estuve reunido con la Municipalidad, con los consultores que lo están haciendo, con Paulina Kaplan y todo su equipo. Es decir, plan hasta el momento del cierre de este documento, que fue en abril de 2016, no hay. O sea, es un plan que está en formulación. En el informe también se dice que van 13 años en la formulación de ese plan y se dice que va a estar o que está la primera etapa, se está iniciando la segunda, o que ya viene, va a ser magnífico, pero no hay plan. Es como la Atlántida, que todo el mundo habla de ella, pero nadie la conoce.
- Pero acá se presentó...
- Entiendo que la semana pasada o en estos días se finalizó. Hablando con Ángel Cabezas, decía que ellos como Consejo y como Dibam no conocían el plan. Entonces, también hay allí un proceso de revisión, de discusión de este plan o corrección si lo amerita. Ahora, ese plan debe ser también enviado a la Unesco por incluir un sitio de Patrimonio Mundial. Es decir, hay documentos pero si me preguntas hoy en día si hay plan o no, te digo que no (...) Hay un montón de esfuerzos, de estudios y de etapas que supuestamente están cumplidas. Yo vi cosas bastante avanzadas, pero reitero si la pregunta es si hay o no plan, no hay plan.
- Pareciera que hay una serie de normas que entran en colisión y una serie de instancias de aprobación en distintas etapas que terminan más por perjudicar que beneficiar el tema patrimonial...
- Es decir aquí hay un montón de actores, de muy distinta naturaleza, públicos y privados, y sobre todo los públicos tienen un mandato generalmente por ley, una misión y autónomamente hacen ejercicio de esa misión y de esa autoridad que le imprime la ley para tomar decisiones, pero éstas no son articuladas en ningún sentido. Uno dice una cosa, el otro sale con otra, es decir, eso no se teje, no se articula.
- ¿Qué hace falta entonces?
- Acá se señala muy claramente que no hay un plan de gestión, con lo cual no hay un norte. Entonces, cualquier cosa que se haga, y uno lo ve como un peatón con el ojo relativamente entrenado, que se hacen un montón de cosas, son pequeños parches, pero uno no aprecia que exista un proyecto integral de mejoramiento del espacio público o de mejoramiento de viabilidad o circulación vehicular del área histórica, uno no ve que haya un proyecto grande de consolidación de vacíos urbanos que se han ido generando por accidentes y tristes demoliciones.
- ¿Falta un accionar integral?
- Falta una integridad, falta un plan. En la medida que yo tenga un plan que contemple programas y proyectos hace todo más ágil. Entonces, por ejemplo, si la seremi tiene un proyecto u otra cosa, pues vamos a utilizar ese plan para darle un lugar en el marco de un norte concreto.
- ¿Qué sugiere respecto a las instituciones, porque por una parte está el Estado, el municipio o las instituciones privadas?
- Lo que básicamente acá se define son tres cosas: la necesidad de tener un plan, un plan operativo y claro que marque pautas y lineamientos; y tiene que haber un ente gestor que sea capaz de aplicar ese plan y de llevarlo a cabo. Ya sea el municipio, la Intendencia, una fundación, no sé, de capital privado o mixto, sobre eso hay muchos ejemplos en el mundo y muy exitosos. Por ejemplo, el fideicomiso del centro histórico de la Ciudad de México que es un ente fundamentalmente privado y que tiene la posibilidad de recibir fondos públicos y privados, pero esas cosas se construyen a partir de la legislación y la medida de cada lugar. No hay una regla mágica.
- Habrá que buscar una nueva fórmula para Valparaíso entonces...
- Acá lo digo claramente y a lo mejor de una manera muy dura. No me cabe duda que la Municipalidad de Valparaíso hace sus mayores esfuerzos, pero desde el punto de vista patrimonial la labor es ineficaz e ineficiente, considerando el estado de conservación del sitio. En muchos lugares es la administración municipal la que maneja el sitio, pero a lo mejor hay que replantear las cosas y dotar de mayores equipos técnicos, humanos, mayor presupuesto o una ordenanza municipal que sea suficientemente clara para que se pueda aplicar. Yo no estoy diciendo que sea o no sea, habrá que mirar cuál es la naturaleza de ese ente gestor, pero es evidente que se debe crear.
- Cuando usted pasea por este sitio patrimonial en la actualidad, ¿qué reflexión hace?
- Me da... a ver, no solamente a raíz de este estudio he visitado la ciudad. Yo he venido a Valparaíso en varias ocasiones desde hace 17 años. De hecho, estuve acá a los pocos días del incendio en calle Serrano. De hecho, aún humeaba. Yo noto y percibo cada vez más deteriorado a Valparaíso y una mayor ausencia de Estado respecto a la gestión patrimonial de Valparaíso. A mí, personalmente, me da una profunda lástima. Creo que Valparaíso tiene enormes valores patrimoniales. Cuando vi este edificio quemado al lado del Mercado Puerto se me encogió el alma.
- Si el Estado se hubiese preocupado de cuidar esta área de conservación de manera efectiva, el tema del T2 y Puerto Barón se habría resuelto quizás de manera más expedita...
