"Vamos a tener que entrar a torturarlos nomás… te vamos a cortar un dedo poh hueón". Estas palabras fueron parte de las amenazas que, según el ingeniero civil Carlos Salazar, recibieron él y los integrantes de su familia al momento de ser asaltados por tres individuos en su vivienda ubicada en la calle Los Cedros de Bosques de Montemar, en Concón.

El hecho se registró cerca de las 22.15 horas del viernes, horario en el cual los antisociales, premunidos de armas de fuego, irrumpieron en el inmueble, intimidando a los dueños de casa, la hija embarazada del matrimonio y el hijo de ésta de tan solo cinco años.

Pensé en una broma

De acuerdo a lo informado por Salazar a este Diario, cuando estaba en el baño y su esposa en el dormitorio, sintió un ruido y vio cómo apuntaban a su mujer.

"Siento que alguien habla fuerte, miro y hay una persona apuntándola con una pistola, un tipo con un pasamontañas. Primero pensé que era uno de mis amigos, que esto era una broma, salgo riéndome pero él se da vuelta y me apunta, y luego llegó otro más pequeño y nos lanzan al suelo", contó aún impactado.

En ese momento son amarrados de pies y manos y bajo fuertes amenazas les preguntan si hay más personas en el domicilio, por lo que los dueños de casa les informaron que hay otras dos personas, una mujer de 33 años embarazada y su hijo de cinco años.

"Subieron a buscarlos y llegaron con ellos abajo. Dijeron: "Hay que amarrarlos", y nosotros les dijimos que cómo iban a hacer eso si está embarazada. Insistimos, pero la dejaron amarrada, mientras que al niño lo dejaron en la cama", explicó Carlos Salazar.

Ya con la familia maniatada, los tres delincuentes comenzaron a solicitar violentamente que les entregaran las joyas, dinero en efectivo, las armas de fuego y dónde estaba la caja fuerte de la casa.

"Eran muy violentos y muy amenazantes. En todo minuto decían que les estábamos mintiendo, que no queríamos entregar las cosas. Ahí comenzaron a decirnos que nos iban a torturar. "Los vamos a torturar, te vamos a cortar un dedo poh hueón", me dijo uno, y otro decía: "Córtale el dedo nomás, no estamos para preguntas, córtaselo no más", y se ponía detrás mío y me apretaba las manos y las muñecas", narró el dueño de casa.

Además, golpearon con puntapiés a su esposa al momento de preguntarle por las joyas y otros objetos de valor.

Amenazas de muerte

Como no obtenían lo que querían, los delincuentes los amenazaron de muerte.

"Uno de ellos dijo: "Voy a revisar la casa, si encuentro una persona más, te mato; si no encuentro joyas o una caja de fondos, te mato. Te voy a dar diez segundo para que lo pensí, si no respondí, voy a revisar la casa y te mato; si me mentiste, te mato", relató con estupor.

Posteriormente, lo levantaron y llevaron a recorrer el domicilio en busca de objetos de valor, siempre bajo amenazas de muerte.

Según precisó Carabineros de Concón, la mujer embarazada habría sido objeto de tocaciones por parte de uno de los delincuentes. "Ella nos contó después, no lo vimos porque ella estaba arriba de la cama, pero dijo que la habían manoseado. Incluso amenazaron con llevársela a ella o al niño, pero finalmente no se concretó", confirmó Salazar.

Botín

Finalmente, y tras permanecer por cerca de media hora al interior del domicilio, los tres antisociales pidieron las llaves de los vehículos para poder escapar.

En la residencia habían tres vehículos, un Mercedes Benz, una camioneta Dodge, ambos automáticos, pero finalmente optaron por un automóvil marca MG, mecánico, al que cargaron parte de las especies sustraídas.

Según los dueños de casa, los sujetos se llevaron dos computadores, un iPad, teléfonos celulares, dinero en efectivo y joyas, todo avaluado en cerca de 8 millones de pesos.

Tras liberarse de sus amarras dieron aviso a Carabineros, concurriendo al lugar personal de la unidad policial de Concón, efectivos del Laboratorio de Criminalística (Labocar) de la policía uniformada y funcionarios del Servicio de Investigaciones Policiales (SIP).

Gracias al servicio GPS de unos de los teléfonos robados se logró seguir al vehículo en el cual huyeron los antisociales, siendo ubicado en horas de la madrugada en un sitio eriazo cercano a una población de Villa Alemana.

Por tal motivo los operativos policiales también se focalizaron en esa comuna.

