Ampuero: "Yo apostaría por la continuidad y el perfeccionamiento"
Cultura. El ministro de Cultura habla sobre los desafíos que tendrá que enfrentar su sucesor.
El 11 de marzo de 2014, cuando se produzca el cambio de gobierno, Roberto Ampuerto cumplirá 9 meses como presidente del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA). Un periodo corto, pero que dejará grandes huellas, sobre todo por haber sido la primera autoridad en el área en ejercer desde Valparaíso, donde está la sede central de la institución. Algo que espera que su sucesor(a) continúe: "Para mí es importante que el próximo ministro o ministra de Cultura sigan trabajando aquí", especialmente porque es un recordatorio permanente de que "hay que descentralizar el país no solo desde la retórica, sino con gestos concretos".
Pero esto no es lo único que le preocupa al escritor porteño, sino también los desafíos que se le vienen por delante a quien sea la persona designada por la presidenta electa Michelle Bachelet. Tarea nada fácil, pues como él mismo sostiene "yo presido un ministerio de sueños, pero que tiene un presupuesto de la realidad. Entonces lo que tiene que hacer el que me siga es ver cuáles son los sueños más inspiradores, porque no hay plata para todos", aconseja.
la continuidad
Una de las particularidades que tiene el CNCA, a diferencia de otros ministerios, es que se rige por un estatuto quinquenal llamado "Políticas Culturales", y el cual establece las líneas macros de lo que debe hacerse en el ámbito. El actual ordenamiento rige hasta 2016, y si algo lo caracteriza es que son políticas "de Estado. No son de un gobierno o un partido determinado, es algo mucho más amplio que el gobierno de turno", destaca Ampuero, comparándolas a los lineamientos de la Cancillería.
Sin embargo, esto no significa que haya cambios dentro del CNCA, especialmente a nivel de programas. Por ejemplo, cuando asumió el actual gobierno se eliminaron planes como "Creando Chile en mi barrio" o el "Maletín Literario".
En este sentido, el secretario de Estado sostiene que "el peligro que acecha siempre en cultura -y no me estoy refiriendo a nadie en particular ni al futuro de Michelle Bachelet- es el síndrome de Colón: Todo comienza cuando yo llegué. Ese es el gran síndrome y es lo peor que le puede pasar a Cultural". Por lo mismo, asegura que "yo apostaría por la continuidad y el perfeccionamiento" de lo que ha estado desarrollando el Consejo, especialemente en planes como "Lee Chile lee", en el creado Fondo Patrimonial que necesita aún más recursos o en el progama Red Cultura.
Sobre este último se detiene un momento para explicar su importancia. La idea de crear centros culturales en poblaciones con más de 50 mil habitantes viene del primer gobierno de Bachelet, no obstante, "cuando se diseñó la idea de crear infraestructura cultural no se pensó de inmediato cómo se iba a llenar de vida", comenta el Secretario de Estado.
La Red Cultura es un plan que entrega un catálogo de artistas u obras para que puede ser visitado por las municipalidades para llevarlos a sus centros o teatros. Además, desarrolla ferias que permiten el intercambio de bienes culturales, y a través de las cuales dos o más municipalidades se pueden asociar para llevar a los artistas hasta sus centros o teatros regionales.
Por lo mismo, considera que lo importante en el ámbito "es seguir cimentando y construyendo", porque si bien "todo lo que se ha hecho, que son muchos frentes, ha sido bastante, también tiene un tema de la gradualidad. O sean, son puntos en los que se puede avanzar mucho, mucho más", dice, asegurando que por esto hay una sensación doble de satisfacción e insatisfacción.
El mayor reto
Pero quizá uno de los grandes desafíos que le espera al próximo Presidente del CNCA sea la materialización de un sueño largamente anhelado, y que es convertir a la institución en el Ministerio de Cultura y Patrimonio, el cual agrupará al Consejo, la Dibam y el Consejo de Monumentos Nacionales.
Uno de los grandes logros de este gobierno es que la Comisión de Cultura de la Cámara aprobara la idea de legislar el proyecto en septiembre pasado. Sin embargo, probablemente no entrará a sala antes del 11 de marzo, por lo que será trabajo de Bachelet impulsarlo ante un Congreso renovado.
"Lo importante es avanzar en ese sentido y lo que más se pueda en el parlamento", sostiene. No obstante está seguro que no debería tener trabas, sobre todo porque las conversaciones al respecto han sido transversales: "Hay una convicción total de que es necesario contar con un ministerio de Cultura y Patrimonio, para así evitar las dispersiones y las fragmentaciones, con el fin de fortalecer la cultura en Chile".
Y agrega que "yo celebro la atmósfera de trabajo y colaboración, de la visión de Estado más que de partidos políticos sobre lo que debe ser la cultura", el mismo que espera que prime desde el 11 de marzo cuando deba dejar la oficina de Plaza Sotomayor.
"El peligro que siempre acecha en cultura es el síndrome de Colón: Todo empieza cuando yo llegué. (Eso) es lo peor que puede pasar".