Después de medio siglo de conflicto armado en Colombia, militares y guerrilleros se integraron ayer por primera vez a una comisión que preparará el cese del fuego y el desarme de la guerrilla, en una etapa decisiva de las negociaciones de paz de La Habana.
'Hemos entrado en momentos decisorios en el proceso. Hay posibilidades serias de terminar el conflicto', declaró el jefe negociador del gobierno, el exvicepresidente colombiano Humberto de la Calle, tras la constitución de este equipo técnico.
'Es de un valor inobjetable que por primera (...) representantes activos de las fuerzas armadas de las partes, de las Fuerzas Militares del Estado que combatimos y de las FARC, se sienten en igualdad de condiciones a iniciar las discusiones' sobre el fin del conflicto, dijo el jefe negociador de las FARC, Iván Márquez.
El jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares de Colombia, general Javier Flórez, es el oficial de mayor rango de los 10 representantes del gobierno en esta 'subcomisión', que explorará las vías para un cese del fuego 'bilateral y definitivo' con las FARC (comunistas), la mayor guerrilla de ese país.
'paso histórico'
Las FARC no revelaron los nombres de sus 10 comisionados en este equipo, pero uno de ellos es el comandante Pablo Catatumbo, quien era jefe de su Bloque Occidental antes de integrarse a las negociaciones de La Habana.
El presidente Juan Manuel Santos calificó como un 'paso histórico' la incorporación de militares en servicio activo al proceso de paz, iniciado en noviembre de 2012, que busca acabar un conflicto de medio siglo que ha dejado 220.000 muertos y más de cinco millones de desplazados.
Además del general Flórez, el gobierno designó a dos coroneles del Ejército, Vicente Sarmiento Vargas y Saúl Rojas Huertas, y al capitán de fragata Omar Cortés Reyes.
Los otros integrantes son un teniente coronel de la Policía, un mayor de la Fuerza Aérea, una teniente de navío de la Marina y tres funcionarios civiles: uno del Ministerio de Defensa y dos de la oficina del Comisionado de Paz.
Los uniformados en servicio activo estarán bajo la supervisión de dos generales retirados, Jorge Mora (Ejército) y Oscar Naranjo (Policía), quienes son 'plenipotenciarios' del gobierno desde el inicio de las negociaciones de paz.