A poco más de una semana del devastador incendio que afectó a Valparaíso, los vecinos comienzan a ponerse de pie. Nueve días fueron suficientes para que los miles de voluntarios que llegaron con guantes, palas y mascarillas a las zonas afectadas, y que se sumaron al trabajo de los afectados, pudieran limpiar y retirar las toneladas de escombros y dar paso a terrenos limpios, donde ya comienzan a levantarse las primeras mediaguas y casas prefabricadas.

Nada es igual en el sector Las Torres del cerro Ramaditas. El lunes pasado se vivía desolación, tristeza y desesperanza. Algunos damnificados recién comenzaban a llegar al lugar donde habían vivido durante años, encontrando convertidas en cenizas sus viviendas. Ayer el escenario era distinto. Ya no había puntos calientes y los escombros, las latas calcinadas y las cocinas y refrigeradores retorcidos por el fuego ya no estaban.

En una semana, los miles de jóvenes que llegaron a colaborar en la reconstrucción de los cerros dañados permitieron retirar los escombros, limpiar los sitios, ayudar a los vecinos a delimitar sus terrenos y a reconstruir sus viviendas.

Sin embargo, mientras algunos ven con esperanza cómo su casa -donada por particulares- va adquiriendo forma y dentro de las próximas horas ya podrán dormir bajo techo, otros siguen pernoctando en carpas y con la incertidumbre de no saber cuándo llegará su vivienda de emergencia.

Es el caso de Katerine y Aníbal Salas, vecinos del sector Las Torres, quienes ayer compartían un café sentados en el cerro, sin saber cuándo recibirán una vivienda de emergencia o materiales de construcción.

Todos cuestionan el accionar de las autoridades, advirtiendo que nadie los ha ido a ver durante estos siete días.

"El alcalde estuvo en el cerro del frente y a los 10 minutos se fue, porque casi lo lincharon", comentó Aníbal, residente de Las Torres.

Consultados si han sido catastrados, precisan que en la junta de vecinos del sector tienen sus datos. "Ahora el dueño de casa anda en el Fosis por el bono que la Presidenta dijo que iban a dar, pero de la Municipalidad no ha venido nadie por estos lados", comentó Aníbal Salas.

de brazos cruzados

Agregó que llevan cuatro días sin poder hacer algo útil por la falta de materiales de construcción. "Tenemos el terreno limpio. No tienen de qué preocuparse de mano de obra. Aquí nosotros podemos armar las mediaguas o piezas que manden. Acá se ofrecen electricistas y gente capacitada para ayudar".

Por otra parte, Katerine criticó que las autoridades hayan rechazado la ayuda que venía del sur del país.

"Acá todos necesitamos principalmente casas. En el VTP tienen los paneles y aún no los distribuyen. Allá tienen las carretillas con elementos de construcción y no quieren dejar subir los vehículos".

Otra vecina manifestó su molestia e indicó que en el Parque Alejo Barrios tienen cientos de casas prefabricadas y todavía no las entregan.

Katerine comentó: "Estamos catastrados en la Junta de Vecinos, pero no sé qué ganan con tener un listado si la ayuda ni siquiera llega a los damnificados".

"Tampoco dejan subir a los particulares. Las mediaguas y casas que han llegado al sector son de particulares. No estamos pidiendo que nos regalen las cosas, solo que la autoridad facilite el acceso", expuso la mujer, quien luego reflexionó: "Cuánto tiempo vivimos acá y nos pudimos parar con lo poco que teníamos".

sin cocina

Frente a la llegada de alimentos, los vecinos se mostraron agradecidos por la ayuda recibida. Sin embargo, destacaron que no pueden cocinar porque carecen de cocinas para preparar el alimento.

"Ha llegado comida, pero dónde vamos a cocinar. Han regalado cocinas y todo eso, pero dónde lo instalamos si acá lo roban. Mientras no tengamos una casa no podemos instalar nuestras cosas", insistió Aníbal Salas.

"Dieron un millón de pesos para amoblar una casa, pero qué voy amoblar si estoy viviendo en una carpa", comentó Katerine, quien agregó: "Ese dinero deberían haberlo ocupado para materiales de construcción".

ausencia de voluntarios

En el sector Las Torres del cerro Ramaditas se observan todos los sitios cerrados con latas para demostrar propiedad del terreno y evitar de esa forma las tomas.

Ya no se ven voluntarios, solo quedan los residentes, quienes están -en su mayoría- viviendo en carpas en los mismos terrenos, rodeados de gran cantidad de cajas y bolsas con las donaciones de privados que han recibido.

También ya están levantadas las primeras viviendas, mientras otras son terminadas rápidamente por maestros calificados que han llegado a Valparaíso desde otras regiones del país.

A través de un canal de televisión, una familia de Melipilla se conmovió con el caso de una pequeña y envió una casa prefabricada que llegó el viernes.

