Paolo Navia S.

El 23 de octubre de 2016, un joven abogado magallánico, egresado de la Universidad de Católica de Valparaíso (PUCV), se convirtió en el alcalde de la Ciudad Puerto con el 57% de las preferencias en las urnas, lo que se tradujo en más de 46 mil votos de ciudadanos porteños que confiaron en Jorge Sharp como la carta de renovación de la política tradicional.

Ese día, una improvisada caravana ciudadana se tomó las principales arterias de Valparaíso para celebrar el triunfo de un joven de 31 años que, en ese entonces, representaba a un desconocido Movimiento Autonomista (MA), el cual, a la vez, era parte de un conglomerado político emergente bajo el nombre de Frente Amplio (FA).

"Hasta el día de hoy, al recordar todo lo que sucedió en esa jornada, me produce mucha emoción. Es algo difícil de describir, porque son muchas imágenes las que tengo grabadas. Hay videos y fotos de la marcha y los discursos, pura convicción y esperanza, y pienso que el mejor ejemplo de eso fue la marcha improvisada por la avenida Pedro Montt, desde la sede del Colegio de Profesores hasta la plaza de la Victoria. Éramos miles, familias enteras, dirigentes sociales, candidatos, militantes y vecinos que celebrábamos esta victoria política y ciudadana", recordó el jefe comunal porteño desde su oficina en la Municipalidad de Valparaíso, donde el jefe comunal convive diariamente con los porteños beneficiados con la óptica y la farmacia popular que implementó.

Cambios drásticos en materia de gestión ha ejecutado el alcalde Jorge Sharp, tras ser avalado por un notable y contundente triunfo electoral, resultado que, según reveló, los conoció junto a sus padres y a su pareja, con quien vivió uno de sus primeros desahogos tras meses de campaña política.

"Los resultados electorales los esperé junto a mis padres, hermanos y mi compañera, Naira. Con ella, creo, fue el primer abrazo y diálogo que, naturalmente, queda en la intimidad, pero también estaban algunos miembros de nuestro equipo y nos sorprendimos por los resultados, ya que ganamos en prácticamente todas las mesas", puntualizó Sharp.

El éxito en las urnas se convirtió, al mismo tiempo, en uno de los principales desafíos en la vida del joven jurista, quien se comprometió a encabezar una nueva forma de gobernar en Valparaíso, camino que, a dos años de las elecciones municipales, ha tenido de dulce y agraz, debiendo sortear duras críticas a su gestión, incluso desde quienes en un inicio apoyaron su proyecto político.

- Tenía 31 años cuando asumió como alcalde de Valparaíso. ¿Considera hoy que quizás era demasiado joven para ese desafío?

- Creo que ni el político más experimentado podría sortear con éxito la situación con la que nos encontramos en esta municipalidad, porque nos hemos debido hacer cargo de un déficit cercano a los $ 100 mil millones, con contratos sumamente lesivos para el patrimonio municipal, con prácticas institucionales que vienen desde hace veinte años, con una muy baja legitimidad de la alcaldía ante los actores de la ciudad y el país, e incluso, cuando asumimos, antes de un mes nos enfrentamos a un megaincendio. Pese a todos esos problemas, hemos procurado hacer una gestión que se preocupe del bienestar de los porteños, que permita su participación en los asuntos de interés común y de no hacerle el quite a ninguno de los problemas de Valparaíso. Ahora, siempre las cosas se pueden hacer mejor, por eso hemos ido aprendiendo día a día de los aciertos y de los desaciertos.

- ¿Cuántas personas quedan a su lado de los que estuvieron en esa caravana espontánea del 23 de octubre de 2016?

- Pienso que la gran mayoría de los que marchamos ese día seguimos al pie del cañón, trabajando en distintos lugares por este proyecto. Sin embargo, bienvenidas son las críticas que nos permiten ver que hay cosas que mejorar. Y si bien algunos se han alejado por diferencias legítimas, los menos han tomado otros rumbos de forma definitiva.

- ¿No cree que se "desgranó" muy luego su equipo inicial en el municipio?

