La comuna capitalina de Providencia vive en estos días un proceso encaminado a modificar el plan regulador en siete barrios de ese sector. La definición sobre las modificaciones, que dicen relación, entre otras materias, con la limitación de la edificación en altura en esos puntos, será tomada por el Concejo Municipal en una sesión que debe tener lugar el 21 del próximo mes.
Este tema, que podría ser considerado como lejano para gran parte del país, tiene características que llaman a ser imitadas.
La propuesta modificatoria es fruto de 24 solicitudes avaladas con la firma de más de 3.600 vecinos. Considerando esos planteamientos, tanto los vecinos como técnicos de la Municipalidad han elaborado una propuesta, que en un documento simplificado, se ha hecho llegar a los domicilios de los interesados, junto a una consulta sobre el tema.
El plazo para responder vence el 30 de este mes y con esa información los ediles adoptarán la decisión sobre la materia.
Entretanto, y dada la trascendencia de las modificaciones en la normativa proyectada, se ha dispuesto congelar la entrega de nuevos permisos de edificación.
Esta modalidad de trabajo, formulación de una propuesta reguladora a partir de presentaciones vecinales y consulta directa a los interesados, es una forma de participación ciudadana real en una materia tan trascendental como es el desarrollo de la ciudad, del barrio, de la calle en que viven las personas y sus familias.
La democracia no se agota en las elecciones de Presidente de la República, parlamentarios, consejeros regionales, alcaldes o concejales. También se puede ejercer en consultas y participación sobre materias locales relativas a la vida diaria de las personas en sus barrios y ciudades.
En nuestras ciudades, donde el conflicto urbano se hace presente en forma reiterada, este es un mecanismo que puede ser replicado.
Con perfeccionamientos por la vía legal, su aplicación en forma expedita aseguraría que los resultados de propuestas y consultas representen el efectivo sentir de la comunidad.