Perros vagos
El alcalde de Valparaíso declara que existen más de sesenta mil perros vagos en la ciudad y, por otro lado, en una comuna vecina existe un ser humano aquejado de hidrofobia o rabia después de ser mordido por un perro.
No cabe duda que estamos pronto a sufrir una epidemia o plaga si no se toman drásticas medidas antes de que sea demasiado tarde. La autoridad ha comenzado a prevenirla con un paliativo: promoviendo que perros y gatos con dueños sean vacunados, pero no quiere enfrentar lo que dolorosamente se debe hacer: aplicar la eutanasia inmediata a los perros vagos, así como se atacan las pandemias, en estado de emergencia.
No quiero pensar mal, pero pareciera que en épocas de elecciones no es conveniente actuar y motivar la emotividad sensiblera de los electores. Así solo tendremos una reacción en enero del próximo año. Dios quiera no sea demasiado tarde. Toda la vida he tenido un perro, quiero mucho a mi perro, pero es más importante mi prójimo.
Marcos Concha Valencia
Parlamentarios
Si el Congreso Nacional fuera una empresa privada, funcionaria con 1/3 de los actuales parlamentarios, el directorio pondría en la gráfica eficiencia v/s eficacia para justificar su dotación. Aún así, hay parlamentarios care" palo que quieren aumentar en número de integrantes.
Luis Toledo Valdés
Problemas en Viña del Mar
La alcaldesa de Viña del Mar insiste en que la comuna es una ciudad bonita. Sin duda que potencialmente lo es y en su momento lo fue. Sin embargo ahora las calles están llenas de hoyos que no se tapan (Viña del Mar Alto, Agua Santa, Diego Portales, Traslaviña, por ejemplo), los árboles mal podados, se construyen edificios que tapan a otros y a antiguas viviendas que alguna vez tenían vista y sol (barrio Recreo, Viña del Mar Alto).
Cuando llueve escurre material de construcción cerro abajo, innumerables calles y avenidas cortadas o con tránsito parcial. Los que vivimos en cerros tenemos una experiencia desconocida hasta ahora: un enorme aumento de vehículos que generan tacos interminables, especialmente en horas peak, para "bajar" de nuestras casas: Traslaviña, Diego Portales y Agua Santa no dan abasto. También hay camiones que circulan a gran velocidad por los cerros, esquivando hoyos y dejando caer arena y piedrecillas de sus cargas. Desafortunadamente, la ciudad se está haciendo fea y poco acogedora.
¿Se podrá hacer algo para regular la construcción en altura? ¿Hasta cuándo se saturarán las calles en nuestros cerros? Los que vivimos hace más de 20 años en sectores residenciales de la ciudad estamos sufriendo y con ganas de no salir de nuestros hogares. Ya es hora que se haga algo por nuestros barrios.
Victoria Novik Assael
Mal estado de Agua Santa
¿Qué pasa con Agua Santa que ningún organismo público se digna a repararla y dejarla como una verdadera vía y no como un camino lleno de cráteres que ponen en serio riesgo la vida de quienes transitamos por ella?
Salvador Gutiérrez
Vulneración
De nueve e-mails enviados el pasado miércoles 14 a puntuales actores políticos recordando la vigencia del art. 51 de la Constitución Política, aplicable a diputados que se presentan a la reelección por un distrito distinto al que están representando, agradezco al diputado Osvaldo Andrade, presidente del PS, su respuesta: "Lo tendré presente", respecto a la eventual candidatura por el Distrito 22, Santiago Centro, del diputado Marcelo Díaz, que lo es hasta marzo de 2014 por el Distrito 7, La Serena, donde tiene su residencia "por el solo ministerio de la ley" mientras se encuentre en ejercicio de su cargo, no pudiendo, en consecuencia, acreditar una en el Distrito 22.
El Servel, por la misma vía, acusó recepción e informó tener un plazo de cinco días para responderme.
No obstante la consciencia plena tenida sobre la vigencia del art. 51, se estaría infringiendo, una vez más, nuestra Carta Fundamental, por quienes están llamados a respetar y cumplir la Constitución.
Jorge Saavedra Moena
Bilingües
En un zoológico de China mostraban como leones africanos a unos perros debidamente disfrazados como tales. Toda la magia se acabó cuando los felinos empezaron a ladrar. Se les terminó el negocio a los dueños del zoo, a quienes les faltó la típica "viveza del chileno" de anunciar a los supuestos leones como bilingües.
Luis Enrique Soler Milla