"La encuestas van a seguir fallando". La tajante afirmación corresponde, precisamente, a quien es unos de los más importantes ejecutivos de las empresas que se dedican a esas mediciones, Antonio Poveda, gerente de estudios de Cadem. Ejemplos recientes justifican esa afirmación: la elección en los Estados Unidos y el plebiscito en Colombia sobre el acuerdo de paz con las FARC.
Explica Poveda su afirmación señalando que "hoy la investigación de mercado, de opinión pública en la academia todavía está aprendiendo, desarrollando conceptos apenas, haciendo investigación para llegar a modelos más fiables".
Con todo, hay resultados de estudios que están más allá de toda duda. Y son los que consigna la encuesta de la Fundación P¡ensa sobre el índice de la calidad de vida en la Región de Valparaíso. Aparecen nítidamente como mal evaluados los sistemas de salud, en particular la atención de urgencia. También salen con mala nota la educación superior, ahogada en eternas polémicas, y la seguridad.
Si nos detenemos en el caso de salud nos encontramos que es el tema más cercano a las personas, a uno mismo y a familiares. Es lo que nos duele, lo que nos toca, y es donde las opiniones de los encuestados reflejan una lamentable realidad.
El estudio consigna que un 75% de los entrevistados se atiende en el sistema público, un 15% en el privado y un 12% en ambos. Puntualmente, la mayor queja refiere a tiempos de espera en urgencia, calidad de ese servicio y falta de especialistas.
Sobre la materia, el presidente regional del Colegio Médico, Juan Eurolo, afirma que esperas y congestiones en urgencias se deben a fallas en la atención primaria que "carece de especialistas y tiene muy mala coordinación con el sistema hospitalario".
Y la coordinación pesa también en seguridad, otra arista deficitaria en la medición de la calidad de vida. Falta una integración activa de la información entre policías, Ministerio Púbico, tribunales y Gendarmería.
Volviendo a Salud, son importantes las afirmaciones del dirigente médico cuando destaca la urgencia de educar en prevención para conjurar el riesgo de enfrentar "una crisis gigantesca que puede llevar a un drama sanitario en que se alteren gravemente nuestros índice de salud y tengamos que gastar mucho más recursos en solucionarla". Finalmente, Eurolo llama a la autoridad a "dar prioridad a la salud pública, donde se atiende el 80% de la población".
Pública o privada, la salud es prioritaria. Ahí las encuestas no se equivocan y hay que escucharlas. ¡Atención candidatos! Revelan el temor y el dolor de nosotros mismos, la vida misma.