Alexis Paredes R.
Una baja en las ventas que fluctúa entre un 25% y 40%, que lo lleva a niveles histórico en pérdidas, así como también nulos efectos en las medidas de fin de año para controlar la proliferación del comercio ambulante por parte de las autoridades, denunciaron dirigentes del comercio establecido de Valparaíso.
Agrupados en la Asociación Comercio Unido, que lidera Héctor Arancibia, uno de los más acérrimos críticos a la gestión del alcalde Jorge Sharp en materia de combate al comercio ilegal que se ha tomado las principales calles de la ciudad, denunciaron que el aumento de ambulantes llegó a niveles inéditos.
"Sabíamos que en las fiestas de fin de año no iban a estar los resultados que nosotros queríamos, pero tampoco esperábamos que iba a ser tan malo como fue", sentenció Arancibia, que puso en duda la continuidad de la Mesa Público-Privada del comercio ambulante y seguridad, que lidera la Gobernación Provincial.
"La Gobernación hizo un esfuerzo, pero la verdad no sirvió de muchos. Además, todavía estamos esperando la evaluación de lo que sucedió y que se entregue algún tipo de estadística, ya sea de infracciones o decomisos, de lo cual el propio municipio ha manifestado no estar de acuerdo en realizar este tipo de procedimientos, lo han dicho el director de Inspectoría Urbana y el alcalde Sharp", argumentó el dirigente.
La crisis generada por el comercio ambulante se refleja por un lado en las ventas, que para las fiestas de fin de año del 2018 cayeron en un 25% respecto del año anterior, como también en la contratación de personas durante diciembre. "Si antes se contrataban 4, 5 o 6 personas extras durante diciembre, ahora no contratamos a nadie, porque los ingresos no dan. El empleo que generamos es cada vez menos", detalló Arancibia.
Las estadísticas son reveladoras. Si en el 2017 se cerraron 32 locales en el eje de calles Condell y Esmeralda, "el 2018 se cerraron 26, es mucho. Incluso hubo un local que cerró dos veces. Que las autoridades se dejen de hacernos perder el tiempo con tanta reunión, en las cuales no estamos llegando a ningún resultado positivo, si realmente quieren reunirse y atacar el problema de fondo, que de verdad se pongan bien los pantalones y asuman sus responsabilidades como corresponde. Somos muchos los que estamos en la cuerda floja con nuestros negocios, en los cuales, lamentablemente, me tengo que incluir", aseveró Arancibia.
La situación en el plan de Valparaíso es crítica para el comercio detallista. La que se repite en sectores como calle Victoria, eje Uruguay y todo el Almendral. Uno de sus representantes, José Miguel Uriona, afirma que las estimaciones por baja en las ventas alcanzan un 40%, por lo que estudian gestionar algún instrumento del gobierno que les permita continuar con sus negocios y mitigar las pérdidas.
"El avance del comercio ambulante en el sector Almendral se refleja en que durante el 2018 hubo más de 20 negocios que quebraron, entre panaderías, emporio, restaurantes y zapaterías, ya que hoy día existe un contrabando que ocurre a vista y paciencia de todos y se distribuye en las calles", detalló Uriona.
Por tal motivo, coincide en que las mesas de trabajo que encabezaron la Gobernación y municipio, donde se abordaron una serie de acciones para enfrentar esta problemática "no han tenido mayor efecto, puesto que no existe un mismo criterio para enfrentar el fenómeno del comercio ilegal en la ciudad. Las autoridades no han estado a la altura de poder salvaguardar el comercio establecido, que es el sostén de Valparaíso, tanto en el pago de impuestos como en generación de empleos, pero están dejando que caiga a niveles históricos", cuestionó el comerciante. Añadió que "las autoridades han hecho oídos sordos de lo que hemos conversado con ellos, en algunas oportunidades nos han faltado el respeto los representantes que envían, vemos que fue un chiste lo que se dijo y no le han tomado el peso a esto".
Acusaron además que el municipio termina fiscalizando al comercio establecido y pasando multas, pero hay "nula acción contra los ilegales".