Redención de la grasa: no sería tan dañina para el corazón
estudio. Científico critica "obsesión" médica con el colesterol y advierte que grasas de leche, el queso y carne no son malas.
Las grasas saturadas de la mantequilla, el queso o las carnes rojas no serían tan perjudiciales para el corazón como se creía y repetía incesantemente hasta ahora, de acuerdo con un estudio publicado ayer en la revista médica British Medical Journal (BMJ).
La investigación estuvo a cargo de Aseem Malhotra, uno de los cardiólogos más prestigiosos del Reino Unido y especialista del Hospital Universitario de Croydon (Londres).
En su artículo, Malhotra afirma que el consumo de productos bajos en grasa ha incrementado "paradójicamente" el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Según el especialista, la gente consume todo tipo de productos desnatados pensando que son mejores para la salud o que ayudarán a perder peso, pero en realidad muchos de ellos contienen grandes cantidades de azúcares añadidos.
La explicación es que la industria alimentaria sustituye las grasas eliminadas en los alimentos por azúcares y edulcorantes ya que la comida libre de grasa sabe peor, añadió Malhotra.
No obstante, prosiguió el experto, es necesario distinguir entre las llamadas "grasas trans" (grasas que se encuentran en la comida rápida, pastelería y margarina), que son perjudiciales, y las grasas de la leche, el queso y la carne, que son distintas pues no son malas para la salud.
fijación médica
El especialista criticó la "obsesión" médica con los niveles de colesterol, que ha llevado a millones de personas a tomar un exceso de medicamentos con "estatinas" para reducir la cantidad de grasas perjudiciales en la sangre.
Para esto, el cardiólogo recomienda que las personas con riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares tomen una dieta mediterránea rica en pescado, aceite de oliva, verduras y frutos secos.
Esta teoría ha sido respaldada por otros expertos como David Haslam, Jefe del Foro Nacional sobre la Obesidad, quien afirmó que la evidencia científica está demostrando en la actualidad que los carbohidratos refinados y el azúcar son en realidad los culpables del aumento de la grasa en sangre.