Apagando las velitas y cantando 'Cumpleaños feliz', el Museo Artequin de Viña del Mar celebró ayer su sexto año de existencia en una ceremonia encabezada por la presidenta del directorio, la alcaldesa Virginia Reginato, y que también incluyó la entonación de rancheras y premiación a todos quienes han colaborado -desde la pedagogía a los medios de comunicación- para que el recinto se transforme en un polo importante de la actividad cultural y de entretención a nivel comunal y regional, tal como lo demuestran las cifras al sumar más de 180 mil visitantes desde su inauguración.
Y si bien durante estos seis años se han hecho importantes avances que, incluso, han sido reconocidos a nivel internacional por la Unesco e Ibermuseos, y nacional con el sello de calidad del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, todavía quedan tareas pendientes. 'A nivel teórico, las instituciones culturales tienen que llegar en cinco años a una meseta de crecimiento a nivel económico, estadístico, de audiencia y medición de servicios; y nosotros llegamos a esa. Ya cumplimos una serie de requisitos que ahora tenemos que empezar a pulir', comenta Macarena Ruiz, directora ejecutiva del museo.
Desde esta perspectiva, explica, tienen varios objetivos en carpeta entre los que se encuentran mejorar la calidad de las exposiciones; ser más innovadores en los servicios que prestan, especialmente en cuanto a las visitas; y modernizar la infraestructura, por ejemplo, en el tema de la iluminación de la sala de exhibición de las reproducciones, las cuales también podrían doblar su cantidad y llegar a las 200.
'La idea es mejorar en calidad de los conocimientos y de algunos servicios que nosotros sabemos que todavía podemos enriquecer. Por ejemplo, algo que todavía no está en proyecto, pero que lo tenemos pensado a futuro, es tener un anfiteatro que sirva para atraer a la gente y una cafetería, que es algo que nosotros tenemos súper pendiente', comenta Ruiz.
A esto se suma 'ir innovando en la metodología en sí', sostiene, detallando que 'nuestro museo no es algo que uno va, entre y pase. Hay algo que yo tengo que generar para que no te olvides de la experiencia y quieras volver', sobre todo considerando que 'hay personas que ya ha venido tres veces, o algunas que tiene más experiencia en este tema, o alguien que sea muy inquieto. Entonces, tenemos que estar siempre pensando en cómo lo hacemos y en eso es lo que ahora andamos'.
Otro tema que también considera relevante en trabajar más en mejorar el acceso de los niños al museo. 'No puede ser -manifiesta- que el bus sea lo que te frene venir para acá, porque arrendarlo cuesta $100.000 y es imposible pagarlo'. Y aunque ve compleja la idea de tener un medio de transporte propio, 'sería maravilloso tener proyectos con empresas o postular a fondos públicos para que podamos traer a los niños'.
Por el momento, eso sí, siguen apostando por llevar el arte y la cultura a otras zonas de la región, como Quintero, Limache, Los Andes, Panquehue y El Tabo, por nombrar algunas. 'El museo está aquí, pero nosotros tenemos que tener extensión a lugares que es muy difícil que accedan a acá', dice la directora, explicando el tema de la itinerancia que este año, al igual que el anterior, abarcará un total de 14 comunas donde se llevará la muestra 'Rugendas y Lira y breve historia de la pintura chilena'.
Sin embargo, la idea es abarcar más comunas. Por lo mismo, están armando un proyecto para postularlo a los fondos del CNCA para concretarlo.
Otro de los sueños a futuro es arreglar la locomotora que está a la entrada del Parque Potrerillos de la Quinta Vergara, donde se emplaza el Museo. 'Nosotros trabajamos en el tema patrimonial y tenemos esa locomotora patrimonial botada ahí. En eso estamos al debe', afirma.
Entre los proyectos más inmediatos hay dos que tienen relación con la literatura. Uno de ellos es mejorar el nuevo espacio de lectura para que no sea 'estático. Ese libro no puede estar bonito ahí, tiene que salir y estar en la casa de los niños', precisa Macarena Ruiz, explicando que están desarrollando la idea de hacerlo a través de un sistema de trueque.
A esto se suma una nueva edición de la Primera Feria del Libro Infantil y Juvenil de Viña del Mar 'Había una vez en el parque', que se realizó en diciembre de 2013. 'Este año no la vamos poder a hacer, pero el 2015 de todas maneras queremos hacerla porque fue un súper éxito. Yo siento que fue un aporte', comenta.