Según las cifras de los últimos censos, Valparaíso, Viña del Mar y Quilpué están, entre las grandes ciudades del país (con más de cien mil habitantes), entre las que tienen un porcentaje más alto de adultos mayores, bordeando el 15 por ciento del total de la población. Este fenómeno, unido al acelerado envejecimiento de la población -motivado tanto por el descenso en las tasas de natalidad como por el crecimiento de la esperanza de vida, que bordea ya los ochenta años- obligan a poner atención especial en las condiciones en que vive la tercera edad.
Uno de los esfuerzos en ese sentido que se realizan en Valparaíso es la Escuela de Verano del Adulto Mayor, una iniciativa que se realiza por cuarto año consecutivo, impulsada por la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso en colaboración con la Municipalidad de Valparaíso, a través de la Oficina Comunal del Adulto Mayor (OCAM), y que en esta ocasión cuenta también con la colaboración de la Caja de Compensación Los Andes.
Reflexión
La escuela, que acaba de ser inaugurada y se extenderá hasta el 27 de febrero, ofrecerá una serie de charlas, jornadas de trabajo y actividades recreativas e informativas, con el objetivo de proporcionar espacios de discusión, reflexión y participación en diversas materias relacionadas con las necesidades que enfrenta este grupo etario, bajo una mirada biopsicosociocultural.
Además, se incluirá un curso especial de capacitación dirigido a personas y profesionales que trabajan con adultos mayores, que será dictado por especialistas de la Pontificia Universidad Católica de Chile y de la Universidad de Valparaíso.
"Este es uno de los proyectos más interesantes que estamos ejecutando en la actualidad y que dice relación con una realidad que es particularmente evidente en la ciudad y la Región de Valparaíso, que es el aumento significativo de la población de personas mayores. En ese escenario, desde hace ya cuatro años, nuestra facultad -a través de acciones concretas y en virtud de sus políticas de extensión y vinculación con el medio- viene fomentando la participación e integración de las personas que integran este grupo etario, con el fin de aportar al mejoramiento de su calidad de vida, a través de la guía de los principios señalados por la Política Nacional del Adulto Mayor y que aborda temas como la equidad, la autovalencia, la solidaridad intergeneracional, el envejecimiento activo y la prevención", explicó el decano de la Facultad de Medicina, Antonio Orellana.
Aprovechar la vejez
Uno de los principales objetivos de esta escuela de verano es ayudar a los adultos mayores a hacerse cargo de su vejez desde una perspectiva local, vinculada a la realidad de la propia ciudad, y buscando evitar los enfoques excesivamente asistenciales. Junto con ello, las actividades de capacitación buscan también ayudar a las personas a aprovechar mejor su propia vejez, empujando a la sociedad a reconvertir el capital humano disponible en la ciudad, que debido al aumento de la expectativa de vida es cada vez más abundante.
"Este proyecto, que se relaciona con el trabajo que hacemos durante el año en el centro comunitario de San Roque, tiene que ver con hacer que los viejos participen, que aprendan a aprovechar las capacidades que tienen, y no incentivarlos a quedarse esperando la carroza. Por otro lado, nos interesa mucho la participación de los jóvenes, que ellos puedan conectarse con los adultos mayores de una manera que no sea intrusiva, porque eso también les permitirá a ellos mismos aprender a envejecer. Que conozcan la vejez y que sepan de qué se trata", explica Fernando Leiva, terapeuta ocupacional y docente de la Facultad de Medicina, añadiendo que los grandes problemas de los adultos mayores son, en primer lugar, la soledad, y junto con ello la pérdida de memoria y pérdida de movilidad. Es por ello que han desarrollado también talleres de estimulación cognitiva, a cargo de psicólogos y fonoaudiólogos.
"Nuestra facultad viene fomentando la participación e integración de las personas que integran este grupo etario, con el fin de aportar al mejoramiento de su calidad de vida".
Antonio Orellana,
académico UV.