Cartas al Director
Modo de ver la vida
Siempre me ha llamado la atención, y protesto contra ello, la forma cómo los viejos se entregan a lo que venga, a veces a la nada, mucho antes de su deceso efectivo, una especie de entrega, de renuncia, un esperar a que la carroza fúnebre los pase a buscar ojalá lo antes posible. Y ahí se quedan, estáticos, con la saliva cayendo de la comisura de sus labios, con la vista apagada, el cerebro inmóvil. ¿Por qué? Es mi protesta.
¿Que ya lo vivieron todo, lo escucharon y vieron todo? ¿Que llegaron a la línea del horizonte y más allá se acabó todo? ¿Y ese corazón que está enclaustrado dentro de su caja torácica ya no palpita? ¿Que el aire que pasa frente a sus narices se niega a ingresar para insuflarle más vida? ¿Qué fue de la sonrisa que había en sus rostros y que antes era su sello personal? ¿La palabra amable que brotaba de sus labios, que los hacían sabios y respetables, se le fue por una rendija fatal?
Viejo amigo: álzate, eleva tu propia protesta, fuerte, que se oiga nítida y elocuente: estoy vivo, soy un ser humano, no un mueble.
Washington Sandoval
Doble estándar
El 20 de enero se celebró el Día del Roto Chileno. Y conjuntamente con recordar esta importante fecha en nuestra historia, los chilenos también deberíamos celebrar el día nacional de nuestro doble estándar, clasismo, racismo e incoherencia con nuestros valores y símbolos patrios.
Roto es la forma más frecuente de denostar a aquellos que desconocen normas de urbanidad y de educación formal, y también por su aspecto físico si coincide con la raza mapuche, orgullo nuestro, pero solo en los libros de historia, ya que es otra forma de denostar tratando despectivamente de "indio" a aquellos tienen rasgos mapuche.
Para qué hablar del huaso, símbolo de la chilenidad del Valle Central, término que se utiliza todo el año para burlarse, mirar en menos a aquellos que no dominan determinados usos sociales, salvo para el " Dieciocho", que vuelve a ser nuestro orgullo. Y por último está el "picante", subraza creada por los chilenos, que no hay como describirla objetivamente, pero que sin embargo es importante motivo de una injusta segregación laboral y social.
Nelson Lister Nazif
Gratuidad
Próximos a una eventual educación gratuita universitaria, planteo las siguientes preguntas: ¿Hasta dónde el Estado tiene la obligación de dar cumplimiento a un derecho como es la educación gratis si ésta incluye la educación universitaria, que por definición significa especialización? ¿Con la educación escolar no se estaría cumpliendo con el derecho a la educación, en forma mínima, pero suficiente? ¿Por qué no exigimos igualmente energía gratis, agua gratis, etc.?
José Manuel Caerols Silva
Parque de diversiones
Cada atardecer desde mi terraza escucho los gritos excitados de quienes van a divertirse a los juegos mecánicos al oriente del puente Quillota. Esto no acaba hasta las doce de la noche cuando se apagan las luces del parque de diversiones y, por fin, llega el sosiego.
Me imagino a la gente subiendo a la montaña rusa, o al kamikaze, cuya estructura con forma de barco se inclina hasta que las cabezas miran boquiabiertas hacia abajo, en un griterío descomunal y terrorífico.
Es seguro que la vida moderna sometida al estrés provoque indirectamente descargar las emociones reprimidas subiéndose a esos endemoniados juegos de pulpos y toboganes para gritar a todo pulmón y liberar esas energías atascadas como si la vida fuera un parque de diversiones excitante y altamente peligrosa.
Felipe Acuña Lang
AVP
El primer proyecto de ley de Acuerdo de Vida en Pareja (AVP) beneficiaba a 2.113.703 convivientes del país. La mayoría de los chilenos estábamos muy de acuerdo en que se legislara.
No sabemos cuándo ni por qué se fue transformando y posicionando mediáticamente como una ley para los homosexuales, siendo que estos últimos, 34.976 mil, representan apenas el 1,65 % del total de convivientes del país.
Hoy, 2.078.727 de convivientes heterosexuales no han contraído matrimonio porque no quieren casarse ni saber de formalidades, contemplan perplejos cómo los parlamentarios están a punto de legalizar un casorio de segunda clase, que sólo le viene como anillo al dedo a los homosexuales.
Claramente no se está cumpliendo la promesa del Presidente Sebastián Piñera para todos los convivientes.
El actual AVP es un matrimonio igualitario, sin serlo. Un "dominal" para dejar felices a moros y cristianos.
Ricardo Viteri P. Coordinador Separadosdechile.cl