El conflicto que nunca se trasladó al campo de juego
básquetbol. Por muchos años los equipos de Israelita Macabi y Unión Árabe compitieron en el torneo de Valparaíso, sin producirse ningún inconveniente.
El campeonato de básquetbol que se realiza en Valparaíso desde 1922 ha sido testigo de rivalidades históricas, sobre todo por parte de los equipos que representan a las diferentes colonias que arribaron y echaron raíces en el Puerto.
Pero quizás la más llamativa sea la que protagonizaron por décadas los elencos de Israelita Macabi y Unión Árabe. Una disputa que hoy revive a propósito del nuevo conflicto bélico entre Israel y Palestina en la Franja de Gaza.
Sin embargo, la frontera del deporte nunca fue sobrepasada y hasta que el equipo de la comunidad judía decidió trasladarse a Viña del Mar, a fines de la década del 60, la relación entre ambas instituciones siempre fue de respeto y tolerancia.
'Se determinó cambiarse a jugar en Viña en la época en que se estaba remodelando la avenida España y a nuestros jugadores se les hacía muy complicado llegar a jugar a Valparaíso, perdíamos por no presentación muchos partidos', relata el presidente histórico de Israelita, Juan Vergara Marambio.
El dirigente agrega que con los árabes nunca tuvieron problemas y cuenta que la única vez que la asociación cestera porteña decidió suspender los partidos programados entre ambos equipos fue cuando se desató la primera guerra entre estos pueblos, en 1948.
'Nunca tuvimos problemas con ellos, al contrario, siempre hemos tenido una relación bastante amistosa. Incluso algunas personas de nuestra comunidad han tenido negocios con gente de raíces árabes', complementa Vergara, aportando un dato por muchos desconocido ocurrido a mediados de los '50.
'Con los que sí una vez tuvimos una gresca de proporciones en Valparaíso fue con el equipo de Español (Unión Española), una batalla campal que duró fácil tres o cuatro horas en tiempos en que el Fortín Prat no era un gimnasio techado...incluso llegaron los carabineros a controlar la situación y me acuerdo que repartían golpes con la vaina de sus sables para detener a la gente que peleaba', relata el timonel de Israelita, presente en el recinto debido a que militaba en la serie juvenil del equipo.
La disputa, en todo caso, no tuvo como origen insultos antisemitas. 'Cuando estaba partiendo el compromiso, en el primer salto para disputar el balón, el jugador de Español que era uno de los hermanos Iriarte al parecer le pegó un codazo a nuestro pívot de apellido Barrera, quien contestó de inmediato con una cachetada...ahí fue que se armó todo', apunta Vergara.
Reiterando que con los verdes de calle Colón jamás tuvieron grandes diferencias, el directivo israelita se cuestiona que hoy se hayan radicalizado las posturas y que incluso en Chile se esté tomando partido sobre el conflicto bélico en Gaza.
'En Chile los palestinos son casi todos católicos, y Hamas, la organización contra la que lucha Israel es musulmana y radical, me extraña tanta efervescencia, porque al menos en nuestro país siempre nos hemos llevado bien...acá nadie quiere que muera gente ni se justifica la violencia', agrega.
En tanto, Miguel Zahr, quien por años estuvo al mando de la rama cestera de Unión Árabe, confirma que no existen antecedentes de peleas o problemas con sus pares judíos. Es más, dice que en varias ocasiones se han intercambiado jugadores.
'Había una rivalidad deportiva, los partidos contra ellos eran clásicos, pero eso no significa que se trajera al deporte un conflicto de otra índole que no correspondía, siempre hubo mucho respeto y jamás se mezclaron las cosas', señala el directivo de origen sirio, gestor del homenaje que se hizo en la previa al primer partido entre Árabe y la UC por la Libcentro en el Fortín Prat por las víctimas en Gaza.
'Cuando uno solicita un minuto de silencio lo hace principalmente por las víctimas inocentes que siempre hay en este tipo de conflictos', aclara.
Zarh también tiene amigos judíos y por eso está seguro que si la solución a los problemas 'dependiera de la gente que estamos acá en Chile, posiblemente hace rato que ya se habrían solucionado'.