Lecturas sobre un sueño
Bernardo Donoso
Miércoles 18 de junio de 2014, es uno de los estadios más grandes y simbólicos del mundo, en la tierra del tantas veces campeón, una generación de chilenos ha hecho historia. Todos lo sabemos, ha sido motivo de las conversaciones de grandes mayorías y de encuentros en los que nos une un mismo país y un himno cantado en tierras extrañas que hace palpitar tantos corazones. Romántico y patriotero podrán afirmar legítimamente quienes miran a la distancia con escepticismo este tipo de fenómenos. Sin embargo, ese grupo de jóvenes, bien guiados, han logrado dar un paso gigantesco, superando al equipo que había ganado la calidad de primero del mundo.
Decía uno de ellos: 'Tengo grandes sueños'. Sí, también se trata de eso, de un motor que mueve a la acción positiva, al progreso, a la superación y al logro. Son muchas las lecturas que se pueden hacer de estos sueños. Parte de las soluciones se encuentran en las respuestas de los jugadores de la selección, de su entrenador y del cuerpo técnico. También en la observación de una historia larga de fracasos, progresos y triunfos. Hay palabras que predominan y que emergen para estar arriba de la estrategia, la planificación y la táctica. Sin desmerecer a éstas, son contenidos que las hacen posibles. Sacrificio, en un sentido positivo y no doloroso, es mencionado con frecuencia y honor como factor de lo sucedido. Trabajo le acompaña, tal vez como sinónimo, en la fundamentación, elevándolo a la categoría de dignidad humana. Disciplina para cumplir las orientaciones, para cultivar su carácter y su cuerpo, para superar sus propias marca individuales; como una competencia consigo mismo. Hay en sus dichos el testimonio de renuncias al camino corto y al atajo, para engrandecer el valor del camino constante del deber.
Escuchando de sus sueños de niños, de llegar 'muy arriba' en algo que aman, se ve el motor inspirador, que de nada sirve si no va acompañado de sus afirmaciones anteriores. Cuentan de donde vienen y los caminos para llegar de sus pueblos y comunidades hasta el gran estadio del miércoles. No es la riqueza material, sino las habilidades innatas atadas al esfuerzo sin parar, junto a las oportunidades abiertas por quienes les vieron a tiempo para abrir la buena ruta. Merecen reconocimiento todos aquellos que fueron y los que hoy son mentores de este cambio que ha sido largo, como los que perduran. Paso a paso se hace lo que parece imposible. Veamos el buen mensaje que estas historias tienen para nuestra vida de cada día.