El caso Pizarro: "Hubo falta de respeto"
Las respuestas denotan cierto fastidio por las informaciones que llegan desde Valparaíso a su natal Cardona, en donde aprovecha el tiempo junto a su familia tras ser despedido como técnico de Santiago Wanderers. Eduardo Espinel sigue siendo el mismo tipo amable y simpático que hace un año atrás llegó al Puerto cargado de ilusiones luego de titularse campeón del fútbol uruguayo con el modesto Plaza Colonia, pero es evidente que el calvo DT dejó atrás las declaraciones que evitaban cualquier polémica.
El entrenador confiesa que estuvo a un paso de seguir en Chile, asumiendo la banca de Deportes Antofagasta. Espinel da las razones para no fichar en el club nortino, dejando en claro lo que vendría más tarde al repasar lo que fue su experiencia al frente de los caturros.
"Estuvimos cerca de seguir en el medio chileno, pero cuando los dirigentes de Deportes Antofagasta me dijeron que el equipo ya estaba prácticamente armado y que la incorporación de refuerzos sería complicada, el tema se pareció demasiado a lo que ya habíamos vivido en Santiago Wanderers, y en esta oportunidad, decidimos que no era lo más conveniente" relata, añadiendo que "hemos aprendido de los errores".
-Hoy en Santiago Wanderers de lo que más se habla es de volver a ser protagonistas.
-¿Creo que se aumentó el presupuesto? Si te traen todos los refuerzos que pides, es facilísimo ser protagonista. En el caso nuestro, nunca pudimos elegir. Los jugadores que vinieron no fueron los que yo solicité. Yo había pedido algunos que estuvieron conmigo en Plaza Colonia, pero siempre me dijeron que por razones económicas ello era imposible.
-Una señal de este nuevo equipo, sin tantas restricciones económicas, es que cuando usted llegó uno de los primeros en irse fue Ezequiel Luna. Ahora, con Nicolás Córdova, el zaguero fue el primero en retornar.
-Es cierto. Es más, en las primeras reuniones que yo tuve con la comisión directiva, nunca me dijeron que se iban a ir tantos jugadores al momento de mi llegada a Wanderers. Supuestamente (Mauricio) Prieto iba a estar con nosotros, el tema de David (Pizarro), recuerdo que Carlos Muñoz arrancó entrenando y como que se iba a quedar, lo de Ronnie Fernández... La verdad es que si me pongo a nombrar fueron 14 los futbolistas que nosotros habíamos analizado antes de ir a Valparaíso y con los que finalmente no contamos. No pudimos hacer la pretemporada por falta de gente. Recuerdo que antes del debut en Copa Chile hicimos un solo amistoso ante Unión San Felipe y en los dos tiempos se vieron equipos armados con sólo chicos de la sub-17.
- Una de las mayores críticas que se le hacen a su período como DT del Decano es el bajo nivel de los refuerzos que llegaron a Valparaíso.
- Pero es que eran todos jugadores libres y por los que el club no iba a entregar ni un dinero por ellos. Sólo se trataba de arreglarles el sueldo y listo.
- Un claro caso de ello fue el de los jugadores, justamente uruguayos, que vinieron a su equipo.
- No sé si quedé especialmente decepcionado de sus rendimientos particulares, aunque claramente, por distintos motivos, no estuvieron a la altura de lo que se pretendía de ellos. Hubo distintas circunstancias, en el caso de Federico (Pérez) y David (Terans), creo que cumplieron, con partidos buenos y malos, pero jugaron y trataron de mostrarse. Lo de Rodrigo (Pastorini) y Jonathan (Charquero) es distinto, porque tuvieron algunos problemas físicos que tampoco les permitió tener regularidad.... Es injusto también culparlos a ellos de todos los problemas que tenía la institución, tanto dentro como fuera de la cancha.
- En un par de ocasiones, durante las últimas semanas, también se ha escuchado que "ahora sí se están haciendo las cosas de manera profesional" en alusión a lo que realiza Nicolás Córdova respecto de lo que usted hizo en el Puerto.
