Historias de amor que marcaron la vida de las dos únicas mujeres "core" de Valparaíso
Región. Sandra Miranda y María Cristina Pizarro revelan cómo llegaron a la política, y algo más.
Qué tienen en común las vidas de las dos únicas integrantes del Consejo Regional (Core) de Valparaíso. Además de ser mujeres en el mundo de la política, podría parecer que son pocas las cosas que las podrían unir. Pero la verdad, es que sus historias de amor de juventud marcaron lo que son hoy sus vidas en el mundo de lo público.
Sandra Miranda (PPD) es representante en el Core por la provincia de Los Andes, mientras que María Cristina Pizarro (DC) lo hace por la provincia de Isla de Pascua. Sin embargo, originalmente, ninguna de ellas estaba relacionada con estos territorios.
Sandra vivía en Punta Arenas y, siguiendo un amor, terminó en Santiago. Luego, ante la enfermedad de un hijo, privilegió el clima y el aire menos contaminado de Los Andes. Allí se hizo conocida por una activa vida comercial, posteriormente como esposa del gobernador de la época y también como concejala durante dos periodos.
Y María Cristina Pizarro es oriunda del Puerto de Valparaíso y, también siguiendo un amor, terminó en la isla de Pascua. Allí, a pesar de una mujer del continente, desarrolló una activa participación como dirigente social, acompañando siempre a su pareja Rapa Nui. Primero desempeñó un rol político como secretaria de su esposo, para finalmente seguir un camino independiente y representar a los isleños en el Consejo Regional.
Hoy ambas son una más al interior del Core de Valparaíso, aunque reconocen que sus colegas las tratan con un cariño muy especial por ser las únicas mujeres en el órgano colegiado, el cual está compuesto por 28 integrantes. Es decir, el peso femenino en el Consejo Regional es de solo un 7%.
HISTORIAS DE AMOR
Sandra Miranda era menor de edad cuando se enamoró de quien luego sería su esposo, y padre de sus dos hijos. Vivía en las frías tierras de Punta Arenas. "Me mandaron 6 meses a Ecuador y después me vine. Me tenían que separar porque mi papá encontraba que yo no me podía casar a los 18 años. Según él, a esa edad no se tenía la capacidad para discernir algo tan importante como el matrimonio". Obviamente después volvió y se casó.
Estudió comercio exterior y empezó a trabajar en la capital. Allí nacieron sus dos hijos, y el mayor sufrió un severo cuadro de bronquitis asmática. La decisión fue irse a Los Andes. "Allí hicimos nuestra vida y hoy me siento andina". Cuenta que por esas cosas de la vida, cuando su esposo era gobernador, "me postulo como concejala y salgo, y después me vuelvo a repostular y saco una súper votación". En 2008 postuló para alcaldesa pero pierde ante el alcalde en ejercicio.
"Sé lo que es ganar, sé lo que es perder. En lo afectivo también me ha tocado pasarla de repente con pena", recordando la pérdida de su madre a muy corta edad, la pérdida de un hijo -nonato-, y la separación de su pareja.
Cuenta que en 2009 se transformó en core, un rol que le apasiona. "Desde el punto territorial se te abre un mundo, y uno tiene posibilidad de cambiar las cosas".
Fiesta
Al igual que su colega, María Cristina Pizarro rondaba los 18 años cuando se enamoró de quien sería su futuro esposo. "Mi familia tuvo una postura no muy buena porque ellos no conocían la realidad de la isla, no sabían a qué iba…yo soy de Valparaíso, tenía 18 años; pero él tenía 23 años y nos casamos el año 1966 por el civil, y el 67 viajamos a Pascua".
Recuerda que se conocieron en una fiesta "de un bautizo de mi hermano mayor, de la familia de parte de la señora. No sé como llegó él ahí. Luego íbamos a la playa y nos fuimos conociendo más".
Fue un cambio brusco, recuerda, porque en ese tiempo la isla no gozaba de un tratamiento especial. Rememora que en 1967 la aerolínea Lan Chile no llegaba a la isla, así que llegó a Rapa Nui embarcada en el último viaje con pasajeros que hizo la nave Navarino.
Su esposo es un político de toda la vida, y fue concejal en dos periodos, uno con el apoyo de la DC y otro por el Partido Humanista. María Cristina fue su mano derecha en ese ámbito, y también fue secretaria de la Junta de Vecinos Hanga Roa, y así llegó a ser muy conocida en la etnia. Hoy se siente una más.
Desde 2005 es consejera regional, y éste es su segundo periodo, y se muestra feliz.
Expone que por participar en un organismo colegiado de carácter regional, "es lógico que un consejero tiene que apoyar también a toda la región", pero subraya que "cuando estoy aquí como consejera regional soy Rapa Nui, porque peleo por las cosas de la isla. Es que en la isla tengo a mis hijos y tengo a mi nieto, así que yo tengo que luchar porque tengo mis raíces".
"Con el machismo el hombre se cree mucho más inteligente que una mujer, ellos creen que son más capaces. Y dicen qué hace ésta, "oye ándate pa" la casa"...para qué estamos con cosas"
María Cristina Pizarro
Core (DC)
Impactos del crecimiento en Pascua
A la hora de mirar qué está pasando en la vida de Rapa Nui, y cómo el crecimiento poblacional y turístico ha afectado al ecosistema, expuso que hay impactos en la recolección de langostas y de "caracol pure" (pequeña concha utilizada para collares), que han reducido su presencia en la zona. Por eso, valoró dos proyectos que se han puesto en marcha con el apoyo del Core, y con la ejecución de la Universidad Andrés Bello.