Carta abierta a Jorge Sharp (una despedida)
Pol Leku S.L. Barcelona
Estimado alcalde, hoy martes 14 de mayo se acaba mi relación profesional desde Pol Leku SL, en todo lo relativo a la exposición "Gaudí en Valparaíso".
He querido enviarle esta carta abierta para hacerla extensible a todos los habitantes de su increíble ciudad.
Valparaíso me sedujo en mi primera visita, en marzo de 2018. En esos días entendí qué habían encontrado gente como Rubén Darío o Pablo Neruda y por qué habían narrado sus vivencias como lo hicieron. Me sedujo, a pesar de que mi primera impresión con la ciudad no fue la seguramente idílica de antaño, llegando en barco a la bahía, sino en autobús desde ese monstruo devorador que es Santiago de Chile. Sí, en autobús, fue la terminal de buses mi primer encuentro con la ciudad. Una asignatura pendiente esa terminal, señor alcalde, bien lo sabe usted.
Esta seducción me hizo olvidar lo difícil que estaba siendo toda la gestión, a la que contractualmente me había comprometido, para realizar la Expo Gaudí. La ilusión en el proyecto pudo más que la necesaria prudencia como profesional. Pero si había sido capaz de levantar una exposición importante sobre Botero en el Museo de Medellín, en plena guerra, Valparaíso iba a ser un proyecto placentero.
A este estado de ánimo me ayudó mi reunión con usted, en su despacho de la alcaldía. Yo había oído hablar de Sharp, como líder de una experiencia de gestión municipal interesante, inscrita en los movimientos de la "nueva izquierda". De eso en Barcelona sabemos un poco, gracias a su amiga Ada Colau, nuestra alcaldesa.
En esa reunión encontré un alcalde entusiasta, que abrazaba la exposición como una excusa para plantear retos más importantes en la ciudad. Usted me comunicó que, a partir de ese día, recibiría sugerencias, peticiones e iniciativas desde la Municipalidad, para abrir nuevos proyectos. La realidad me demostraría después que aquellas palabras no tuvieron más recorrido que esa especie de "Cueva de Fausto", que desprende el edificio de la Municipalidad. No volví a tener noticias suyas. En todo el periodo, más de un año, no salió ninguna idea o iniciativa de su mesa de trabajo. Nada de nada.
Incluso, anticipándome a las posibilidades, yo había gestionado, por iniciativa propia, un acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona para realizar una acción importante de jornadas de trabajo, desde donde salieran nuevos retos, a partir de las experiencias de mi ciudad.
Esta acción se cerró en presencia de un concejal de su mayoría, en dependencias municipales de Barcelona. El financiamiento, unos 23 millones de pesos, correría a cargo de Barcelona. A pesar de mis requerimientos al caso, nunca se fue adelante por parte de Valparaíso en el proyecto. Otra oportunidad perdida.
Así pues, la ciudad que me había seducido me iba aportando decepciones a cargo de sus responsables políticos.
El resultado es que en toda la operación "Gaudí en Valparaíso", una de las más importantes acaecidas en los últimos años en su ciudad (lo dicen los medios y los espectadores), la Municipalidad que usted preside no ha estado presente, mirándolo todo de perfil.
No quiero pensar que en su contrato con su particular Mefisto haya una cláusula que lo impidiera. Mejor me quedo con la banal deducción de falta de perspectiva de su parte.
Afortunadamente, al mismo tiempo, el entusiasmo y tenacidad del Colegio de Arquitectos y el apoyo de instituciones como el Gobierno Regional, con eficacia e implicación, suplían el vacío.
La nueva izquierda, que usted dice representar en Chile, tiene como objetivo hacer desaparecer el máximo de fractura provocada por la injusticia social. Desde una municipalidad se puede incidir claramente. Por ejemplo, con acciones de microurbanismo que hagan la ciudad más "amable" con su ciudadanía, eliminando la contaminación visual publicitaria, racionalizando el transporte público, ordenando la venta ambulante, que cuando se convierte en libre significa la sacralización de infraempleos entre los colectivos más desfavorecidos: mujeres y jóvenes... de nuevo asignaturas pendientes, señor Sharp, querido alcalde.
