Megapuerto en la Región de Valparaíso
El nuevo terminal denominado "Terminal Cerros de Valparaíso" (TCVAL), tendrá una capacidad de transferencia estimada de 1 millón de TEUS, presentando un frente de atraque de 725 metros y un área de respaldo de 9,1 has. La empresa OHL Concesiones Chile S.A. que se adjudicó el proyecto, invertirá alrededor de US 500 millones para construir el puerto, lo que permitirá duplicar la capacidad de transferencia de carga del Puerto de y su concesión es de 30 años. Para el puerto de Valparaíso este es un gran avance de infraestructura habilitante, que le permitirá mantener su hegemonía como el principal puerto chileno.
El concepto de Ciudad Puerto implica sinergia entre el desarrollo de la actividad portuaria y los beneficios que obtiene la ciudad que lo alberga. Valparaíso debe desarrollarse en armonía con el crecimiento portuario, tanto en lo económico, cultural y urbanístico. La pregunta natural es cuál es el benéfico que obtiene la ciudad en todas estas importantes inversiones. Valparaíso es una comuna pobre que alberga un puerto, y requiere mucho apoyo de sus factores productivos para su desarrollo. Lo anterior, hace imprescindible proyectar la ciudad del futuro, mediante un plan estratégico, que permita obtener externalidades de las inversiones en el marco de un crecimiento armónico.
Para lograrlo, es necesario que el Plan Maestro del puerto no solo considere la infraestructura portuaria, sino también un modelo de negocios que permita la integración de la ciudad como parte de los activos del puerto. Actualmente el mayor beneficiario de esta actividad es el gobierno central y los concesionarios de los terminales marítimos, ya que todas las utilidades de esta actividad no se destinan a la ciudad.
En el mundo existen buenos ejemplos del desarrollo de ciudades puertos, en la 10a Conferencia Internacional de Ciudades y Puertos en Sydney, Australia, se acordaron algunos principios rectores como asegurar la coherencia de los proyectos en los territorios de las ciudades y regiones portuarias; tratar las interfaces portuarias desde el punto de vista del carácter mixto; respetar los equilibrios entre ciudad portuaria y medio ambiente; reforzar la cohesión social y dinamizar el empleo; favorecer desarrollos económicos portuarios y urbanos innovadores, y cooperar entre ciudades portuarias.
Bajo este contexto, se hace necesario planificar el Valparaíso del 2030 como una ciudad portuaria y polo de desarrollo regional, de lo contrario tendremos una ciudad que se reflejará como el patio trasero de un megapuerto, sin ningún control de su destino.