Natalia Guerra pasará un máximo de tres años y dos meses en prisión
COLLIGUAY. Tribunal de Quilpué accedió a abonarle cerca de 655 días por el tiempo que permaneció privada de libertad.
Acasi un mes de que la Policía de Investigaciones (PDI) diera con el paradero de Natalia Guerra Jequier -la madre del lactante de sólo dos días de vida que en diciembre de 2012 fue incinerado como parte de un ritual cometido por la recordada Secta de Colliguay-, el Tribunal de Garantía de Quilpué dio a conocer una de las primeras resoluciones respecto a la sentencia a cumplir por la mujer.
Cabe recordar que tras una larga investigación que llevó adelante el Ministerio Público, en abril de 2017 Guerra fue condenada a cinco años de presidio efectivo por el delito de parricidio, en el contexto de la secta que lideraba en ese entonces Ramón Castillo Gaete -autodenominado Antares de la Luz-, quien luego se terminaría suicidando en Perú una vez que se destapó el macabro caso en la localidad quilpueína.
Sin embargo, la madre del bebé nunca se presentó a cumplir su condena y desde allí que se convirtió en una de las personas más buscadas por la PDI, hasta que dieron con ella.
Medidas cautelares
El lunes de esta semana se llevó a cabo una audiencia en el Tribunal de Garantía de Quilpué que tenía como objetivo revisar en cuánto quedaría finalmente la condena de cinco años, al rebajarle todo el tiempo que estuvo privada de libertad mientras se desarrollaba la investigación.
Así, de acuerdo al certificado que presentó la unidad de causas de dicho juzgado, Natalia Guerra permaneció en prisión preventiva un total de 328 días (casi once meses), entre el 25 de abril de 2013 y el 18 de marzo de 2014.
Luego de ello, entre el 19 de marzo y el 21 de abril de ese mismo año, la medida cautelar fue reemplazada por un arresto domiciliario total. Sin embargo, fue el arresto domiciliario parcial nocturno -entre las 22 y las 6 de la mañana- la principal restricción que mantuvo la mujer, específicamente entre el 22 de abril de 2014 y el 12 de septiembre de 2016.
Por lo mismo, el juez Milenko Grbic, del Tribunal de Quilpué, acogió la solicitud presentada por la defensa de Guerra -a cargo del abogado particular Sebastián Soto-, y concedió abonar dicho periodo de tiempo a la condena, ordenando realizar la conversión pertinente "a objeto de que no exista duda por parte de ninguno de los intervinientes".
Abono de 22 meses
De acuerdo a los cálculos estimados por cada día que pasó la mujer en prisión preventiva y con arresto domiciliario total y parcial, se concluyó que ya tendría a su favor un total de 655 días, es decir, casi 22 meses, por lo que sólo le restaría cumplir en prisión poco más de 38 meses (1.170 días, en rigor).
Sin embargo, también existe la posibilidad de que Guerra no tenga que cumplir esos tres años y dos meses directamente en prisión. Esto, considerando que su anterior abogado, el defensor regional de Valparaíso, Claudio Pérez, aseguró que al cumplir dos tercios de la pena podría solicitarse una libertad vigilada a su favor.
En ese escenario, la madre del lactante sólo tendría que permanecer un año y medio (18 meses) en la cárcel para poder optar a ese beneficio. De esta forma, podría abandonar la prisión cerca de febrero de 2021, aunque todo dependerá de un informe psicosocial de la condenada y de su comportamiento penitenciario.
Diligencias de la pdi
La búsqueda de Natalia no fue una tarea fácil para la PDI. De acuerdo a lo que relató en esa oportunidad el jefe (s) de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (BIPE) Metropolitana, comisario Juan Pardo, lograron dar con el paradero de ella a través de su pareja, identificado como Esteban.
Concretamente, un mes antes se pudo comprobar que el hombre había realizado una videollamada con Natalia desde el Aeropuerto de Santiago, por lo que un grupo de funcionarios decidió seguirlo hasta comprobar que vivía en una parcela en Isla de Maipo.
Sin embargo, hasta allí no tenían la certeza de que ella también residía en esa vivienda, por lo que decidieron analizar los restos domiciliarios hasta encontrar distintas notas manuscritas, las que al ser sometidas a un peritaje caligráfico coincidieron con los documentos que Natalia había firmado antes de escapar.
Con eso, obtuvieron una orden de entrada y registro que les permitió volver a encontrarse con la mujer, quien mantenía un aspecto distinto e incluso solía llamarse como Constanza Etcheberry. Desde ese día que se encuentra recluida en el Centro Penitenciario Femenino de Santiago.
"Se accede a la solicitud de la defensa, en términos de abonar aquellas cantidades de tiempo que permaneció privada de libertad"
Tribunal de Quilpué