Jóvenes y abuelos se la juegan por mantener las tradiciones
chilenidad. Con el fin de perpetuar la identidad nacional, clubes de cueca porteños celebraron el Día del Huaso.
Pareciera ser un desafío cada vez más difícil de lograr, la influencia de una cultura global hace que los jóvenes se alejen, a veces a pasos agigantados, de las tradiciones populares chilenas. Pero no está todo perdido, y es en septiembre cuando ese patriotismo que el resto del año parece dormido en las grandes ciudades, brota con tanta fuerza que el apasionado zapateo de las cuecas es ensordecedor y demuestra que las nuevas generaciones están participando y manteniendo viva la cultura nacional.
Y así quedó demostrado este domingo, cuando en Valparaíso los clubes de cueca locales se reunieron para celebrar el Día del Huaso. Personas de todas las edades, pero en su mayoría niños y jóvenes, desfilaron al ritmo de las cuecas y tonadas, desde el frontis del municipio porteño, en calle Condell, hasta el Parque Italia, donde participaron de una misa a la chilena.
'Para mí es importante mantener la cultura en Chile, y que los jóvenes se integren a la cueca porque es algo nuestro y es hermoso. Y no tan solo la cueca, sino también todos los bailes que hay en todo Chile', comentó Cristhian Varas, de 19 años, que desfiló junto a su club 'Luis Bahamonde Alvear'.
El joven huaso proviene de una familia que ha estado siempre relacionada al folklore, de ahí su pasión por las espuelas y el pañuelo. 'Desde chico me gustaba la cueca, mis tías fueron las que me la inculcaron y yo he bailado gracias a ellas. Mis padres bailan, pero entre nosotros, con la familia, pero mis tías pertenecen al grupo folclórico de la Universidad Valparaíso, y ellas me metieron el tema de la cueca y yo me apasioné', dijo Varas .
Entre todas las chinas y huasos que bailaron varios pies de cueca en el trayecto con sus mejores trajes y música en vivo, los más pequeños eran los que más atraían la atención de los transeúntes. Uno de ellos era Amaro Astudillo, que con apenas ocho años, desde hace tres ya es un experto con su manta y sombrero.
'Me gusta participar porque bailamos mucho y aprendemos de la cueca. Yo le pedí a mis papás que me metieran porque yo quería bailar cueca y me gustaría que más gente bailara y participara', señaló el representante del club 'Afoval'.
Otros que destacaron entre las cientos de personas que festejaron al hombre típico chileno, fueron los miembros del club de cueca del adulto mayor 'Valparaíso de mis recuerdos', donde su presidenta, Blanca Bravo, además de mencionar que, sin importar los años, siguen bailando a diario, recalcó la importancia de mantener las tradiciones nacionales.
'Amo la cueca, amo el folclore y mi Chile. Desde siempre lo he llevado en el corazón. Lo más lindo es incentivar a los niños, para que no muera el folklore, es lo más bonito que tenemos en nuestro 'chilito'. Pero hay que recordar nuestro folclore siempre, que no se olvide', concluyó.