- Casi la totalidad del equipo municipal que inició la gestión de la alcaldía ciudadana se mantiene trabajando.

- A dos años de ese proceso, ¿considera que quizás algunas decisiones se pudieron dar de otra forma? Me refiero a la partida de Patricio Rozas desde la Secretaría Comunal de Planificación (Secpla) y a la pronta crisis con los concejales que sustentaron su candidatura: Daniel Morales y Claudio Reyes.

- Lo que usted señala son situaciones distintas. Tratándose de Claudio (Reyes) y Daniel (Morales), pienso que a pesar de haber tenido nuestras diferencias, aún hay muchas cosas que nos unen, como por ejemplo, nuestra visión sobre el borde costero; y por lo tanto, no hay nada que considere insalvable. En el caso de Patricio Rozas, tempranamente me di cuenta que la Secpla no podía ser una dirección que reprodujera la forma de gestión, inversión y planificación propia de los años 90, pues Valparaíso ya había tenido mucho de eso.

- Usted ganó como líder de un movimiento al cual ya no pertenece. ¿Qué piensa hoy de Pacto Urbano La Matriz (PULM)?

- La alianza política, social y ciudadana que posibilitó el triunfo de la alcaldía ciudadana luego de dos años, en lo medular, se mantiene e, incluso, ha crecido a partir de los procesos de participación que hemos desarrollado en diversos ámbitos de nuestra gestión, desde las juntas vecinos que se han reactivado hasta las organizaciones sociales que se han creado. El aporte de los compañeros del PULM ha sido fundamental en estos dos años, tanto en la gestión misma como en el trabajo político y social que realizan desde fuera. Es más, integrantes de La Matriz cumplen roles fundamentales en nuestra gestión y también en los diferentes espacios de debate y elaboración que hemos constituido con diversos actores de la ciudad.

- ¿Respalda a Rodrigo Ruiz pese al fracaso de una licitación clave de su responsabilidad? Se lo comento porque fue uno de los momentos más criticados de su gestión durante este último año.

- El equipo de comunicaciones dio las excusas del caso. Además, fuimos nosotros quienes hicimos público y aclaramos lo que ocurrió inmediatamente. Entonces, ¿cómo quiere que no respalde a un equipo que actúa de forma transparente y sincera frente a la opinión pública?

- ¿Qué responde a quienes han criticado el trabajo de Ruiz?

- Personalmente, ningún actor local me ha planteado eso; y en el caso que lo hiciera, le pediría que viera el currículum de Rodrigo, su experiencia profesional y el aporte material e intelectual que ha entregado desde el lugar que ocupa en la Corporación Municipal (Cormuval).

- ¿Descarta la existencia de nepotismo en el municipio?

- Ese ha sido un concepto que un grupo minoritario ha tratado de instalar para dañar la legitimidad del proyecto, pero yo siempre he dicho que si alguien tiene pruebas de irregularidades en nuestro gobierno, que las denuncie, pero que no haga acusaciones sin fundamento que sólo responden a una agenda interesada, pues nosotros no trabajamos así.

- ¿Reconoce errores políticos en su administración municipal?

- Gobernar una ciudad implica gestionar conflictos, priorizar, administrar, definir orientaciones y transformar, entre otras cosas. El que crea que no va a cometer errores con todas esas tareas por encima, habla desde manuales que nada tienen que ver con la realidad.

- Usted pertenece hoy a un Frente Amplio, pero no a un partido político propiamente tal. ¿Qué le falta al Movimiento Autonomista para concretarse?

- El Movimiento Autonomista está ingresando en un proceso de convergencia con otras fuerzas políticas del Frente Amplio, pues entendemos el desafío de constituir una organización capaz de asumir las condiciones políticas vigentes. Y para eso, el camino propio no iba a ser el más adecuado y, por lo tanto, debemos ser capaces de convocar a más voluntades y este paso que estamos dando es fundamental, ya que hoy es clave construir mayorías.

- Usted ha planteado que el Frente Amplio debe aclarar su panorama pensando en las próximas elecciones municipales. Sin embargo, algunos dicen que sus propuestas están más bien pensadas en su propia reelección como alcalde. ¿Cómo toma esas críticas?