Carolina Silva se mostró agradecida por toda la ayuda recibida durante estos días y coincidió en la ausencia de las autoridades.

"Gracias a Dios ha salido todo bien. Gracias a Dios la gente se ha portado un siete, tanto los estudiantes como constructores particulares. Los estudiantes, los niños de colegio llegaron acá, tomaron una pala, un chuzo y removieron escombros. Por lo menos, en este sector, se ha repuesto todo bien rápido y con tranquilidad".

Consultada sobre el apoyo de las autoridades, respondió: "Jamás vi una autoridad. Una vez vinieron con cámaras bien arreglados, pero jamás vi al alcalde con salida de cancha tomando un martillo o agarrando un escombro y caminando cerro abajo y que viniera por su voluntad, no porque tenía un compromiso con cámaras".

liderazgo

"Siento que hoy el liderazgo lo tiene la población, no el alcalde. Como población se organizan, tanto dirigentes vecinales como anexos al municipios".

Carolina Silva agradeció el trabajo realizado por Bomberos, las Fuerzas Armadas y Fuerzas Especiales de Carabineros que "nos resguardó y cuidó, pero no sentí el resguardo de la Municipalidad ni del alcalde".

Carolina mantiene en la parte posterior de su terreno gran cantidad de donaciones bajo techo. "Nos ha llegado mucha ropa y alimento, pero todo aporte voluntario. La gente se ha acercado con cosas. También llegó la barra de la "U" con muchas cosas. Estamos felices y más tranquilos".

maestros de santa cruz

Ayer, 10 maestros calificados de Santa Cruz llegaron hasta el cerro Ramaditas para ayudar a los vecinos a levantar sus viviendas.

Carlos Tobar contó que empezaron en la mañana con un muro de contención a un damnificado y supieron que había una familia que necesitaba terminar una casa. "La idea es poner las cerchas, dejarle techado y poner las ventanas".

"Somos un grupo de amigos que llegamos hoy (ayer), de madrugada. Les dije si me acompañaban hoy a Valparaíso y ninguno dijo que no", reveló Tobar.

Consultado sobre cuándo regresarán a la Sexta Región, advirtió que venían con otra intención, "pero vemos que no hay coordinación de las autoridades. No hay entrega de casas y nosotros no hacemos las fundaciones; nosotros veníamos a poner techo para dejar a la gente bajo de techo".

"Nosotros traíamos eléctricos calificados, gásfiter y carpinteros para dejar todas las instalaciones listas. Dejamos nuestros números de contacto a una encargada de la Gobernación. Ojalá nos avisen porque la intención es ayudar y que ellos sepan que cuentan con nosotros".

Otro afectado, José Domingo Vega, esperaba con paciencia la llegada de la vivienda a su lote ubicado en el sector Las Torres N° 30. "Soy jubilado y tengo que esperar nada más. No tengo los recursos para comprar en forma particular una vivienda", comentó.

Una situación diferente se veía ayer en SAAM, en el sector de Yolanda, área que se está utilizando como recinto de acopio. Rubén Ovalle, encargado de la Dirección de Obras de la Municipalidad de Valparaíso, sostuvo que faltaban voluntarios para la clasificación de alimentos.

"Sabíamos que iba a ser complicado el día lunes porque los chicos tenían que reanudar sus clases. Sabíamos que iba a disminuir, pero nunca pensamos que iba a disminuir tanto. Estamos trabajando con personal municipal y tengo entendido que en la tarde llega personal de la Armada".

Redoblan labor de prevención en salud

La seremi de Salud, María Graciela Astudillo, dijo que se han redoblado los esfuerzos por mantener alejados los riesgos sanitarios en los sectores afectados por el incendio de Valparaíso y también en los albergues que han acogido a los cientos de damnificados que dejó este siniestro. De la misma manera, informó que el trabajo de prevención ha sido fructífero, donde la vacunación contra posibles infecciones ha abarcado a gran parte de los voluntarios. "Se han colocado más de 25 mil vacunas antitetánicas, más de 6 mil vacunas antiinfluenza y vamos en 40 vacunas antineumocócicas de W135", indicó María Graciela Astudillo.

abril, 10 horas: la desolación y angustia se vivía en el sector Las Torres del cerro Ramaditas, arrasado horas antes por las llamas.

"Una familia de Melipilla se conmovió y nos envió una casa. De las autoridades no hemos recibido nada"

Carolina Silva Damnificada

"Sabíamos que iba a ser complicado el lunes, sabíamos que iba a disminuir en número de chicos, pero nunca pensamos que iba a disminuir tanto"

Rubén Ovalle Encargado de recinto de acopio

abril, 10 horas: el sector está sin escombros y delimitado para evitar "tomas". Ya se ven las primeras viviendas en construcción.