Alza de hasta 50% experimentaron las deudas nominales en cinco años
región. Especialistas aconsejan cómo escapar del sobrendeudamiento en vísperas de las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
Las fiestas de fin de año, especialmente la Navidad, incitan a muchos consumidores a sobrepasar su poder adquisitivo, aumentado su nivel de endeudamiento hasta en más de un 20%.
Una realidad que preocupa si se considera que la deuda de consumo bancaria por habitante en la Región de Valparaíso ha registrado un crecimiento cercano al 50% nominal en los últimos cinco años.
Según un análisis realizado por la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF) en base a cifras de la Superintendencia del sector, en noviembre del 2009 la deuda de consumo bancaria por habitante en la zona ascendía a $425.772, mientras que en septiembre de este año llegó a $634.690 (Ver gráfico). Si bien dicho monto es un 22% inferior al promedio por habitante en el país (que al mismo mes fue de $813.792), la cifra va en línea con el menor ingreso promedio per cápita que registra la región ($225.800) en comparación con la media nacional que de acuerdo a la Nueva Encuesta Suplementaria de Ingresos (NESI) del 2011 es de $232.200.
consumo RESPONSABLE
Con el propósito de que las tradicionales demostraciones de cariño a través de obsequios materiales en esta época del año no se transformen en una angustia permanente en los meses posteriores, diversos entendidos hicieron un llamado a los consumidores a ser responsables a la hora de gastar y endeudarse, evitando así caer en la tentación frente al bombardeo de ofertas, descuentos y facilidades de pago que ofrece el mercado y que se acrecentará en estas horas previas a la llegada del "viejito pascuero".
Ricardo Matte, gerente general de la Asociación de Bancos, dijo que en esta fecha "las personas tienden a gastar más que sus ingresos para compartir en familia y en muchos casos financian estos días con créditos de consumo. Por lo mismo, es importante que quien evalúa solicitar un crédito, se tome su tiempo para informarse, cotizar distintas alternativas y comparar para optar por las opciones más convenientes".
Para hacer una comparación efectiva, la Asociación recomendó cotizar un crédito a igual plazo y monto -de acuerdo con la capacidad de pago y la necesidad puntual de crédito de cada persona-, ya que esa es la única forma correcta de cotejar el Costo Anual Equivalente (CAE) o la cuota, entre las distintas ofertas.
De esta forma, subrayó el ejecutivo, "se asegura de comparar peras con peras y no peras con manzanas. Teniendo ya varias cotizaciones, con sus respectivos CAE o valor de las cuotas, el cliente tiene la seguridad de que no se va a equivocar al escoger el menor CAE o la menor cuota entre ellos".
Francisco Aravena, académico de la Facultad de Economía y Negocio de la Universidad San Sebastián, también recalcó la importancia de ser responsables a la hora de endeudarse. "Prudencia, calma, comparar precios y no entusiasmarse sin sacar las cuentas", aconsejó el docente.
RECETA QUE NO FALLA
Agregó que sumando todos los compromisos por créditos, incluyendo el dividendo hipotecario, no se debería superar un tercio del ingreso mensual. "Comprometer más allá del 40% (del sueldo) es receta para enfrentar problemas, morosidad, etc. Hay que pensar que si su sueldo es de $600.000 y compromete un 40%, le quedarán $360.000 para todo el resto: colegios, locomoción, ropa, comida, etc. Hay que considerar además que después vienen dos periodos de gastos importantes e ineludibles como son las vacaciones y marzo", precisó Aravena.
De ahí que resaltó que siempre la mejor opción será ahorrar y comprar al contado. "Si eso no es posible, hay que intentar pagar con cuotas precio contado. Las cuotas normales de tarjeta de crédito son un endeudamiento caro, que puede superar el 50% al año", advirtió Francisco Aravena.
Al igual que Matte, recomendó a los consumidores "mirar el concepto CAE, que es obligatorio que aparezca en cualquier crédito, cartola de tarjetas de crédito o compras a plazo que entrega la tasa de interés verdadera, que incluye comisiones y otros cobros". Para los padres que aún no han definido qué regalo le harán a sus hijos esta Navidad, una cuenta de ahorro o una alcancía podría ser el obsequio perfecto para esta celebración, no sólo porque le permite a los niños conocer a temprana edad la cultura del ahorro, sino además la importancia del endeudamiento responsable.
CULTURA DEL AHORRO
CULTURA DEL AHORRO
"La cultura del ahorro se genera desde pequeñitos. De igual forma como la mayoría de nosotros se siente incómodo cuando deja las luces encendidas o una llave abierta, también nos deberíamos sentir incómodos por no ahorrar, sin embargo, los chilenos ahorramos pocos y como no es parte de nuestra cultura gastamos nuestros ahorros. Dentro del hogar, en cada familia, se debería inculcar esa práctica a través de una alcancía o algo similar", afirmó Piero Moltedo, director académico de la Universidad Santo Tomás.
Una buena alternativa, acotó el economista, es que "todos los meses los padres ahorren una cantidad simbólica de dinero y que sus hijos lo vean, o bien que los niños puedan ahorrar y así gastar el dinero en alguna ocasión especial como el cumpleaños de la abuela, un paseo o el aporte a la Teletón".
Explica que el ejemplo parental es extremadamente necesario, porque "estamos en una cultura donde el esfuerzo no es valorado, se privilegia lo entretenido e inmediato por sobre lo aburrido y tardío, siendo que la espera, la constancia, la perseverancia son variables del carácter que generan competencias", concluyó el experto.