Una compleja tarea enfrenta esta noche Gigi Martin. No solo porque debe actuar después de Rod Stewart, sino porque tiene que superar el fracaso de Rudy Rey y ojalá igualar el éxito de Jorge Alís. Entre risas, el humorista reconoció que su colega argentino, quien se llevó todos los premios, dejó la vara bastante alta: "Jorge me tiene quemado", dijo durante la conferencia de prensa que ofreció ayer en el Sheraton Miramar, agregando que a él "todo le salía tan bonito, tan lindo y nos dijo hijo de puta (sic)".
Sin embargo, el cómico fue bastante cauto al referirse a la suerte que han corrido Los Locos del Humor y el humorista porteño, manifestando simplemente que no iba a hablar sobre ellos; concentrándose más bien en hablar de lo que significa para él volver a pisar el escenario de la Quinta Vergara, ahora sin Mauricio Flores.
Gigi lo toma con cautela
Gigi Martin lleva cuatro décadas trabajando en el humor, casi tres desde que participara en "Sábados Gigantes", y cerca de 15 desde el fin de Melón y Melame. Sin duda, todo ese tiempo se transformó en un capital de experiencia suficiente para que el humorista pise la Quinta Vergara por primera vez en solitario con confianza, pero no se siente confiado, a propósito de las sorpresas que han recibido sus colegas en el mismo Festival, y tomando en cuenta que su show es totalmente nuevo para este escenario. "Vengo a graduarme como humorista", dijo a Emol sobre su paso por el certamen.
"Es que estuve mucho tiempo con Mauricio (Flores), siendo su bandejero y sin poder demostrar lo que hacía solo", explicó, aclarando de paso que "cuando digo que soy resiliente es porque no es fácil volver a partir. No es fácil cuando pierdes la autoestima, cuando tienes que volver a reinsertarte en el medio, luego de que nadie te contrate porque eres el ventrílocuo", dijo.
Aun con esas palabras, Martin tiene con que valerse frente al Monstruo. Durante los últimos años, tras la separación con Mauricio Flores, se reinventó en un estilo de café concert, contando historias más que chistes, y las fiestas de empresas son su escenario regular. Quizás no públicos tan masivos como el de hoy, pero con bastante experiencia en solitario que habrá que descubrir hoy.
40 minutos
"Siento que la gente me va a recibir bien. Me pidieron 40 minutos, no me puedo pasar. Pero yo siempre hago una hora, una hora y cuarto, aunque en eventos distintos. Este es un festival, voy después de Rod Stewart. No es fácil", dijo Martin en la misma entrevista.
El humorista ha dejado en claro el respeto con el que se toma su paso por Viña del Mar, y dice estar agradecido por esta oportunidad de arriesgarse a tenerlo dentro de la parrilla de humoristas.
"Me siento un tipo muy privilegiado, por la vida, por Dios. Me siento un tipo con mucha suerte de cumplir un sueño que tengo desde los ocho años", confesó.