La cultura, en palabras de su "pope" Yanis Varoufakis, es un ariete en la lucha contra esas injusticias sociales. "Gaudí en Valparaíso" es cultura y es también otra oportunidad perdida.
¡Ah, pero llegó la última semana de la exposición y nuestro alcalde apareció! Quizás lo lógico hubiera sido que su aparición fuera para reconocer su error ante su inexistente presencia y la de su gobierno en el proyecto, y para reconocer el trabajo de instituciones de la ciudad como el Colegio de Arquitectos o el Parque Cultural. Aprovecho para remarcar que el Parque es excelente, envidiable en su contenedor, contenidos y equipos de trabajo. Pero no, un personaje, contratado por mi empresa y con el cual tengo disputas profesionales derivadas de mi insatisfacción en el resultado de su trabajo, decidió enviarle una carta acusándome, falsamente y sin ningún fundamento, de obrar con gravedad. Se califica a mi empresa como defraudadora y falsificadora de documentos, entre otros epítetos. Es igual, un juez, por iniciativa mía, decidirá sobre las acciones de cada uno. Un juez de Barcelona, donde ambos litigantes residimos.
Esta disputa no debiera haberse convertido en protagonista de "Gaudí en Valparaíso". La exposición fue organizada, producida y presentada desde mi empresa, en un trabajo del que estamos contentos y que podría haber sido mejor si nuestros interlocutores del Colegio de Arquitectos hubieran aceptado los puentes de complicidad que les ofrecíamos. No siempre fue así, pero la expo se ha presentado con éxito. 40.000 personas en dos meses, un "ratio" de aceptación en la proporción visitantes/periodo/población mucho más elevado que la Tate Modern de Londres o el Guggenheim de Bilbao, por ejemplo. Por cierto, centros donde mi empresa ha trabajado en otras ocasiones.
Usted, en su única iniciativa, o al menos así me consta, hacia nuestra expo, decidió condenar a mi empresa, sin oírla antes, sin recabar información, sin conocer los antecedentes de hecho y de derecho. Querido alcalde Sharp, usted es abogado de formación: ¿quizás otra asignatura pendiente suya sea el Derecho Procesal?
Y lo que es más grave, hizo difusión del libelo y anunció medidas legales contra mi empresa, ni más ni menos que por daños a la imagen de Valparaíso. La imagen de su seductora ciudad y de sus gentes es sólida y, en todo caso, se acrecienta aprobando las asignaturas pendientes que usted tiene respecto a sus ciudadanos y de las que he hecho mención. Esas y muchas otras visibles. El único que ha dañado, a mi parecer, la imagen de la ciudad es usted con su frívola actuación. Estas últimas afirmaciones mías son una opinión hacia el alcalde, no al ciudadano. Una opinión y no una sentencia, como a usted tanto le gustan.
Alcalde Sharp: me voy triste de Valparaíso por su causa. Pero como profesional seguiré trabajando en su ciudad y en Chile, siempre que se requieran de mis servicios y experiencia, con buenas gentes, colaborando con conciudadanos suyos que a pesar de vivir muy lejos siguen sintiendo la ciudad con pasión.
A pesar suyo, dejo como resultado de mi trabajo una importante acción cultural mayoritaria. ¡Qué gozo ver disfrutar a los escolares con la arquitectura y la cultura!
Y también, mi amigo Fausto-Sharp, usted no conseguirá que les dé la razón a los que dicen que la "nueva izquierda" no es más que un movimiento populista.
Le deseo mucha suerte en su persona, como también a sus estimados ciudadanos.
Ellos la merecen de verdad.
Ángel Domínguez