Tapati es el colosal carnaval pascuense que cada mes de febrero une y separa a Rapa Nui: los habitantes se dividen en dos equipos, representados por dos familias, que se desviven en competencias folclóricas y deportivas que incluso han terminado con ambos bandos enemistados. La idea de las actividades es sumar puntos, en una suerte de olimpiadas culturales, para obtener el premio que está en juego: que una de las reinas de cada bando (UKA) sea coronada como portadora de la femineidad y belleza de Rapa Nui.
Pedro Edmunds, alcalde desde hace 18 años de la comuna, afirmó que en esta versión del evento ocurrió algo inédito en la historia de esta zona, pues "por primera vez las dos familias se pusieron de acuerdo para designar a la UKA. Los patriarcas, de cada una de ellas, señalaron que ambos conformaban Rapa Nui y por tanto tenían que coronar a las dos UKA por igual. De este modo, al ganar las dos familias, toda la isla ganó".
Agregó que en todos los años que lleva como jefe comunal nunca antes había sentido esta unidad en su cultura: "Quedé sorprendido con los discursos de los patriarcas al termino de las fiestas. Esto no se parece en nada al Tapati anterior. Recuerdo que antes ocurrieron guerras feroces durante las competencias. Esta vez la isla se unió en una festividad marcada por la idea de decirle al mundo que este lugar está vivo y que las tradiciones están pasando de generación en generación".
Respeto y unidad
El ministro de Cultura Roberto Ampuero viajó a Rapa Nui para firmar un convenio entre el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes y la Municipalidad de Isla de Pascua que permitirá la construcción de un Centro Cultural, y aprovechó de paso para participar de estas celebraciones pascuenses que solo conocía mediante fotografías, y se confidenció "maravillado".
"Existe una admiración por el cuerpo humano: los hombres bailan usando solo un taparrabo y las mujeres, preciosas, de todas las edades y estados físicos, desfilan y bailan utilizando vestimentas tradicionales. Y todo en un marco de total respeto y de celebración a la expresión cultural", comentó, agregando que es "una celebración maravillosa que une música, baile, vestimenta, sensualidad y, por sobre todo, respeto", comentó.
El secretario de Estado subrayó especialmente este último aspecto, pues "me pregunto si en Chile estamos desarrollando esta madurez cultural para hacer semejantes festivales donde no hay desmanes, ni asaltos, ni destrucción de vitrinas. El tema de respeto es un punto me ha dejado sorprendido". Antes de dirigirse al Aeropuerto Internacional Mataveri, para tomar el vuelo de regreso al continente, el Ministro afirmó que se retiraba con una admiración total y con la misión de motivar a las autoridades para posicionar la isla como atractivo turístico en Chile y el mundo.
"Quiero hacer una invitación a la ciudadanía a conocer y valorar la cultura de Rapa Nui. Hay extranjeros que vienen a disfrutar de esto y yo pienso que nosotros, como chilenos, nos estamos dando cuenta de la vitalidad y la imagen que el Tapati tiene a nivel mundial. Hay que mirar con mucha atención a este lugar. No vaya a ser que pase lo que ocurrió con San Pedro de Atacama. Recordemos que allá fueron los europeos quienes pusieron esa zona en el mapa", concluyó.
Día de la farándula
Pedro Edmunds comentó que el "Día de la Farándula" es una de las actividades fundamentales de la Tapati. "Se trata del día más relevante porque desfilan personas de todas las islas junto a carros alegóricos". Agregó que este año ocurrió una situación inédita: "Por primera vez vi tanta gente, sobre todo extranjeros, participando. Lo lindo de esta actividad es que enlaza todas las ceremonias, ya que de algún modo cierra la Tapati, y además posibilita que el turista terminé participando como uno más de nosotros".