Ives Bonnefoy: "Hoy más que nunca, la poesía es necesaria"
literatura. El escritor francés fue premiado en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, en México.
El poeta francés Yves Bonnefoy declaró que ahora, "más que nunca, la poesía es necesaria", pues se ha convertido en un lugar de encuentro "con los otros" en un mundo donde la palabra está desgastada y ha perdido parte de su sentido.
"Precisamente las palabras se entienden hoy de una forma tecnologizada, comercial, incluso científica que hace perder de vista que hay cosas reales, el árbol, la flor, la piedra, en un mundo real", dijo Bonnefoy durante la XXVII edición de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.
A sus 90 años, Yves Bonnefoy (Tours, 1923) recibió en México el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2013, un honor que le animó hacer un largo viaje y a cruzar el Atlántico para recibirlo.
Poeta, narrador, ensayista, profesor y crítico, este heredero del surrealismo de André Bretón, a quien conoció para más tarde tomar distancia del movimiento a partir de 1947, es un convencido de que "más que nunca la poesía es necesaria" en un mundo donde, afirmó, hay un desastroso uso del lenguaje.
El intelectual y miembro del Collège de France, una sobresaliente institución educativa francesa, consideró que la poesía es fundamental porque los seres humanos hemos perdido contacto con nuestra propia realidad.
"Cuando las palabras nos permiten encontrar la realidad en toda su intensidad, es también el encuentro con los otros y en esta medida es en cierta forma la democracia misma, si es que la democracia es hacer lugar para la realidad de los otros", señaló.
Asimismo, reconoció que la materia de su poesía es "la meditación de la muerte" porque "es la conciencia del carácter limitado de la vida, lo que permite reconocer la calidad del momento mismo de la existencia".
El crítico mexicano Miguel Ángel Muñoz sostiene en su obra "El instante de la memoria" (Praxis, 2013) que en la poética de Bonnefoy el lenguaje es una "vía de desvelamiento y de conocimiento, un mecanismo de aprendizaje, de asimilación y contemplación de la vida, del arte, y territorio de la memoria".
Al respecto el propio autor francés señaló que el lenguaje "es importante para la poesía en general porque la única definición correcta que uno puede dar de la poesía es que es una reintensificación de las palabras y de la lengua".
Es esta circunstancia la que hace de la traducción "un arte difícil", que él mismo ha desarrollado en obras de Shakespeare y de W.B. Yeats, "pero hay que hacerla, es necesaria", aseveró.
"Lo que hay que hacer es no dejarse caer en la trampa de la significación. El poema tiene una, por supuesto, es interesante conocerla pero si el traductor busca rendirse ante ella en su propia lengua y no se interesa más que por eso, pierde de vista la poesía porque ésta no es resignificar, sino reanimar las palabras de otro modo", agregó.
Del idioma español admira "su fuerza" y "su luz", y contrapone su vigor al del francés que, reconoce, ha disminuido mucho en cuanto a hablantes.
Considerado uno de los principales exponentes de la poesía francesa contemporánea desde su primer libro, "Del movimiento y de la inmovilidad de Douve" (1954), Bonnefoy ha construido una obra sólida que le ha convertido en un escritor prolífico.
Entre su obra destacan títulos como "Lo improbable" (1959), "La segunda simplicidad" (1961), "El paisaje de atrás" (1971), "La nube roja" (1977), "La verdad de la palabra" (1988) y "Narraciones en sueños" (1987).