Un inédito centro de atención para menores y jóvenes con problemas con el alcohol y estupefacientes implementó en Viña del Mar el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación para el Consumo de Drogas y Alcohol (Senda). Con una inversión de 250 millones de pesos, el Programa de Intervención Ambulatoria Intensiva Comunitaria (Paic) atiende a menores con medidas de protección derivados del Sename, de colegios vulnerables y familias con demanda espontánea que viven este flagelo.
El primero de estos centros en la Ciudad Jardín abrió sus puertas hace dos meses y, actualmente, atiende clínicamente a 13 niños y adolescentes, entre los 13 y 19 años.
La inauguración oficial del centro se realizó ayer y contó con la presencia del intendente, Raúl Celis, y la directora regional del Senda, María Ester Munnier.
ocho profesionales
El centro de tratamiento ambulatorio de drogas y alcohol es administrado por la Fundación Tierra de Esperanza, donde un equipo de ocho profesionales trabaja tres veces por semana con los pacientes, quienes incluso se trasladan hasta sus respectivos hogares o lugares de trabajo en caso que no puedan acudir al inmueble ubicado en calle 5 y 1/2 Oriente con 1 Norte.
El Paic tiene un enfoque clínico comunitario y se ajusta a tres grandes dimensiones: consideración etaria, para asociar las intervenciones al ciclo evolutivo de los adolescentes; el género, y el nivel de vulnerabilidad bio-psico-social. Sobre esta base se ofrece una oferta terapéutica en los centros y espacios comunitarios, bajo un tratamiento integral e individualizado.
El intendente Celis resaltó que por primera vez se ofrece en forma gratuita un tratamiento de adicción para aquellos jóvenes que padecen algún tipo de adicción al alcohol o drogas, destinándose recursos para atender a menores de 20 años. "Estos centros de tratamiento apuntan a evitar situaciones de delincuencia, que es uno de los objetivos principales que tenemos en nuestro plan regional 2010-2014".
Este plan piloto se extenderá por un año y se abrirán otros dos centros en Valparaíso y San Antonio.
sin atención
La directora de Senda, María Ester Munnier, subrayó que existía un sector de la población infanto-adolescente que sin haber cometido ningún tipo de delito, no estaba siendo atendido por los organismos públicos. "Quienes están más contentos con esta iniciativa son la gran cantidad de madres y padres que serán beneficiados, porque sus hijos serán atendidos con un tratamiento de calidad y con una eficacia enorme, ya que nos estamos relacionando con un centro que tiene una vasta experiencia como es la fundación Tierra de Esperanza", argumentó la autoridad.
Para tales efectos existe un protocolo de derivación que se puede hacer efectivo por diversas vías como los colegios, Carabineros, la familia, el Sename u otras alternativas. "Este centro tiene un modelo de atención para jóvenes que están con consumo de drogas, ya que cualquier tipo de consumo para menores de 20 años es un riesgo para la salud", explicó Munnier.
La directora del programa, Leticia Soto, reparó en los riesgos de "etiquetar" a un joven o menor como adicto, ya que implica "limitarlos en su evolución, justamente en el proceso que están los adolescentes, que es de desarrollo".
Según los estudios, el consumo experimental de marihuana y alcohol suele ser inicio para abarcar otras drogas más duras, situación considerada grave si ocurre entre los menores.
Consumo pone en riesgo la salud
El modelo de atención bio-psico-social de este centro cuenta con un completo equipo interdisciplionario de profesionales entre los que destacan trabajadores sociales, sicólogos, terapeuta ocupacional, un médico y un siquiatra. El tiempo de tratamiento dependerá del tipo de compromiso que tengan los jóvenes. Por ser de tipo comunitario, los profesionales también se vinculan con todo el ámbito donde los niños están insertos. Cualquier tipo consumo que tenga un menor durante su proceso evolutivo es considerado de gravedad.