"La Presidenta sabía el tenor del mensaje y no debió ir al Te Deum; fue una provocación"
"Al mundo evangélico no lo van a acallar" advierte el senador Iván Moreira (UDI), quien considera que la compleja situación que vivió la Presidenta Michelle Bachelet en el Te Deum fue "un acto de rebeldía espontáneo". A su juicio la "retroexcavadora valórica" ha atropellado las mayorías por sobre las minorías. "Esto es lo que ha llevado a personeros del mundo evangélico a participar en política y llevar candidatos, queremos una bancada evangélica, porque se necesita mayor representatividad en el Congreso... Algún día Chile va a tener un Presidente evangélico", subrayó.
-¿El Te Deum evangélico marcó un punto de inflexión?
-Nadie puede acallar la voz del pueblo evangélico. Y en ese Te Deum se habló fuerte, claro, pero con respeto.
-Pero los gritos, los insultos que recibió la Presidenta no fueron tan respetuosos...
-Los incidentes que ocurrieron en las afueras de la Iglesia catedral evangélica, fueron aislados, fueron personas fanáticas y nosotros los repudiamos porque se trata de la Presidenta de la República que fue agraviada por fanáticos que estaban fuera del templo. Pero eso no significa que los pastores y representantes de la iglesia evangélica no puedan explicitar públicamente su posición frente a un debate valórico que se ha dado en el país. Entonces a mí me da la impresión que los políticos que estaban presentes - o sea, somos políticos y estamos acostumbrados a la dureza del debate- sobrerreaccionaron porque no encuentro que decir la verdad y defender principios y valores signifique una falta de respeto. Dentro de la iglesia no hubo ningún incidente.
-Entonces, la molestia que evidenció la misma Presidenta ¿no tiene justificación a su juicio?
-Creo que esta sobrerreacción del Gobierno, porque fue eso, una sobrerreacción, se debe más a los aplausos espontáneos hacia el candidato presidencial Sebastián Piñera. Creo que esta vez, por pudor, la Presidenta debiese haberse hecho representar por el ministro del Interior...
-¿Pero por qué restarse a un acto ecuménico al que se espera llegue la o el Presidente en ejercicio?
-Porque ellos (el Gobierno) sabían perfectamente, estaban informados, de que en su mensaje la iglesia evangélica iba a ser dura. ¿No es acaso una provocación que dentro de los ministros que fueron al Te Deum estuviera la ministra de Salud y de la Mujer e Identidad de Género, que son las carteras que han sido promotoras del proyecto del aborto y de la ley de identidad de género? Por eso creo que, por pudor, no debieran haber ido esas ministras y se hubieran hecho representar. En estos cuatro años - en que han pasado una retroexcavadora valórica -, obviamente que hay un conflicto entre el pueblo cristiano y el gobierno.
-¿La iglesia evangélica tendría que pedir disculpas?
-¿Pero por qué tendría que hacerlo? ¿Por qué tendría que disculparse por un planteamiento de valores y principios sobre leyes que atentan contra la familia y contra la sociedad?
-Ayer se hizo patente el enfriamiento de la iglesia evangélica respecto al Gobierno. ¿No es eso preocupante?
-Sí, efectivamente hay un distanciamiento. No es ninguna novedad que el representante de las iglesias evangélicas hoy día, nombrado por el gobierno, Emiliano Soto, es una persona muy afín en el pasado a la Concertación y hoy a la Nueva Mayoría. Todos sabemos que el obispo Emiliano Soto tiene una vinculación política con el Gobierno. Fue representante protocolar de las iglesias evangélicas nombrado por el gobierno pasado de Michelle Bachelet y ahora por este segundo mandato. Él ha estado como ocho años, tiene una relación.
-Entonces ¿el obispo Emiliano Soto no sería un representante tan genuino del mundo evangélico?
-Se configuró una figura porque, como en la iglesia evangélica no tenemos un Papa ni un cardenal, no hay una jerarquía. Se buscó una fórmula para darle reconocimiento a las iglesia evangélicas de generar una figura nombrada por el gobierno, que es el representante protocolar de las iglesias evangélicas. Ese cargo lo sustentó durante todo el primer mandato de la Presidenta Bachelet y ahora, en este segundo mandato, volvió a tener el mismo cargo. Entonces él claramente tiene una vinculación política con el gobierno.