- Si hacemos una analogía, es muy distinto hacer una cirugía de cadera para poner una prótesis en un muchacho de 18 años y deportista que en una señora de 90 años que está llena de osteoporosis, siendo la misma intervención. Las consecuencias y los riesgos para ambas personas son muy distintos.
- Pero el Estado tiene que tomar una decisión en ese sentido...
- A ver, allí hay varios temas. Por una parte, la responsabilidad primera y última del sitio de Patrimonio Mundial es del Estado chileno y no de la Municipalidad de Valparaíso. De hecho, la Unesco no tiene como interlocutores a los alcaldes, gobernadores o intendentes, sino que a los Estados. En ese sentido, digo que las acciones del Estado chileno han sido tibias. No puedo decir que no haya hecho nada porque ha hecho un montón de cosas. Quizás han faltado acciones más contundentes, efectivas.
- Ahora, el Estado es responsable del sitio histórico, pero también del desarrollo portuario...
- Lo que yo pienso y argumento es que el Estado es sólo uno y no es un monstruo de mil cabezas. Entonces, la mano derecha tiene que hacer lo que hace la mano izquierda. No puede ser que la mano derecha haga cosas y no lo sepa la mano izquierda o el pie. Yo insisto en que ambas cosas son compatibles: mejorar la competitividad del puerto y garantizar la conservación del sitio son posibles. No tiene que ser lo uno en sacrificio de lo otro.
- Si uno revisa la historia, el Estado prefiere lo que le da un rédito económico a aquello que le significa un gasto, como en este caso la conservación patrimonial. ¿Está de acuerdo?
- Es relativo, pensemos en un caso. Veamos lo que generan en Italia o México los temas de patrimonio cultural. Probablemente la conservación de esos sitios sea oneroso para el Estado y no lo ponga en duda, pero ¿cuánto retornan esos sitios de Patrimonio Mundial y de patrimonio en general después en la economía?
- Entonces, ¿es una oportunidad que se abre en Valparaíso?
- Yo entiendo que no podemos seguir viendo el tema patrimonial como un lastre, sino como una enorme oportunidad. Es decir, que Valparaíso tenga un área histórica inscrita en el listado de Patrimonio Mundial es como si tuviera petróleo. Es un recurso importantísimo que, en el sentido más amplio, el saberlo explotar puede mejorar enormemente la economía no solamente de esta ciudad, sino de toda la región. Piensa por algún momento lo que significa Machu Picchu para Perú. Seguramente cuesta mucha plata, pero es una caja registradora que no para. Hay enormes oportunidades. Hay que buscar los puntos de equilibrio, tú no puedes sacrificar una cosa en aras de la otra.
- Pero como usted señala, es necesario que exista una coordinación para que los esfuerzos sumen y no se desvanezcan...
- Hay que ver cómo distintas instituciones, personas naturales o jurídicas toman decisiones inconexas. Tú tienes determinadas competencias, tú tienes otras, por allá hay otras y cada quien actúa. El problema es que nunca nos sentamos a conversar y mirar. A ver, por ejemplo, alguien dice 'hombre, hay que ampliar el puerto'. Pero ante eso hay que tener ojo con la zona patrimonial, ojo con los edificios que se están construyendo en el anfiteatro, ojo con la accesibilidad y el transporte, con los servicios que se están construyendo en el anfiteatro, ojo con la accesibilidad y con el transporte en Valparaíso, es decir, una mirada más amplia y más holística de planeación urbana y de planeación de ciudad, es decir cuál es el Valparaíso que queremos para los próximos 30 años. Creo que nadie está pensando en eso.
"No me cabe duda que la Municipalidad de Valparaíso hace sus mayores esfuerzos, pero desde el punto de vista patrimonial, la labor es ineficaz e ineficiente, considerando el estado de conservación del sitio" "Que Valparaíso tenga un área histórica inscrita en el listado de Patrimonio Mundial es como si tuviera petróleo. Es un recurso importantísimo que, puede mejorar la economía no solamente de esta ciudad, sino de toda la región"
"El informe ya ha generado remezones"
Sobre las expectativas que tiene acerca del documento que entregó ayer al intendente y al alcalde, el colombiano Juan Luis Isaza espera que el EIP haga reaccionar a toda la comunidad de Valparaíso. "Me gustarían varias cosas. Diría que ese informe ya ha generado ciertos remezones y, probablemente, a partir de hoy (ayer), habrá otros cuantos. Ya eso me parece tremendamente positivo. Eso no quiere decir que yo sepa más o menos que cualquier chileno, pero tengo una condición que es particular y es que al que viene de afuera generalmente le crees más y eso lo he sabido aprovechar positivamente a favor en última instancia de la ciudad y de la habitabilidad de los porteños del sitio patrimonial mundial. El que algunos hagan un mea culpa me parece que es súper positivo. Ahora, ¿qué puede pasar con esto? Por lo que yo he oído, la disposición que veo y el interés que se le ha puesto, creo que vienen cosas muy positivas para Valparaíso".