Alemania venció a Argentina y se convirtió en tetracampeón mundial
fútbol. En un partido no apto para cardiacos, la escuadra teutona se hizo fuerte en el alargue y Mario Götze se convirtió en el héroe de la jornada en el Maracaná.
En un partido lleno de emociones, Alemania derrotó a Argentina por 1-0 en la prórroga y se coronó como campeón del mundo por cuarta vez en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.
El primer tiempo comenzó con un ritmo vertiginoso para ambas selecciones, en donde Argentina buscó hacerse fuerte en el ataque por las bandas. Es más, fueron precisamente los sudamericanos quienes tuvieron las chances más claras de gol comenzando el pleito.
Primero al minuto 4', cuando Ezequiel Lavezzi salió rápido de contragolpe complicando a la defensa alemana, se creó el espacio y cedió para Gonzalo Higuaín, que con un remate cruzado asustó la portería protegida por Manuel Neuer y después a los 8', cuando Lionel Messi encaró a Mats Hummels superándolo en velocidad, la 'Pulga' llegó a línea de fondo y sacó un centro hacia el corazón del área, pero la defensa alemana estuvo atenta para rechazar.
Por su parte, Alemania intentó responder los arrebatos argentinos desbordando por las bandas y tirando centros para su goleador, Miroslav Klose. Fue así como al minuto 12' Philip Lahm sacó un centro desde la derecha buscando la cabeza del atacante alemán, pero que no causó mayores inconvenientes para los defensores de la albiceleste.
A medida que avanzaban los minutos, Argentina seguía apostando a la velocidad de sus delanteros como su principal arma de ataque. Fue así como al minuto 20' un terrible error en el fondo alemán dejó solo a Gonzalo Higuaín frente a Manuel Neuer, pero el delantero argentino no estuvo fino en la definición y se perdió la opción más clara de la primera mitad. Pero el 'Pipita' seguiría complicando a la defensa alemana cuando a los 30' recibió un centro desde la derecha de Lavezzi que empalmó de primera con su pierna zurda para abrir la cuenta para los argentinos, pero la jugada se anuló por fuera de juego.
Así como Argentina apostaba a la velocidad de sus jugadores, Alemania jugaba sus fichas al juego asociado de sus mediocampistas, y aunque si bien los trasandinos se vieron mejor posicionados al comienzo del partido, fueron los alemanes quienes terminaron protagonizando las oportunidades más claras de gol. Es más, los teutones pudieron irse con ventaja al descanso cuando tras un centro de Toni Kroos desde la izquierda, Benedikt Howedes se elevó por encima de la defensa argentina e impactó un cabezazo que se estrelló en el poste. Finalmente, todo se anuló por posición adelantada de Thomas Müller.
La segunda mitad comenzó con la inclusión de Sergio Agüero en la ofensiva trasandina, quién entró al partido con la misión de arrastrar marcas y crear los espacios necesarios para la habilidad de Messi. Con la Argentina jugada en ataque, los alemanes siguieron apostando a los desbordes por las bandas y tirando centros al corazón del área trasandina. Fue así como a los 59', el incansable Philip Lahm desbordó por la banda derecha, centró al área buscando a Miroslav Klose, el goleador metió un fuerte cabezazo que fue controlado por un impecable, Sergio Romero.
Sin poder abrir el marcador en los 90 minutos, ambas selecciones debieron irse a tiempo extra.
La prórroga mostró a dos selecciones desgastadas en lo físico, lo que hacía presagiar que el partido se definiría con una brillantez personal de alguna figura. Siguiendo esta línea, Argentina rozó la gloria a los 10' minutos del primer tiempo de alargue, cuando un error en la defensa alemana dejó totalmente solo a Rodrigo Palacio frente a Manuel Neuer. El delantero intentó hacerle un sombrerito al arquero alemán, pero su remate se fue desviado, en lo que significó la acción más clara para los argentinos.
Tantas oportunidades desaprovechadas finalmente le pasarían la cuenta al equipo de Alejandro Sabella, pues a los 8' del segundo tiempo de alargue, André Schurrle desbordó de gran manera por la banda izquierda, centró para Mario Götze que controló con el pecho y remató cruzado abriendo la cuenta para Alemania y desatando la algarabía del cuadro teutón, que con este tanto se convirtió en el nuevo campeón del mundo.
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