"Las construcciones en altura deberían tener máximo ocho pisos"
Proyectos de 81 países competirán en el próximo Festival Mundial de Arquitectura que se realizará a fines de noviembre en Holanda. De todos ellos, una sola de las iniciativas es chilena. Se trata de una estación de turismo itinerante y sustentable que busca ser solución para todas aquellas zonas costeras, parques o áreas protegidas en las que se pretenda generar desarrollo, pero sin intervenir gravemente el terreno.
Su creador, el arquitecto Camilo Moraes, fue recibido por la gobernadora de de Valparaíso, María de los Ángeles de la Paz, quien se mostró dispuesta a apoyar iniciativas de este tipo en la provincia; y el director Regional de Conaf, Pablo Mira, quien visualizó a la Reserva Nacional Lago Peñuelas y el sector hijuelino del Parque Nacional La Campana como eventuales escenarios para instalar este proyecto.
La iniciativa consiste en una edificación itinerante y sustentable, construida a base de madera, brea y totora, abastecido por energía solar y que además, tiene la cualidad de ser una construcción de bajo impacto, ya que permite retirar la obra y devolver el terreno sin intervención. Esta iniciativa ya fue ejecutada en la zona costera de la Región de Atacama, con excelentes resultados, y ahora se trabaja junto a Conaf en su eventual implementación en zonas protegidas de esa región.
"Lo que me motivó a desarrollar este proyecto fue cuando hice mi tesis en la Universidad Santa María, de encontrarme con paisajes tan valiosos en el norte de Chile, en la zona costera, que no tenían ningún tipo de arquitectura al respecto, no había ninguna infraestructura acorde al paisaje", explica Moraes.
- ¿Y cómo ves el panorama local en urbanismo? En Valparaíso, por ejemplo, han proliferado torres en altura en los cerros, ¿qué te parece ese fenómeno?
- Estoy completamente en desacuerdo con eso, aunque si bien hay barrios que lo requieren, encuentro que en las construcciones de altura está comprobado, en la experiencia internacional, que finalmente terminan siendo guetos verticales. ¿Qué pasa con ese edificio en 100 o 200 años más? ¿Cómo pones de acuerdo a todos los copropietarios de ese edificio para hacer la mantención que corresponde? Encuentro que es muy complejo el tema de la construcción en altura y finalmente los únicos beneficiados son la industria inmobiliaria.
- Si esas torres se sitúan en otros sectores, como Curauma, o en el plan, como se hizo en Viña, ¿también te parece inadecuado?
- Yo soy partidario de que en un país sísmico como Chile, las construcciones en altura deberían tener máximo ocho pisos, porque en un terremoto el ascensor se echa a perder y tú estás en el piso 24, y tras un terremoto fuerte, un edificio perfectamente puede quedar sin ascensores durante más de un mes.
- Se están actualizando los planes reguladores comunales en Quilpué, Valparaíso y Viña del Mar. ¿Qué aspectos debieran privilegiarse?
- Yo creo que los planes reguladores deberían privilegiar la calidad de vida por sobre la densidad, por sobre el interés inmobiliario. Yo he trabajado bastante de cerca con la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción y sigo sin entender algunas leyes como el plano de sombra, que por más que lo he estudiado no me hace ningún sentido esto de beneficiar con más altura a los edificios a base de algo que no tiene una lógica clara y que finalmente hay un interés netamente inmobiliario. Está bien que exista la industria inmobiliaria y el mercado habitacional, no tengo ningún problema con eso, pero pasa que está en función de una economía y no de la calidad de los espacios.
- ¿Cuál es tu opinión sobre el proyecto Paseo del Mar para el sector Barón de Valparaíso?
- Me parece excelente el anuncio presidencial, de beneficiar al espacio público para equilibrar el uso del borde costero, que es muy importante para la ciudad de Valparaíso.
- ¿Y qué te parece que el concurso de ideas para ese proyecto haya estado abierto no sólo para arquitectos, sino para cualquier persona que quisiera presentar una propuesta?
- Me parece perfecto eso, porque encuentro que no sólo los arquitectos tienen grandes ideas respecto de la ciudad, las ideas también pueden nacer de la ciudadanía y, de hecho, todos los grandes proyectos contemporáneos incluyen a la comunidad: Finalmente la mejor respuesta a la arquitectura va desde el requerimiento de la comunidad.
"Creo que los planes reguladores comunales deberían privilegiar la calidad de vida por sobre la densidad, por sobre el interés inmobiliario""