La nueva realidad de los inmigrantes
Se ha sostenido, con sólidos fundamentos, que el desarrollo de nuestro país, y particularmente de nuestra zona, se debe en gran parte al aporte de los inmigrantes que comenzaron a llegar en forma masiva en los albores de nuestra independencia, influyendo positivamente en el desarrollo del comercio internacional, nuevas tecnologías y costumbres de vida.
La huella de los inmigrantes en la ciudad puerto, capital regional, es innegable y muchas instituciones, costumbres y formas de encarar el desarrollo comercial e industrial, tienen origen en sus aportes.
Hoy el país está viviendo una nueva inmigración, proveniente de nuestro propio continente como también de países europeos, atraídos por la tradicional acogida fraternal a quienes llegan hasta estas tierras. La provincia de Valparaíso registra un promedio de 2.500 personas anuales que solicitan visa para radicarse en la zona, provenientes de Estados Unidos, Colombia, Perú, Argentina, España, Bolivia, Brasil, Ecuador y de otras naciones, impulsados por el sistema de vida, de gran calidad, y por ciertas ventajas comparativas, como la seguridad y la educación, bienes que no siempre nosotros mismos apreciamos.
Un reportaje de nuestro Diario nos entrega testimonios de la nueva oleada inmigratoria que se ha estado registrando en Chile en las últimas décadas, sobre todo desde los países limítrofes como también de otros de sudamericanos y norteamericanos y europeos, que han encontrado en nuestro país oportunidades de desarrollo profesional y laboral, como asimismo de condiciones de vida en un entorno muy favorable para sus aspiraciones de vida y desarrollo personal.
Chile se ha caracterizado por ser una nación abierta, y con políticas receptivas para quienes llegan con la idea de desarrollar proyectos de vida y para aportar con su esfuerzo al desarrollo, de su nuevo terruño.
Y en este sentido, las autoridades, entre ellos los gobernadores provinciales de Valparaíso, Omar Jara, de Quillota César Barra y de San Antonio, Graciela Salazar, tienen una mirada positiva, aunque están conscientes de que se producirán fenómenos de interculturalidad, y periodos de adaptación, aunque por regla reconocen que en general los inmigrantes son acogidos sin discriminación alguna.
De esta manera, la región comienza a cimentar nuevos aspectos culturales y de relaciones que sin duda beneficiarán su desarollo futuro.