-Según el Censo del 2013 la comunidad evangélica representa casi un 17% de la población. Son tres millones y medio, de los cuales dos millones y medio pueden votar. Es sin duda un universo electoral importante, un botín para unos y otros. ¿Eso explica la presencia de la Presidenta, de sus ministros y obviamente de los candidatos presidenciales en ese acto a pesar del conflicto?
-No, no, el Te Deum es un servicio para orar por la patria, por las autoridades, y donde la iglesia evangélica expresa su opinión sobre lo que está pasando en la sociedad, los conflictos que hay en el país. También lo hace la iglesia católica. Podrán tener tonos distintos, pero al fin y al cabo es una verdad. Hoy el pueblo evangélico se siente tan atropellado porque la retroexcavadora pasó por encima de la iglesia evangélica. Lo que pasó en el Te Deum fue un acto de rebeldía de la iglesia evangélica frente al Gobierno y a las posiciones valóricas que con discusión inmediata ha querido aprobar esta administración. Por eso se produjo esta reacción.
-Sí, pero si el ex Presidente Piñera va a un acto ecuménico donde es aplaudido, claramente es una señal política para sus adherentes y adversarios. O sea suma, en cambio para el gobierno resta.
-Mire, le digo: yo soy el único senador evangélico y no voy a estar mintiendo en una tontera. El aplauso fue espontáneo. Y fue espontáneo por la postura que ha tenido respecto al aborto y nadie, creáme, organizó eso. Esa idea sólo está en la mente del gobierno.
-O sea ¿descarta que haya habido una operación política para cuestionar la agenda valórica del gobierno y simultáneamente darle un apoyo al candidato de Chile Vamos?
-Descarto cien por ciento, cien por ciento que allí haya habido una operación política, ni alguna maquinación. Yo meto las manos al fuego de que no hubo nada planeado y no me las voy a quemar. Lo que pasó fue una reacción espontánea del mundo evangélico por la posición que ha tenido Piñera respecto al aborto.
-Sí, pero aunque ese apoyo haya sido espontáneo, como dice, muestra que hay una tendencia hiper conservadora en el mundo evangélico...
-Perdón pero no es una tendencia sólo del mundo evangélico. Es una tendencia a nivel nacional.
-Bueno, eso es algo discutible..las encuestas dicen otra cosa.
-Las encuestas así lo dicen, no es una reacción de que él, que ha concurrido otras veces, haya querido ganar la simpatía y la adhesión del mundo cristiano.
-Pero esa reacción impacta negativamente al gobierno.
-El mismo apoyo que le ha prestado Emiliano Soto al gobierno. Él ha sido un adherente más de los gobiernos de la NM y curiosamente los gobiernos de la NM, especialmente los dos de la Presidenta Bachelet, terminaron por aplastar los principios que defiende el obispo Emiliano Soto.
-Esta división que se genera al interior del mundo evangélico es grave o forma parte de la coyuntura?
-Aquí pasó lo mismo que en la elección pasada y en la elección anterior y en la anterior. Se producen divisiones por distintas causas, pero son divisiones temporales. Esto forma pare del momento. El gobierno atropelló a todo el mundo preocupado de las minorías y la diversidad, y no respeta las mayorías en los temas valóricos. Eso generó esta reacción. Ahí está la explicación.
"Descarto cien por ciento que haya habido una operación política. Meto las manos al fuego y no me las voy a quemar. Lo que pasó fue una reacción espontánea de rebeldía del mundo evangélico""
"Los incidentes que ocurrieron en las afueras de la Iglesia catedral evangélica, fueron aislados, fueron personas fanáticas y nosotros los repudiamos porque se trata de la Presidenta de la República" "Creo que esta sobrerreacción del Gobierno y de personeros oficialistas se debe más a los aplausos espontáneos hacia el candidato presidencial Sebastián Piñera que a otra cosa""