- No sé ahora cómo se están haciendo las cosas... no sé a qué le llaman "más profesional". Nosotros lo que hicimos fue intentar ayudar al club en un momento súper complicado y creo que eso no se ha valorado. En su momento aceptamos adecuarnos al escaso presupuesto que había y lamento que no fueron muchas las veces en que los mismos dirigentes salieran a defendernos, teniendo en cuenta las condiciones en que trabajábamos. Hoy, ya pasado el tiempo, siento que como cuerpo técnico también tuvimos culpa, ya que deberíamos haber salido a reclamar y exigir mucho más, o pegar un portazo y dar la vuelta, porque más allá de otras cosas, yo incluso venía de ser campeón uruguayo.
- ¿Siente que no hay agradecimiento con lo que usted hizo?
- Puede ser. Pero para mí lo más importante es que si un día me toca volver, aunque sea para pasear por Valparaíso, puedo caminar con la frente muy alta porque hicimos todo lo que pudimos. Quizás no alcanzó, por falta de capacidad o porque no nos dieron las armas para llegar más arriba, pero sí, siento que de repente la gente que debió salir a defenderme no lo hizo, ya que sabían que nos limitamos a administrar la pobreza que existía. Y eso no se lo reclamo a los hinchas, sino a quienes desde dentro sabían de todas las cosas que se incumplieron respecto de lo ofrecido cuando me contactaron para venir a Chile.
- El "proyecto" que se le presentó antes de su venida a Chile estuvo lejos de las expectativas.
- El proyecto arrancó mal, porque el análisis que nosotros habíamos hecho en Uruguay de lo que Santiago Wanderers tenía como plantel, a los tres días ya no estaba. Ahí, nosotros deberíamos haber exigido porque el famoso proyecto definitivamente no estaba acorde a las expectativas. De todas formas, también siento que intentamos cumplir con una parte de él y dejamos un par de jugadores que tienen un enorme futuro para la Primera División.
- ¿No le llamó la atención que apenas se fue de Santiago Wanderers, un jugador como José Luis Muñoz, quien había sido separado del plantel por usted debido a una indisciplina, apareciera como titular?
- No. Eso responde a que el nuevo técnico (Silvio Fernández) llegaba con su idea de juego. Lo único que se puede discutir es que estando en la interna, quien asumía el cargo sabía de los hechos que desembocaron en la separación del jugador. Sin embargo, había un fin importante como quedar en Primera y se logró.
- ¿Se arrepiente de haber venido al Decano?
- No. Fue una experiencia muy enriquecedora y de la cual saco todas las enseñanzas posibles. Varias veces me dijeron que lo mejor era irme de Wanderers porque no estaban dadas las condiciones, pero siempre pensé que podía ayudar. Me equivoqué en no haber exigido algo más, pero arrepentirme nunca. Si no pudimos hacer el juego que los hinchas querían o no fuimos protagonistas lo siento, pero tampoco me dieron las armas para lograrlo. Hoy, me da la impresión que el panorama es distinto.
Otra de las situaciones que Eduardo Espinel debió hacer frente apenas llegado a Santiago Wanderers, fue la sorpresiva partida de David Pizarro, quien sin previo aviso dejó de ir a entrenar al complejo Mantagua. "Me callé muchas cosas porque siempre le di prioridad al trabajo", asegura el uruguayo al recordar aquel episodio. Pese a ello, hoy no se guarda su opinión respecto a lo sucedido con el actual volante de Universidad de Chile. "Fue una más de las cosas raras que pasaron, porque no es normal que un futbolista de la trayectoria de David (Pizarro) se vaya de un día para otro, más allá de algunas conjeturas sobre su mala relación con los dirigentes", sostiene el DT, admitiendo que "debería haberme sentado con los directivos y con el mismo jugador, ya que él estaba llamado, al menos, de dirigir a más jóvenes del camarín. Me parece que finalmente, la forma en que se fue estuvo marcada por una falta de respeto con los compañeros, ya que en ningún momento se reunió con ellos, al menos para despedirse de una manera correcta".
"Si te traen todos los refuerzos que pides, es facilísimo ser protagonista"
"como cuerpo técnico deberíamos haber salido a reclamar y exigir mucho más, o pegar un portazo y dar la vuelta porque, más allá de otras cosas, yo venía de ser campeón uruguayo""