El desafío de recuperar el waterpolo para Valparaíso
deporte. El técnico Rodrigo Velásquez habla de los desafíos al frente del DPA y de la Selección Chilena que se alista para el Sudamericano de Mar del Plata.
El desafío de Rodrigo Velásquez es grande. Sin saberlo, el entrenador del equipo de waterpolo del Deportivo Playa Ancha que participa en la Liga Centro se ha transformado en el rostro de la esperanza que tiene la disciplina por retomar sus mejores años en Valparaíso.
Y es que gracias a sus buenos resultados deportivos, Velásquez es también el DT de la Selección Chilena que se prepara para participar próximamente en el Sudamericano de Mar del Plata, a disputarse entre el 7 y 12 de octubre.
Las dificultades para levantar el deporte no son pocas y hablan, desde la ausencia de piscinas para entrenar (pueden sólo usar la alberca de la Escuela Naval los días sábados) hasta el centralismo de los jueces en los duelos de la Liga Nacional y que han perjudicado al DPA en la competencia.
'Requerimos de una piscina de 30 por 20 metros para jugar. Para entrenar podemos hacerlo en una más pequeña, pero sin poder disparar al arco, como la del mismo DPA o la del Polideportivo en Playa Ancha, la que además, es tan baja que los jugadores tienden a pararse... sólo contamos con la de la Escuela Naval, pero los mismos sábados en que jugamos por la Liga, por lo que en muchas ocasiones llegamos a los partidos oficiales sin haber tirado a portería en toda la semana', relata con evidente resignación Velásquez, explicando que todo ello obliga a que muchas veces sus jugadores se limiten sólo a nadar, más que a jugar waterpolo, lo que 'desmotiva porque ellos son waterpolistas y no nadadores'.
De todas formas, el entrenador reconoce que 'existe una luz al final del túnel', mostrándose confiado en la gestión de Fresia Martínez, presidenta de la rama de waterpolo en el DPA, la que califica como 'muy productiva'.
'Se han podido mantener todas las categorías funcionando y existe un proyecto para ampliar la piscina, lo que sería clave en la búsqueda de emparejar lo que se hace en Santiago', sostiene, aunque aclara que hoy el nivel es bastante similar a los poderosos Italiano y Nacional, recordando que en el último torneo resultaron segundos, tras los de colonia.
'Los tres son muy parejos y cualquiera puede ganar', insiste el técnico, aunque sí lamenta que en varias ocasiones se han visto perjudicados por arbitrajes abiertamente centralistas.
'Los equipos de la capital tienen una buena cantidad de jugadores por lo que quienes no son parte de los equipos se dedican al arbitraje y cuando tú presencias un partido te das cuenta que hay errores con mucha intención...la verdad es que la mano está cargada y así es difícil ser campeones'.
La relación entre Rodrigo Velásquez y las distintas selecciones chilenas se remonta al 2007 con un combinado juvenil. Tras ello, en los últimos meses retomó su trabajo, esta vez con la adulta masculina que se prepara para el próximo Sudamericano de Mar del Plata.
Un combinado que solamente cuenta con un jugador del Deportivo Playa Ancha, luego que Rodrigo Hernández no pudiera compatibilizar sus estudios con la ida al campeonato, quedando sólo el porteño Diego Velásquez, hijo del entrenador.
Con una sonrisa en el rostro, el DT advierte que 'nada tiene que ver que sea hijo mío', explicando que 'tiene los méritos para estar en la selección, pero pese a sus problemas con el tema de los estudios debió aceptar un par de presiones para que acompañara al equipo'.
¿Las expectativas para el Sudamericano? Velásquez es sincero y asume que al ir ocho selecciones las opciones nacionales están en pelear por el quinto puesto.
'Pelear con Perú, Ecuador y Uruguay el quinto puesto de cara al Panamericano', explica, reconociendo que Brasil y Argentina son potencias que están muy lejos de la realidad chilena.
Como jugador, Rodrigo Velásquez fue seleccionado chileno, participando en cinco sudamericanos adultos y uno juvenil.
En el año 1992 se tituló campeón nacional con el combinado de Arica, ciudad a la que había llegado unas temporadas antes por razones familiares.
Sin embargo, su vuelta a Valparaíso se produjo en el '93 y de allí en adelante se consolidó su relación con los equipos del puerto tanto dentro como fuera de la piscina.
'En Arica mi padre me estimuló a practicar el waterpolo. Quien practique este deporte sabe que, por ejemplo, en enero, durante las vacaciones, hay que entrenar con todo... acá hay mucho sacrificio', concluyó.
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