El ministro de Economía español, Luis de Guindos, se mostró ayer "convencido" de que la economía de su país crecerá en 2014, aunque advirtió que España, para consolidar esta recuperación, deberá mantener un ritmo adecuado de reducción del déficit y culminar el proceso de reestructuración del sector bancario.

Durante su intervención en las jornadas económicas de S"Agaró, De Guindos recordó que a finales del año 2010 se empezó a hablar de "brotes verdes", ya que parecía que 2011 iba a ser un año de recuperación.

Sin embargo, la realidad fue muy diferente y la economía española volvió a caer en el segundo trimestre de 2011, en parte por las dudas existentes sobre el sistema financiero y el déficit de la balanza de pagos.

La situación de España es ahora muy distinta a la de hace dos años, aseguró De Guindos, ya que se ha producido una mejora de la balanza de pagos, se ha logrado reestructurar y sanear la banca, se ha reducido el déficit público y se ha logrado mejorar la competitividad.

"Tenemos una situación muy diferente. Por eso creo que el año próximo sí vamos a tener crecimiento positivo", afirmó De Guindos, citado por la agencia EFE.

El ministro considera que la mejora de la economía española es innegable y que la percepción del país en el exterior ha mejorado considerablemente.

En su opinión, a ello hay que añadir que la inversión doméstica "empieza a repuntar" y que existe una cierta estabilización del consumo.

Pero, a pesar de todos estos factores positivos, el titular de Economía subrayó que España debe seguir haciendo los deberes y profundizar en dos aspectos prioritarios.

Por un lado, el país europeo debe avanzar en la reducción del déficit y, por otro, materializar la reforma del sistema financiero.

De Guindos prevé que antes de fin de año se privatizará el gallego NCG Banco y que el próximo año se lleve a cabo la subasta de CatalunyaCaixa. "Después quedará el tema de Bankia", apuntó.

nueva reforma laboral

El ministro adelantó en el encuentro que el Gobierno de Mariano Rajoy prepara una segunda reforma laboral que pretende simplificar las modalidades de contratación y flexibilizar los contratos a tiempo parcial en España.

La primera reforma laboral, aprobada por el Ejecutivo de Rajoy en 2012 en medio de una gran polémica, abarató y facilitó el despido en España.

De Guindos consideró que funcionó "de forma muy positiva", aunque reconoció que la tasa de desempleo en el país, de casi un 26%, sigue siendo "inaceptable".

La segunda fase de esta reforma laboral, que pretende "perfeccionar" la primera, está incluida en el programa nacional de reformas que España envió a Bruselas, en respuesta a la presión de la Unión Europea (UE) para cumplir con los límites de deuda pública y déficit.

Ayer, el ministro de Industria, Energía y Turismo español, José Manuel Soria, dijo que con respecto a hace un año, la percepción de los inversores extranjeros sobre la economía española es "como la noche y el día", lo que confirma que la recuperación económica es "un camino de no retorno".

José Manuel Soria manifestó, en su intervención en el debate "Estamos en marcha", organizado por el partido PP en una sociedad agraria de Tenerife, que hace sólo un año los fondos de inversión internacionales preguntaban "a qué espera España para pedir auxilio a la UE y al Fondo Monetario Internacional".

España ha salido de la recesión de una forma todavía débil con un aumento en un 0,1% en el PIB que es "poco, pero muy importante, porque refleja que estamos en la buena dirección", lo que no implica caer "en triunfalismo ni autocomplacencia", manifestó Soria.