El palacio de Auvers-sur-Oise, el pueblo donde en 1890 Vincent Van Gogh acabó con su vida de un disparo, alberga una exposición de arte urbano que revisa algunas de las obras más emblemáticas del genio holandés.
Creados por el artista parisino Arnaud Rabier, los lienzos, a mitad de camino entre el grafiti y el collage, "establecen un diálogo entre el trabajo de Van Gogh y el de otros maestros del impresionismo y el arte callejero", explica la directora del palacio, Marie-Cécile Tomasina.
Tomasina se encontró "por azar, en internet" con la obra de Rabier y al ver la influencia que el creador holandés ejercía sobre sus pinturas, decidió invitarle al homenaje que el Ayuntamiento de Auvers prepara para recordar el 125 aniversario de la muerte del pintor.
"La forma en la que Van Gogh entendía el arte, la forma en la que se apartaba de una representación objetiva de la realidad para dejar paso a los sentimientos, inspiró la obra de Nowart (pseudónimo por el que es conocido Rabier)", indica la responsable del palacio.
La muestra, "Del impresionismo al arte urbano", que podrá ser visitada hasta el 21 de septiembre, se compone de unas 40 obras, la mayoría de las cuales fueron creadas para la ocasión y una serie de vídeos y proyecciones que explican el proceso de creación de Nowart.
Se trata de uno de los proyectos que integra la ruta cultural con la que esta pequeña localidad, ubicada a 30 kilómetros al noroeste de París, a orillas del río Oise, conmemorará durante los próximos dos años el aniversario de la muerte del genio pelirrojo, de la que se cumplen 125 años en julio de 2015.