Sospechas

Algo que llamó la atención del dueño de casa fue la forma silenciosa como ingresaron los delincuentes al domicilio, ya que no rompieron un vidrio o forzaron una puerta.

"Yo creo que ingresaron por la puerta de entrada, con llave. Las puertas estaban cerradas, en el exterior no hay nada que se hubiera movido, estaba todo intacto. Creo que entraron por la puerta principal", manifestó Roberto Salazar.

El afectado informó a carabineros que durante la semana renunció la exasesora del hogar y que el vehículo fue encontrado en Villa Alemana, ciudad donde tendría residencia la mujer.

"Yo tengo sospechas de una empleada que se había ido exactamente ayer (viernes). Ella dijo que se iba a trabajar a Santiago, donde un tío, información que se la di a carabineros. El auto fue encontrado allá, en un cerro cerca de una quebrada, ahí lo dejaron y coindice con el domicilio que nos había dado la empleada", indicó Salazar.

Sector tranquilo

La familia explicó que el sector es tranquilo y que tampoco tenían antecedentes de hechos similares que hubiesen ocurrido en otras viviendas.

"Cerca nuestro nunca, no había pasado nada. Hace algunos años se había producido una ola de asaltos y robos, pero en este sector nunca nos habían robado", puntualizó Carlos Salazar.

Cabe recodar que en octubre de este año, personal de Carabineros de la Quinta Comisaría de Viña del Mar detuvo en horas de la madrugada a tres de seis miembros de una banda delictual que deambulaba armada por Bosques de Montemar con implementos para cometer robos a viviendas.

Sensación de vulnerabilidad

El dueño de casa, Carlos Salazar, explicó que tras este traumático evento quedó con una sensación de vulnerabilidad, pero que pese a este episodio no optará por tener un arma en el domicilio, ya que incluso puede ser más peligroso. "Uno queda en una vulnerabilidad absoluta, pero creo que no tiene sentido tener armas. Yo no tengo armas y ellos siempre me preguntaban si tenía armas. Pero ni con armas uno puede enfrentar algo así que llega de sorpresa. Tendría que haber andado cargando el arma en el bolsillo. Eran tres personas armadas, no se puede hacer mucho. Si querían ingresar lo habrían hecho igual", comentó.

"Vamos a tener que entrar a torturarlos nomás… te vamos a cortar un dedo poh hueón". Estas palabras fueron parte de las amenazas que, según el ingeniero civil Carlos Salazar, recibieron él y los integrantes de su familia al momento de ser asaltados por tres individuos en su vivienda ubicada en la calle Los Cedros de Bosques de Montemar, en Concón.

El hecho se registró cerca de las 22.15 horas del viernes, horario en el cual los antisociales, premunidos de armas de fuego, irrumpieron en el inmueble, intimidando a los dueños de casa, la hija embarazada del matrimonio y el hijo de ésta de tan solo cinco años.

Pensé en una broma

De acuerdo a lo informado por Salazar a este Diario, cuando estaba en el baño y su esposa en el dormitorio, sintió un ruido y vio cómo apuntaban a su mujer.

"Siento que alguien habla fuerte, miro y hay una persona apuntándola con una pistola, un tipo con un pasamontañas. Primero pensé que era uno de mis amigos, que esto era una broma, salgo riéndome pero él se da vuelta y me apunta, y luego llegó otro más pequeño y nos lanzan al suelo", contó aún impactado.

En ese momento son amarrados de pies y manos y bajo fuertes amenazas les preguntan si hay más personas en el domicilio, por lo que los dueños de casa les informaron que hay otras dos personas, una mujer de 33 años embarazada y su hijo de cinco años.

"Subieron a buscarlos y llegaron con ellos abajo. Dijeron: "Hay que amarrarlos", y nosotros les dijimos que cómo iban a hacer eso si está embarazada. Insistimos, pero la dejaron amarrada, mientras que al niño lo dejaron en la cama", explicó Carlos Salazar.

Ya con la familia maniatada, los tres delincuentes comenzaron a solicitar violentamente que les entregaran las joyas, dinero en efectivo, las armas de fuego y dónde estaba la caja fuerte de la casa.

"Eran muy violentos y muy amenazantes. En todo minuto decían que les estábamos mintiendo, que no queríamos entregar las cosas. Ahí comenzaron a decirnos que nos iban a torturar. "Los vamos a torturar, te vamos a cortar un dedo poh hueón", me dijo uno, y otro decía: "Córtale el dedo nomás, no estamos para preguntas, córtaselo no más", y se ponía detrás mío y me apretaba las manos y las muñecas", narró el dueño de casa.

