Jorge Ormeño sonríe al escuchar que la primera pregunta es referente al Clásico Porteño del próximo 27 de abril en Quillota y no del duelo de este sábado ante San Marcos de Arica en el mismo estadio Lucio Fariña. "Aún no pienso en el clásico, por ahora estoy totalmente concentrado en el partido de este fin de semana y en alcanzar una mayor regularidad jugando como locales", asegura el volante, mientras vuelve a ser consultado por las 325 entradas que los hinchas porteños recibirían por parte de los viñamarinos.
"Sería precipitado pelear y hablar por cosas que aún no suceden", insiste sin retirar la sonrisa de su rostro y recordando que hace ocho años que no enfrenta a los oro y cielo con la camiseta del Decano: "No te niego que todos lo estamos esperando, pero por ahora no sirve de nada entrar en los dimes y diretes".
Ormeño solo quiere hablar de los ariqueños y apuesta por el triunfo, asegurando que tras la "dura" derrota ante Antofagasta en el último partido de Wanderers como local, se sacaron importantes conclusiones.
"Esa caída fue muy dolorosa. Sacando ese partido me parece que habíamos encontrado el camino adecuado... nos estábamos viendo muy sólidos pero caímos en el juego de ellos", explica, admitiendo que "lo mejor del último empate ante Rangers fue que recuperamos la solidez defensiva".
¿El camino para no repetir los errores en Quillota? "Ante San Marcos tenemos sumar. Dejar los puntos de local nos ha privado de estar más arriba en la tabla de posiciones. No le hemos tomado la mano a jugar de local", sostuvo el oriundo de Gómez Carreño, añadiendo que "por ahí nosotros tenemos buenos jugadores cuando hay los espacios en las canchas visitantes, pero cuando nos dejan la iniciativa nos cuesta. Nos afecta llegar como favoritos al partido, nos volvemos locos porque no hemos logrado sacar adelante la presión de ser locales".
Con la misma sinceridad, Jorge Ormeño también confiesa que "en estos momentos el hincha nos transmite su propia ansiedad".
"Es de esperar que ante San Marcos la gente vaya con paciencia al estadio, como en el final del torneo pasado en donde pasara lo que pasara nos tiraban para arriba... hoy sentimos la crítica y eso nos desespera y pasa la cuenta", admite el mediocampista.
MÁS TRANQUILOS
MÁS TRANQUILOS
Jorge Ormeño reconoce que la lesión muscular sufrida a comienzos de temporada le impidió alcanzar su mejor nivel en un periodo más corto de tiempo, aunque asume su importancia, tanto dentro como fuera de la cancha entre los dirigidos por Ivo Basay.
"Espero seguir siendo importante", admite el volante, quien durante toda la conversación asegura que para él lo clave tiene que ver con el rendimiento colectivo por sobre el individual.
"Mi objetivo es andar bien, seguir jugando y aportando a Santiago Wanderers... lo que más espero es que la campaña satisfaga las expectativas de todos", señala, lamentando la ausencia del argentino Leandro Torres en gran parte de lo que va esta campaña y a quien Ormeño considera "clave": "es uno de esos jugadores distintos y que en poco espacio hacen cosas que a nosotros nos cuesta mucho más... saben salir de partidos cerrados como sucedió en Iquique".
Respecto de la mayor tranquilidad que en el vestuario verde se disfruta en comparación con la temporada pasada, el calvo mediocampista advierte que "quizás en el tema del descenso hay una mayor serenidad, pero nadie está satisfecho por lo que hemos realizado, especialmente porque hemos estado muy cerca de optar a una mejor posición en la tabla".
"Es de esperar que la gente vaya con paciencia al estadio, como en el final del torneo pasado... hoy sentimos la crítica y nos desespera"
Jorge Ormeño
Volante de Wanderers
Torres es baja y Godoy fue intervenido
El argentino Leandro Torres seguirá siendo baja en Santiago Wanderers. El ex volante de Newell"s Old Boys no ha logrado recuperarse de un desgarro que probablemente lo mantendrá marginado de las canchas por los próximos dos encuentros del torneo, mientras que otro que tampoco podrá ser considerado para la recta final del certamen es el defensa Éric Godoy, quien fue sometido a una doble intervención quirúrgica, en la rodilla y el tobillo, debido a dolencias que el zaguero venía arrastrando desde hace bastante tiempo y que siempre había postergado.