Emprendimiento: la venta de alimentos en "carros" tiene un nuevo rostro en Viña del Mar
negocios. Una chef y una publicista decidieron cambiarle la fama a este rubro y crearon una empresa que se proyecta en grande.
"Tal vez gane lo mismo que cocinando en un restaurante, pero ahora es mío y el esfuerzo es distinto porque trabajo para mi propio negocio", señala Pía Poblete, joven serenense avecindada en Viña del Mar que a fines del año pasado decidió, junto a su amiga del colegio, Marianne Walker, comprar un carrito para dedicarse al negocio de los alimentos.
Pero el camino recorrido para optar por emprender no fue corto. Primero porque tras egresar de la enseñanza media estudió Derecho hasta que comprendió que las leyes y los códigos no eran lo suyo. Luego, un día asistió a una clase demostrativa del instituto Culinary y su vida cambió.
Desde allí no ha parado, estudió tres años, se fue a Gold Coast, Australia, por un intercambio, donde además de hacer práctica perfeccionó su inglés. "Desde que entré a estudiar trabajé en todo lo que me ofrecieron, de garzona, metre, cocinera, ayudante, plancha, pastelera, de todo para sacar experiencia", precisó.
nace la idea
Luego, tras otros viajes de por medio junto a su amiga y socia Marianne, se le ocurrió la idea. Y es que en países como Australia y Estados Unidos esta modalidad es un "boom", no solo con carros, sino con camiones dedicados a la venta de alimentos. "Ese es mi sueño, pero hay que ir de a poco", cuenta la chef de 25 años, cuyo primer desafío fue enfrentar el estigma de la modalidad de negocio que escogió.
"El negocio del carrito es difícil porque la gente lo ve sucio, con olor a aceite, y es entendible porque la mayoría es así, pero hay que cambiar ese concepto... el carrito es como un escenario para poder entregarle al cliente las cosas. Además, hay fuentes de soda que pueden ser mucho menos higiénicas", detalla la profesional, que luego de muchos trámites vio cómo se hacía realidad "Camaleon Food Carts".
"Se llama así porque nos adaptamos a lo que quiera el cliente y la idea de nosotras es no quedarnos con un solo concepto, podemos vender desde un completo hasta un plato sofisticado elaborado y gourmet".
camaleón en la calle
Su rango de acción son eventos, pero durante el mes de enero se instalaron en el quinto sector de Reñaca, a la salida de la Escuela de Surf del lugar. Y la idea no fue mala porque gracias a eso pudieran solventar en buena parte el costo de su principal herramienta de trabajo, el carro, que fue de $ 2 millones.
"Teníamos completos, otro día hamburguesas, otro quesadillas, tacos, ensalada de frutas, brochetas, la idea era ir variando todos los días", agrega Pía, quien recuerda que obtener los permisos sanitarios para funcionar en la vía pública no fue sencillo.
"Teníamos pitutos (ríe), pero como estaba todo tan bien hecho pensamos que saldría rápido, pero no fue así. Nosotros contábamos con la suerte de que nuestros padres podían apoyarnos, pero hay gente que no puede esperar tanto tiempo porque tiene que comer", subraya.
Espera repetir la experiencia pronto y para ello uno de los proyectos es instalar varios carritos en lugares estratégicos de la Ciudad Jardín. Pero no es el único, ya que otra opción es ampliar el negocio a Santiago e instalarse en universidades, e incluso está la opción de comprar una "Kombi" (furgón Volkswagen) para recorrer los principales puntos turísticos de la región y el país durante el verano. "Sería bueno porque trasladar el carro no es fácil y allí seríamos como una cocina sobre ruedas", advierte.
adaptación
Ideas no le faltan a las nacientes emprendedoras, pero mientras se deciden siguen trabajando en eventos de empresas, cumpleaños, etc. "Nunca descartamos nada y tratamos de adaptarnos, como refleja el nombre de nuestra empresa", recuerda.
Sea cual sea su destino, la chef reivindica su profesión y lamenta que en Chile no sea tan valorada como en otras partes.
"En Perú es lo máximo ser chef, en Australia era como ser un doctor. Pienso que en Chile todas las carreras técnicas son mal valoradas, a diferencia de otros países donde los técnicos se necesitan y valoran", comenta Pía. Sin embargo, confía en que poco a poco la gastronomía vaya tomando más fuerza. "Faltan más líderes que le den valor agregado a la cocina", opina.
Lo bueno es que, por ahora, su negocio marcha sobre ruedas a través de Facebook y del contacto camaleonfoodcarts@gmail.com.
"Nos adaptamos al cliente y la idea es no quedarnos con un solo concepto, podemos vender desde un completo hasta un plato sofisticado"
Pía Poblete
Socia de Camaleón Food Carts