55 años del Festival de la Canción
En su origen, la idea básica fue crear un atractivo veraniego masivo para Viña del Mar.Cuando ya aparece consolidado, es necesario recordar que en su origen es expresión de creatividad local realizada con esfuerzo
Se inicia mañana domingo la versión número 55 del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar. Creado por la Municipalidad de la Ciudad Jardín por iniciativa del entonces alcalde Gustavo Lorca Rojas y con el acuerdo de los regidores, hoy llamados concejales, tomado en sesión de 1959, se ha convertido en la principal atracción veraniega de la comuna y en el más importante en su género en el país, con alcances, como su denominación actual lo expresa, internacionales.
La idea básica del jefe comunal en cuanto a establecer un atractivo veraniego de alcance masivo fue desarrollada por el periodista Carlos Ansaldo y por el músico Izidor Handler y se concretó en el primer festival realizado entre el 21 y el 28 de febrero de 1960.
Actualmente el Festival tiene una amplia difusión por radio y televisión y sus alternativas y las personas y hechos que giran en torno a su realización, adquieren diaria presencia noticiosa en medios del país y del exterior. Ello se traduce en una promoción de la ciudad misma y de sus atractivos.
Más allá de las presentaciones de los artistas y de los temas en competencia, las reacciones del masivo público presente en las aposentadurías de la Quinta Vergara constituyen parte del espectáculo.
Paralelamente, el festival viñamarino ha servido de plataforma de lanzamiento a la fama de numerosos artistas nacionales e internacionales
Todo lo anterior significa un incentivo para la actividad turística de Viña del Mar y para el comercio en general.
A la vez, se generan importantes ingresos publicitarios para los medios audiovisuales que lo transmiten y para la Municipalidad, propietaria de la actividad.
El Festival, además, ha logrado mantener su continuidad y crecimiento - tarea que exige permanente atención- sorteando cambios políticos y económicos a través de más de medio siglo de realización.
En estos momentos en que aparece definitivamente consolidado es necesario recordar que en su origen es una expresión de creatividad local acometida con esfuerzo, medios inicialmente precarios y con un capital constituido, básicamente, por el cariño a la ciudad. Un ejemplo que vale tener en cuenta.
Por esto y mucho más, al Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar debe cuidarse como un bien importante dentro de lo que es la Ciudad Jardín, y por que no, del país todo. Una vez finalizada esta versión, el municipio deberá decidir entre adjudicar a un nuevo canal o mantener a CHV. Situación clave para las arcas de la Municipalidad y, por sobre todo, al futuro de este Festival.