El reloj marcaba las 9:22 horas en el Complejo Juan Pinto Durán y Matías Fernández llegaba al recinto deportivo junto a Francisco Silva y Marcelo Díaz, los últimos jugadores en sumarse al plantel de la Selección Chilena como parte de la prenómina de cara al Mundial de Brasil.
Se sabía que para Fernández la jornada sería clave, puesto el volante de la Fiorentina arribaba al país con una supuesta rotura de ligamentos del tobillo derecho, ante lo cual el cuerpo médico del club italiano recomendaba que el formado en Colo Colo fuera sometido a una cirugía, la que de ocurrir dejaría a 'Mati' por lo menos 40 días sin jugar.
Una incertidumbre que duró poco, porque tras ser evaluado por los doctores de la Roja fue el mismo futbolista quien en conferencia de prensa confirmó que no participará del torneo en Brasil. Visiblemente dolido, asumió que 'no estoy en condiciones de jugar el Mundial. Me tengo que operar. En Italia me hice el examen que arrojó que me tenía que operar, tenía molestias, pero nunca pensé que así de grave', explicó el oriundo de La Calera.
Agregó que 'he tomado esta decisión de recuperarme. Me parece irresponsable no estar a un ciento por ciento, siendo que hay compañeros en óptimas condiciones'.
Matías Fernández también reveló que 'fue difícil, hasta el lunes no lo sabía. Me hicieron exámenes y me dijeron que tenía que operarme. Perderme un Mundial es muy difícil'.
Asimismo, comentó que 'siempre he tenido molestias, pero pensé que con tratamiento podría pasar... solo la operación me quitará el dolor'.
Al finalizar su breve conferencia, Fernández adelantó que será el hincha número uno del equipo y que apoyará en todo momento a sus compañeros.
Por su parte, el otro lesionado del plantel, Arturo Vidal, sigue proceso de recuperación con el cuerpo médico de la selección. El volante de la Juventus realiza trabajo kinésico junto al cubano José Amador y Fernando Bacci.
Matías Fernández abandonó las dependencias de Juan Pinto Durán a las 12.30 horas, dejando tras él una serie de dudas en la planificación futbolística de Jorge Sampaoli, especialmente en el medioterreno, donde el hombre de la Fiorentina se proyectaba como un posible enganche.
Sin el calerano en el plantel, y teniendo en cuenta que hasta ahora no habrá un nuevo reconvocado de los tres que fueron marginados (Esteban Paredes, Gustavo Canales y Enzo Andía), quien suma posibilidades de alcanzar un lugar en el Mundial de Brasil es el argentino nacionalizado chileno Pedro Pablo Hernández.
Aunque el jugador de O'Higgins no ha trabajado con normalidad estos días, ha ido evolucionando favorablemente de su lesión y claramente corre con ventaja para estar en la nómina definitiva de los 23.
Otro que también suma opciones es Rodrigo Millar, quien cumple una función mixta en la zona del mediocampo. Sin embargo, el volante del Atlas de México no ha logrado convencer en un ciento por ciento al estratega argentino.
Con este panorama, y de no existir un nuevo jugador que se integre a los trabajos de la Roja, solo quedan tres cupos por descartar, dos jugadores de campo y un arquero.
Por lo que se ha visto en las últimas semanas y lo que ha trascendido desde el búnker de la avenida Las Torres, el arquero que no iría a Brasil sería Paulo Garcés, y en los hombres de cancha la lucha sería entre José Rojas, Miiko Albornoz, José Pedro Fuenzalida, Rodrigo Millar y Pedro Pablo Hernández.
La situación que afectó a Matías Fernández es bastante similar a la que vivió Arturo Vidal, en el sentido que tanto la Fiorentina como la Juventus postergaron la operación de los seleccionados chilenos hasta que concluyera la participación de ambos en el Calcio.
Es así como el calerano jugó infiltrado varios duelos. En este contexto, los médicos de la Selección Chilena estaban al tanto de lo que sucedía con el volante, quien ingresó infiltrado (a los 56') en la final de la Copa Italia ante Napoli, el pasado 3 de mayo.
Tres días después, ante Sassuolo, actuó desde el minuto 86.
Luego de eso, los médicos del cuadro viola le dijeron que debía intervenirse y que, frente a tal escenario, enfrentaría un periodo mínimo de seis semanas de recuperación. Por lo anterior, el calerano optó por esperar y venir a Santiago para luchar por una posibilidad postrera de ser incluido en la delegación que irá al Mundial, la que finalmente no se dio.
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2006