Después de realizar un recorrido por las calles del sector El Almendral de Valparaíso, la secretaria regional ministerial (seremi) de Salud, María Graciela Astudillo, constató el grave problema de aseo que presentaban diversas arterias del plan porteño. Frutas y verduras en estado de descomposición, malos olores y deficiencia en el retiro de la basura desde las casas fueron los principales problemas registrados en la fiscalización.
Tras identificar estas vulneraciones al Código Sanitario y la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades, que establecen la responsabilidad del gobierno comunal en la limpieza y el ornato, se anunció la apertura de un sumario sanitario al Municipio porteño.
Uno de los principales focos de insalubridad detectados por los inspectores de la Oficina Territorial de Valparaíso fue el mercado El Cardonal, donde los desechos de los comerciantes -principalmente ambulantes o sin permisos y que llegan en camiones a vender su mercadería- quedan tirados en la vía pública.
Según explicó la seremi de Salud, existen puntos críticos donde se concentra el acopio de desperdicios y el municipio no ha implementado un plan de contingencia para superar esta situación, la que ha ido empeorando con los años. Además, Astudillo acusó la falta de basureros en las calles y la ausencia de un plan integral de aseo de veredas y calles con máquinas hidrolavadoras, pues los desperdicios se adhieren a las superficies.
La respuesta de Jorge Sharp ante la medida anunciada por la autoridad sanitaria apunta a justificar el estado actual de las cosas por una situación de crisis estructural en la administración comunal, responsabilidad de gestiones anteriores a la suya, que deriva en las malas condiciones higiénicas de la ciudad.
Según la perspectiva del alcalde, la multa que recibirán -que se podría empinar hasta los 46 millones de pesos- sólo vendría a menguar las alicaídas arcas porteñas.
Resulta llamativo el argumento de la autoridad comunal, pensando en que el tema de resolver el problema de la basura en Valparaíso ha sido parte importante de su discurso desde que era candidato. De hecho, un desafío autoimpuesto -y bien logrado- por el propio Sharp fue reducir la cantidad de desechos durante Año Nuevo y retirar todos los desperdicios antes de las 13 horas del día 1 de enero.
Si pudo antes, ¿por qué no puede ahora?