- Es que precisamente es todo lo contrario a lo que hemos planteado, pues los pocos gobiernos locales en los cuales el Frente Amplio cuenta con participación, tienen que ponerse a disposición del colectivo y del país, con toda la experiencia acumulada en este tiempo. En este punto, nosotros no queremos trajes a la medida de Valparaíso, sino que demostrar que el camino que hemos recorrido en la alcaldía ciudadana puede servir de referente para otras comunas de Chile.

- ¿Teme que en su campaña para la reelección se produzca una confluencia de opositores a Jorge Sharp?

- Los proyectos de gobierno se deben articular en base a objetivos de mejoramiento del bienestar en la vida de las comunidades que viven en la ciudad y nosotros tenemos una propuesta, la estamos llevando a cabo y es la que estará sobre la mesa para que los ciudadanos de Valparaíso tomen una decisión en octubre del 2020.

- Ahora usted va a apoyar a los candidatos del Frente Amplio y no a los del PULM, ¿cierto?

- Por cierto que los candidatos del Frente Amplio serán nuestros candidatos, pero en las listas que presentemos también es importante que existan candidatos que no necesariamente militen en el FA, pues hoy más que hablar de candidatos, es tiempo de empezar a trabajar para construir una alternativa programática que a la ciudadanía le haga sentido.

- Se viene la negociación municipal. ¿Cuáles son sus expectativas? ¿Con cuántos alcaldes el Frente Amplio se tendría que sentir conforme electoralmente en las próximas municipales?

- Es algo que tenemos que proyectar con más calma en función del trabajo que hagamos en los territorios, ya que lo fundamental ahora es trabajar desde ya para construir una alternativas en todas las comunas de Chile, a través de procesos participativos abiertos a todos desde las bases.

- En el último tiempo ha generado lazos con parlamentarios de la ex Nueva Mayoría. ¿Es viable una alianza política o es sólo un pacto instrumental en materia electoral?

- Nosotros dialogamos y trabajamos con todos aquellos que permitan avanzar en un mejor Valparaíso, incluso con parlamentarios, alcaldes y consejeros regionales que pertenecen a partidos tradicionales. Es cosa de mirar la confluencia que ha generado la tributación de las empresas portuarias en las ciudades, lo que llamamos desde acá Ley Valparaíso. Que me relacione con representantes de la ex Nueva Mayoría no significa necesariamente que vayamos a enfrentar una elección desde el mismo lugar, pues aún tiene que pasar mucha agua bajo ese puente. Sin embargo, sabemos que es ineludible la tarea de construir una mayoría política y social para avanzar en un país más allá del neoliberalismo.

- Su liderazgo político ha alcanzado una visibilidad nacional. Es más, muchos dicen que usted quiere postular a cargos de nivel regional o nacional. ¿Le interesa una postulación en esa línea?

- Nuestros esfuerzos están puestos solamente en Valparaíso, ya que necesitamos proyectar este trabajo al menos por un nuevo periodo más para consolidar las iniciativas que hemos impulsado con el fin de que los porteños vivan mejor.

- En lo regional, algunos alcaldes de la zona acusan al Frente Amplio de aprovechar problemas contingentes, como los vividos en Quintero y Quilpué, por ejemplo, para agitar las aguas. ¿Qué opina?

- El problema de la política tradicional es que en vez de buscar soluciones a los problemas que día a día viven las comunidades, se concentran en la pelea chica y sin sentido. Lo que ocurre en la zona de Quintero es algo que viene desde años, ¿o usted cree que los niños intoxicados los inventamos en una sala de reuniones del Frente Amplio? Por lo mismo, los invito a que trabajemos para que la gente pueda vivir en un medioambiente libre de contaminación en toda la Región de Valparaíso.

"Tratándose de Claudio (Reyes) y Daniel (Morales), pienso que hay muchas cosas que nos unen y, por lo tanto, no hay nada que considere insalvable" "Si alguien tiene pruebas de irregularidades en nuestro gobierno, que las denuncie, pero que no haga acusaciones sin fundamento""