Analistas coinciden en que baja del Gobierno en sondeos es irremontable aun con un cambio ministerial
ESCENARIO. Pablo Lira y Marco Moreno también creen que polémicos dichos de Jorge Burgos, que dio por muerta a la NM, reflejan sentir de quienes apoyaron las reformas solo para seguir en el poder.
Las declaraciones del exministro del Interior, Jorge Burgos, quien le puso una lápida al futuro de la Nueva Mayoría - tesis a la que rápidamente se sumaron los senadores Ignacio Walker y Andrés Zaldívar- no sólo reflejan el sentir del "principado" de la DC, sino que dan cuenta de la gravedad de la crisis que vive el oficialismo -Gobierno y liderazgo presidencial incluido- según coinciden los cientistas políticos Pablo Lira y Marco Moreno.
En lo que no coinciden es si un cambio de gabinete puede ser, a estas alturas, un salvavidas político. Así, mientras para Lira no tendría ningún efecto concreto, porque en las encuestas la ciudadanía ya se ha manifestado, Moreno considera que todo dependerá de la magnitud del cambio. Si es sólo administrativo, no tendrá efecto mediático, pero si es de fondo y busca ganar la presidencial, sí puede ser una herramienta comunicacional potente. Eso sí, en ambos escenarios Moreno recalca que Nicolás Eyzaguirre tiene que salir del gabinete, a menos que vuelva a Hacienda, donde, subraya, "es la única cartera en la que se le ha visto cómodo".
Destitución ciudadana
"Si analizamos los datos duros de evaluación del Gobierno tenemos récord en el rechazo, según la Adimark y récord de baja aprobación según la Cadem. A la Presidenta le ha faltado, y al parecer es un rasgo político de ella, tomar decisiones. La ciudadanía ya destituyó simbólicamente a la Ministra Blanco con la baja aprobación histórica que tuvo", sentencia Lira.
"A eso se suma el que el Gobierno haya tenido problemas en sus principales reformas; problemas de diseño y de la implementación sumado a la baja participación en los cabildos del proceso constituyente con alrededor del 0,6% de los inscritos".Respecto a la críticas de Jorge Burgos, a juicio de Lira grafican el fracaso del Gobierno y de su coalición. "Tenemos a una Presidenta desconectada de la ciudadanía y de la Nueva Mayoría, con pánico de tomar decisiones. Siento que ella en cierto sentido ha tirado la esponja cuando aún le queda un 40% de tiempo por gobernar y esto se refleja en cómo se ha acelerado la carrera presidencial, especialmente en la NM. Estamos claros que Lagos está corriendo y también Isabel Allende donde el ministro Díaz parece casi su generalísimo", subraya.
Respecto a los efectos de un ajuste ministerial, Lira señala que "tras el caso Caval la Presidenta, al decir que se había enterado por la prensa, perdió la confianza de la gente, su principal atributo y eso ya es irrecuperable. Por eso revertir el tema de la aprobación es prácticamente imposible".
El cambio de gabinete, agrega, "sólo serviría para poner en orden un poco el desaguisado interno. Es preocupante la falta de liderazgo y de verdad que estamos ad portas del fin de la Nueva Mayoría. Hay una pugna interna entre la DC y el PC, de lo que también dan cuenta las declaraciones de Burgos, que también van por el lado de encarrilar la opción presidencial del Lagos que dista mucho de aglutinar a sectores progresistas del PPD y del PC".
Reconoce que las críticas de Burgos sorprenden y parecen casi "una contradicción vital" al cuestionar aun gobierno del cual fue parte lo que "demuestra que había un sector que no quería las reformas pero las avalaron para volver al poder".
Señal política
A juicio de Moreno, en tanto, "las reformas están marchando de manera inercial, o sea, están siguiendo su curso bien o mal, y el gobierno no tiene ningún espacio para revertir eso". Sin embargo, aclara, "desde el punto de vista comunicacional -dado los malos resultados que ha mostrado el Gobierno y la Presidenta de manera sostenida en los últimos 15 meses, una baja que parece irremontable- un cambio de gabinete implica dos caminos: un ajuste administrativo para terminar la labor del Gobierno, y el segundo camino es un gabinete de reelección que permita darle continuidad a la Nueva Mayoría. En este caso los perfiles de los ministros y los caminos son distintos. Ambas opciones generarán un hecho comunicacional pero no será suficiente para revertir el desencanto y decepción de la ciudadanía con los resultados del Gobierno.
"Si la Presidenta llega a sacar a Eyzaguirre, Blanco y Rincón, sus colaboradores más cercanos, uno podría entenderlo como un intento de revertir la gestión y colocar ministros que vayan a hacer bien la pega. Pero aquí se necesitaría un golpe de audacia como, por ejemplo, poner a un PC en el comité político para que los comunistas, que hasta ahora han tenido un pie en el Gobierno y otro en la calle, se hagan parte y ver si el compromiso del PC va más allá de las reformas. Eso implicaría descomprimir el foco de presión social. Otra señal sería, por ejemplo, poner a Vidal como vocero. O sea ver gestos de una Presidenta decidida a que su coalición siga en el Gobierno. Porque todo indica que ella finalmente termina no jugándose por darle continuidad, y más bien preocupada de que no hayan críticas a su persona".
Para Moreno la salida del ministro Eyzaguirre debiera darse en cualquiera de los dos escenarios. "Él no está siendo un aporte sino que más bien está siendo una carga para la administración. No resultó en Educación, y no resultó en la Segpres como coordinador de la agenda política porque tiene una falta clara de capacidad política y el único ministerio donde se sentía cómodo era en Hacienda. Y que vuelva no es descartable tomando en cuenta el desencanto que tiene el ministro Valdés, que es uno de los pocos que quiere irse rápido del gabinete".
Sobre los dichos de Burgos, sostiene que representan a un ser de la NM que tiene cierto cuestionamiento de cómo se han hecho las cosas y que cree que el PC no ha sido un aporte importante para la gobernabilidad al tener parlamentarios díscolos y ministros sectoriales que no pagan costos. "Muchos creen que el PC sólo se ha quedado con los beneficios de estar en el Gobierno y no asume los costos; entonces las palabras de Burgos interpretan a un sector que nunca tuvo gran convicción con las reformas y les dio un apoyo táctico. Creo que el equipo de Bachelet leyó mal esto de que los chilenos querían un giro a la izquierda y no era necesariamente así".
"Ella (Bachelet) ha tirado la esponja cuando le queda 40% de tiempo por gobernar y esto se refleja en cómo se ha acelerado la carrera presidencial, en especial en la NM"
Pablo Lira, Cientista Político"
"Todo indica que ella (Bachelet) finalmente termina no jugándose por darle continuidad (a su coalición) y más bien está preocupada de que no haya críticas a su persona"
Marco Moreno, Cientista Político"