Piden endurecer sanciones a Siria y EE.UU. indaga armas químicas
Crisis. ONU urgió a Damasco garantizar acceso a los lugares atacados.
Tras las nuevas acusaciones contra el régimen sirio de Bashar al Assad por el uso de armas químicas, varios países exigen una postura más firme contra Damasco, entre ellos Francia, que a través del ministro de Asuntos Exteriores Laurent Fabius pidió una respuesta "de fuerza".
Si bien Fabius excluyó intervenir por tierra, dijo que "hay formas de contratacar". El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, consultó ayer con la oposición siria y con aliados internacionales acerca de los reportes sobre el uso de armas químicas en Siria, información que, de confirmarse, constituiría una "escandalosa y flagrante escalada" en el conflicto, dijo su portavoz.
El Gobierno sirio negó haber utilizado, el miércoles, gas venenoso cerca de Damasco. Los activistas rebeldes publicaron sin embargo videos en los que se ve a niños muertos sin que se aprecie ninguna lesión o herida externa.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió ayer la inmediata investigación del presunto empleo de gas venenoso. "Estos hechos deben ser investigados sin dilaciones", dijo ayer un portavoz de Ban en Nueva York. Una solicitud correspondiente de la ONU ya fue enviada a Damasco.
En su misiva, Ban llamó al Gobierno sirio a garantizarle a los inspectores de la ONU acceso a los lugares afectados. Asimismo, encomendó a la encargada de Desarme de la ONU, la alemana Angela Kane, que viaje nuevamente a Siria. Lo que se desconoce por ahora es si Damasco accederá a que los expertos en armas químicas de la ONU en la capital siria accedan a investigar lo ocurrido.
Reino Unido y otros 36 países firmaron una carta demandando acceso para los inspectores como "una cuestión urgente". La respuesta de la ONU se ha visto frenada por Rusia y China, aliadas de Siria. En la reunión del miércoles no se pudo llegar a consensuar una declaración conjunta por escrito.
Denuncian nuevos ataques aéreos
Los opositores sirios informaron ayer de nuevos ataques aéreos contra poblaciones ubicadas al este de Damasco. En esa zona murieron el miércoles cientos de civiles. Según coincidieron en señalar varios comités revolucionarios, murieron más de 600 personas. En un principio se habló de 1.360 muertos. Por ahora no hay más datos concretos. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha podido identificar con nombre y apellidos a 170 víctimas.