El triunfo (3-0) conseguido la noche del domingo por Audax Italiano sobre Deportes Iquique dejó a Everton en zona de descenso directo. Por esa razón, los tres últimos partidos de los viñamarinos en el torneo de Clausura resultan vitales en su objetivo de mantener la categoría.
"El panorama es complejo", reconoce el presidente de los oro y cielo, Juan Pablo Salgado, pero de inmediato agrega que "todavía dependemos de nosotros para salvarnos, no hay que olvidar que nuestro último partido es contra Huachipato, y tenemos que ganar sí o sí".
Antes de eso, el conjunto de Nelson Acosta deberá afrontar dos exigentes pleitos en condición de local. El primero de ellos se juega este sábado (15:30 horas) frente a un Cobreloa que de la mano de Marcelo Trobianni viene invicto (un empate y tres victorias).
Luego será el turno de medirse en Playa Ancha contra Ñublense, que todavía mantiene chances de meterse en la liguilla de Copa Sudamericana.
PUNTOS DESPERDICIADOS
"Contra Audax deberíamos haber ganado, tal como ocurrió en los partidos frente a Iquique y la "U", pero mirar para atrás ahora ya no sirve de mucho", reflexiona Salgado, quien no solo culpa al mal arranque de campeonato que tuvieron de la mano de Omar Labruna.
"La irregularidad la hemos sufrido a lo largo de todo el campeonato", asume el timonel, añadiendo que "el torneo pasado que hicimos tampoco fue bueno, y eso nos está pasando la cuenta".
Y si bien el dirigente asume responsabilidades respecto del rendimiento mostrado por los refuerzos que se trajeron, indica que lo mejor es "realizar las evaluaciones al final de la competencia".
"Asumimos nuestros errores, pero tampoco hay que olvidar que en el primer campeonato que hicimos tras volver a Primera las cosas fueron muy buenas; terminamos sextos casi con el mismo plantel que tenemos hoy", complementa.
Sin embargo, cuando arrecian las críticas por el aporte de las incorporaciones, Salgado atina a decir que "los números están ahí y todos los conocen, pero insisto, prefiero analizar todo cuando termine el campeonato".
"Everton es una institución que no se merece esto", prosigue el timonel de los viñamarinos, aclarando que con Acosta han estudiado los distintos escenarios que se podrían vivir en este cierre de competencia.
El entrenador tiene contrato hasta el término del Clausura, pero desde su arribo se dijo que se si conseguía el objetivo de mantener al equipo en Primera la continuidad era automática.
"Con Nelson (Acosta) hemos conversado y llegado a algunos acuerdos, porque siempre hemos mantenido una excelente relación, pero los detalles de todo eso quedan en el ámbito de lo privado", puntualiza Salgado.
El regente no pierde las esperanzas y sabe que la distancia que hoy los tiene complicados es mucho menor que los nueve puntos que todavía quedan en disputa. El problema es que Everton ya suma tres fechas seguidas sin lograr una victoria.
Los negativos antecedentes
En el torneo del 2010, que terminó con el último descenso de Everton a Primera B, los viñamarinos solo superaron en la tabla anual a San Luis de Quillota (24), sumando un total de 34 puntos en la misma cantidad de compromisos (se jugó una competencia larga producto del terremoto de febrero). Los equipos que jugaron la Liguilla de Promoción en esa oportunidad fueron Santiago Morning (36) y la Universidad de Concepción (38). Hoy los pupilos del técnico Nelson Acosta llegan a los 30 positivos en 31 presentaciones, restando todavía por jugar nueve unidades.