El ambiente era de enorme decepción. El rostro de Nelson Acosta, el de sus dirigidos y el de los hinchas que llegaron anoche al estadio "Elías Figueroa" de Playa Ancha ahorraba mayores comentarios: Everton desperdició ante Audax Italiano quizás su última oportunidad de terminar el torneo de Clausura con cierta tranquilidad tras una campaña ciertamente muy pobre.

Eran noventa minutos que asomaban clave para los viñamarinos. Los oro y cielo necesitaban vencer a los de colonia para arrancar de la zona de descenso, condenando justamente a los itálicos a pelear por no perder la categoría. Sin embargo, los de Viña erraron desde el primer minuto el camino y terminaron el encuentro conformándose con un empate 1-1 que tiene mucho gusto a derrota.

En la tabla de posiciones el panorama es complicadísimo. Everton cerró la 13a jornada del campeonato sumando apenas 30 puntos junto a Unión La Calera y Huachipato, apenas uno por sobre Audax Italiano y a seis de Rangers, colista de la competencia: El problema es que el próximo rival de los viñamarinos es nada menos que Universidad Católica en San Carlos de Apoquindo, un encuentro al que los cruzados llegan obligados a ganar para mantener una opción al título.

CAMINO EQUIVOCADO

Los problemas de Everton anoche fueron variados, tanto dentro como fuera de la cancha. Nelson Acosta equivocó la formación: Apostó por Nicolás Peñailillo en el mediocampo y por el argentino Luciano Leguizamón en el ataque, quienes debieron ser reemplazados tras el entretiempo debido a sus pobres desempeños.

En lo futbolístico, los locales cometieron graves equivocaciones en todas sus líneas. En el primer tiempo la defensa se vio débil ante el buen juego de Marco Medel y la velocidad tanto de Bryan Carrasco como de Felipe Mora.

Los viñamarinos fallaban reiteradamente en la salida y por ello no extrañó que a los 33" fueran los visitantes quienes abrieran el marcador. Bryan Carrasco aprovechó un error en la última línea para aparecer solo en el área y con un potente remate superar el esfuerzo de Gustavo Dalsasso.

Luego fue el tiempo de la mala fortuna. Y es que si bien es cierto que la buena suerte se busca con el talento de los jugadores, anoche hubo jugadas en donde el balón simplemente no quiso entrar: En varias el protagonista fue el trasandino Leguizamón, quien dejó en claro que más allá de su currículum hoy es un futbolista carente de toda confianza ante la portería rival.

El segundo tiempo fue igual de decepcionante para los tres mil espectadores que llegaron a Playa Ancha. Cuando se pensaba que Everton saldría con todo en busca de dar vuelta el marcador, las nulas ideas en el medioterreno para habilitar a un siempre empeñoso Matías Donoso terminaron por permitir que fuera Audax el cuadro que estuviera más cerca de extender la ventaja. Medel, Mora y Carrasco lo tuvieron en un par de oportunidades, pero carecieron de la puntería para cerrar el compromiso.

Hasta que Acosta decidió el ingreso de Emiliano Romero. Fue el momento en que el medioterreno de Everton tuvo el fútbol para darle profundidad a los ataques. Y así fue como a los 84" el juez Patricio Polic decretó penal en favor de los oro y cielo por una presunta mano de Rafael Olarra, quien recibió segunda tarjeta amarilla.

Empate de Everton. El mismo Romero se encargó de superar a Alejandro Sánchez y regalarle un empate a los viñamarinos. Un punto que es mejor que cero, pero que a todas luces es un duro golpe al anhelo de abandonar los últimos lugares de la tabla.

Orlando Gutiérrez

Defensa de Everton

Dalsasso: "Esto es una herencia"

Gustavo Dalsasso sabe que anoche Everton desperdició una gran oportunidad para terminar el torneo de una manera más tranquila y sin la pesadilla del descenso rondando durante toda la semana. "No es hora de buscar responsables, pero claramente lo que estamos viviendo es una herencia que se produce a partir de las derrotas que tuvimos en los primeros partidos del campeonato, en donde no logramos sumar puntos que hoy extrañamos", sentenció el portero y capitán de los viñamarinos.