Además, golpearon con puntapiés a su esposa al momento de preguntarle por las joyas y otros objetos de valor.

Amenazas de muerte

Como no obtenían lo que querían, los delincuentes los amenazaron de muerte.

"Uno de ellos dijo: "Voy a revisar la casa, si encuentro una persona más, te mato; si no encuentro joyas o una caja de fondos, te mato. Te voy a dar diez segundo para que lo pensí, si no respondí, voy a revisar la casa y te mato; si me mentiste, te mato", relató con estupor.

Posteriormente, lo levantaron y llevaron a recorrer el domicilio en busca de objetos de valor, siempre bajo amenazas de muerte.

Según precisó Carabineros de Concón, la mujer embarazada habría sido objeto de tocaciones por parte de uno de los delincuentes. "Ella nos contó después, no lo vimos porque ella estaba arriba de la cama, pero dijo que la habían manoseado. Incluso amenazaron con llevársela a ella o al niño, pero finalmente no se concretó", confirmó Salazar.

Botín

Finalmente, y tras permanecer por cerca de media hora al interior del domicilio, los tres antisociales pidieron las llaves de los vehículos para poder escapar.

En la residencia habían tres vehículos, un Mercedes Benz, una camioneta Dodge, ambos automáticos, pero finalmente optaron por un automóvil marca MG, mecánico, al que cargaron parte de las especies sustraídas.

Según los dueños de casa, los sujetos se llevaron dos computadores, un iPad, teléfonos celulares, dinero en efectivo y joyas, todo avaluado en cerca de 8 millones de pesos.

Tras liberarse de sus amarras dieron aviso a Carabineros, concurriendo al lugar personal de la unidad policial de Concón, efectivos del Laboratorio de Criminalística (Labocar) de la policía uniformada y funcionarios del Servicio de Investigaciones Policiales (SIP).

Gracias al servicio GPS de unos de los teléfonos robados se logró seguir al vehículo en el cual huyeron los antisociales, siendo ubicado en horas de la madrugada en un sitio eriazo cercano a una población de Villa Alemana.

Por tal motivo los operativos policiales también se focalizaron en esa comuna.

Sospechas

Algo que llamó la atención del dueño de casa fue la forma silenciosa como ingresaron los delincuentes al domicilio, ya que no rompieron un vidrio o forzaron una puerta.

"Yo creo que ingresaron por la puerta de entrada, con llave. Las puertas estaban cerradas, en el exterior no hay nada que se hubiera movido, estaba todo intacto. Creo que entraron por la puerta principal", manifestó Roberto Salazar.

El afectado informó a carabineros que durante la semana renunció la exasesora del hogar y que el vehículo fue encontrado en Villa Alemana, ciudad donde tendría residencia la mujer.

"Yo tengo sospechas de una empleada que se había ido exactamente ayer (viernes). Ella dijo que se iba a trabajar a Santiago, donde un tío, información que se la di a carabineros. El auto fue encontrado allá, en un cerro cerca de una quebrada, ahí lo dejaron y coindice con el domicilio que nos había dado la empleada", indicó Salazar.

Sector tranquilo

La familia explicó que el sector es tranquilo y que tampoco tenían antecedentes de hechos similares que hubiesen ocurrido en otras viviendas.

"Cerca nuestro nunca, no había pasado nada. Hace algunos años se había producido una ola de asaltos y robos, pero en este sector nunca nos habían robado", puntualizó Carlos Salazar.

Cabe recodar que en octubre de este año, personal de Carabineros de la Quinta Comisaría de Viña del Mar detuvo en horas de la madrugada a tres de seis miembros de una banda delictual que deambulaba armada por Bosques de Montemar con implementos para cometer robos a viviendas.

Sensación de vulnerabilidad

El dueño de casa, Carlos Salazar, explicó que tras este traumático evento quedó con una sensación de vulnerabilidad, pero que pese a este episodio no optará por tener un arma en el domicilio, ya que incluso puede ser más peligroso. "Uno queda en una vulnerabilidad absoluta, pero creo que no tiene sentido tener armas. Yo no tengo armas y ellos siempre me preguntaban si tenía armas. Pero ni con armas uno puede enfrentar algo así que llega de sorpresa. Tendría que haber andado cargando el arma en el bolsillo. Eran tres personas armadas, no se puede hacer mucho. Si querían ingresar lo habrían hecho igual", comentó.