"Lo que pasa en Chile es una cosa anómala (...) y esta generación es doblemente castigada"
"Efectivamente la efervescencia social ya está en las calles, las marchas son contundentes", opina el ex Superintendente de Pensiones, Álvaro Gallegos, sobre el actual estatus de las AFP en Chile, sistema que pasa por su momento más crítico desde que fue implementado a inicios de los '80.
Ingeniero comercial de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) y Master in Business Law de la misma entidad, marcó presencia en el campus Viña del Mar de dicha casa de estudios, en un debate sobre la reforma al sistema previsional anunciada por el Gobierno, donde analizó la problemática.
"Es una discusión que aún no madura", dijo el experto en materias de regulación financiera, que además trabajó en la Superintendencia de Bancos y fue asesor del Ministerio de Hacienda para la promulgación de la ley de bancos de 1997.
-¿Qué visión tiene de las masivas marchas de la ciudadanía contra el sistema previsional y específicamente las AFP ?
-Son las manifestaciones más grandes desde las marchas del "NO". De hecho son mayores que las de los estudiantes porque acá, además, hay que hacer notar que está marchando la gente que vota, que son los viejos. Por lo tanto desde el punto de vista político esto es sumamente trascendente. Por ejemplo, si los estudiantes marchan da lo mismo porque no votan. Ahora es distinto.
-En esa línea, entonces, ¿considera que plantear cambios es el camino natural?
-El tema está arriba de la mesa y es necesario que se actué. Lamentablemente tenemos un ministro de Hacienda que tiene un dios que es el equilibrio macroeconómico, entonces dice que no hay plata. Lo que pasa es que, a mi juicio, hay formas de hacer que las cosas mejoren sin plata fiscal.
-¿De qué manera se puede hacer esto?
-Las pensiones son bajas ya que la gente no logra ahorrar lo suficiente, principalmente porque tiene muchas lagunas previsionales. Es así, que un hombre cotiza en promedio 24 años y una mujer 15. Entonces así es imposible, matemáticamente, financiar -ahorrando por 24 años un 10%- una pensión que tiene que generar ingresos desde los 65 hasta los 110 años, en el caso de los hombres. En lo que respecta a la mujer es aún peor, ya que con 15 años cotizando por el 10% de los ingresos conseguir una pensión decente desde los 60 hasta los 110 años es más difícil porque el periodo es mayor: son 50 años.
-¿Tiene alguna propuesta al respecto?
-Yo digo, pongámonos pragmáticos. Hagamos que esa edad pasiva se divida en dos: en el caso de los hombres una tercera edad que va desde 65 a 85 y una cuarta que se prolonga hasta los 110; y en el caso de las mujeres desde los 60 hasta los 90 y luego una que desde los 90 a los 110.
-¿Cómo funcionaría esa propuesta?
-En la tercera edad, o sea desde el retiro hasta la edad promedio de vida, la pensión se financiaría con los ahorros que los trabajadores ya tienen acumulado y eso significa elevar el porcentaje de la pensión entre un 20% y un 40%. No es lineal y uno podría pensar que es el doble, pero no es así y es una explicación compleja desde el punto de vista técnico.
-¿Sería posible que funcionara ahora?
-Eso sería una opción ahora ya y no necesitas pedirle un peso al Estado. Y es más, éste se va a ahorrar plata porque como subieron las pensiones, el Estado va a gastar menos recursos por el lado del pilar solidario. Hoy el Estado destina 750 millones de dólares anuales en el APS (Aporte Previsional Solidario de Vejez). Entonces, así se ahorraría unos 300 millones de dólares aproximadamente. Hay que hacer los números, pero sería una cantidad considerable.
-¿Y como se solventaría la cuarta edad?
-Esa plata que el Estado se ahorraría, se destinaría al Fondo de Reserva de Pensiones que ya está manejando. Luego, para estar seguro de que se va a ahorrar suficiente para las personas que sobrepasen el promedio de vida sigan recibiendo la pensión, los empleadores aportarían más puntos de cotización como lo propuso la Presidenta.
-¿O sea el 5%?
-El 5% vendría a ser algo así como unos 400 o 500 millones de dólares más y la idea es que vayan a ese mismo fondo de reserva, de tipo solidario que se va acumulando en el tiempo y así vamos a tener un fondo contundente. Eso, reitero, no significa más plata del Estado ni un peso más del fisco, sino que se sostiene con los propios ahorros de los trabajadores. Esto mantiene la dignidad del trabajador porque no le están regalando nada, sino que es su propio dinero. Salvo claro para aquellos pocos que sobreviven a la expectativa de vida. Lo que pasa es que la curva es sesgada y con eso tu aseguras buenas pensiones ahora ya.
-Eso sería una alternativa de emergencia...
-Después podemos entrar a debatir y discutir con más calma, con tranquilidad y con estudios en mano, lo referente al sistema que se requiere ¿Queremos seguir en éste? ¿Será mejor uno de reparto como dice el movimiento 'No + AFP" o alguna cosa entremedio?
-Usted es partidario de un sistema mixto, ¿Por qué?
-Porque las personas tienen necesidades diversas. Las más ricas, por ejemplo, como viven más y tienen ingresos mayores la necesidad de ahorrar más es indispensable. Una persona que gana hoy $6 millones y jubila y pasa a ganar $1 millón, significa una caída muy fuerte para su nivel de vida. La persona de recursos necesita ahorrar menos porque su caída no es tan grave. Entonces, para las personas ricas es necesario tener mecanismos de ahorro previsional probablemente voluntario. Puede que no lo quiera hacer, pero sí que se les dé la oportunidad.
-Con una base mínima...
-Una base como existe -por ejemplo- en muchos países europeos, particularmente en Holanda, donde por el solo hecho de ser ciudadano se recibe en torno a los 700 u 800 euros. Para todos, ricos y pobres, financiados con fondos generales. Esa sería una capa básica. Luego una intermedia que es para la gente que ingresa al mercado laboral y se puede hacer un sistema como el que hay en Estados Unidos que tú contratas con tu empleador. Ambos aportan y tienes un ahorro que vas acumulando durante tu etapa laboral. Ahora si crees que necesitas ahorrar más, que son los de más ingresos, bueno para eso está lo que mencionaba antes. La tercera capa que es la capitalización voluntaria e individual ningún problema. Así funcionan en general los países, pero lo que pasa en Chile es una cosa anómala.
-Usted dijo que esta generación era doblemente castigada, ¿Por qué?
-Lo que pasa es que cuando se hizo el cambio desde el sistema antiguo a este nuevo de capitalización las cajas que existían quedaron desfinanciadas al no haber nuevos flujos de aportes salvo los pocos que se mantuvieron allí. Entonces eso se llamó el déficit previsional que en los primeros tiempos estaba en la cuadra de 5,6 y 7 % del gasto del PIB. Hoy todavía es altísimo, entonces esta generación está pagando eso. Además recibe menos bienes públicos, salud, educación, porque parte del presupuesto fiscal tiene que ir a cubrir aquello y lamentablemente, como el sistema de previsión no está dando buenas pensiones, tiene que seguir pagando con ingresos menores. O sea, está siendo doblemente castigada.
"Estas son las manifestaciones más grandes desde las marchas del "NO" (...) Hay que hacer notar que está marchando la gente que vota, que son los viejos. Por lo tanto desde el punto de vista político esto es sumamente trascendente""
"Las pensiones son bajas ya que la gente no logra ahorrar lo suficiente, principalmente porque tiene muchas lagunas previsionales. Es así, que un hombre cotiza en promedio 24 años y una mujer 15 años"