Las juntas de vigilancia de las cuatro secciones del río Aconcagua, que agrupan a los usuarios de la cuenca desde la cordillera al mar, acordaron unir sus esfuerzos para iniciar en estos días una campaña de concientización en la población sobre la grave escasez que afecta a la zona producto de cinco años consecutivos de sequía, y al mismo tiempo para presionar a las autoridades a objeto de eliminar las trabas burocráticas que perjudica la labor de regantes y de sistemas de agua potable, más aún en tiempo de crisis por escasez hídrica.
Un ejemplo de dichas trabas burocráticas lo constituye, a juicio de directivos de las dos primeras secciones del río Aconcagua, en la inutilidad de la batería de pozos profundos construidos para paliar el déficit, que no han podido funcionar debido a que Contraloría aún no toma razón del último decreto de escasez hídrica lo que impide a su vez una licitación para el funcionamiento.
Así lo señaló a "El Mercurio de Valparaíso" el presidente de la junta de vigilancia de la Primera Sección (Provincia de Los Andes), Javier Crasemann, quien destacó que este verano la Región de Valparaíso vivirá una suerte de terremoto seco por los estragos que originará la falta de agua, que a su juicio ni siquiera es comparable con la sequía del año 68, pues hoy la población es mayor.
"El acuerdo (de las secciones) ha estado siempre, pero la gravedad de la sequía que estamos enfrentando gatilla acciones más concretas. Las reservas de nieves son del orden de un 35% inferiores a las del año pasado, y el año pasado ya fue un año sumamente complicado para al tema riego", sostuvo Crasemann.
Menos burocracia
"Lamentablemente el sector público es el más lento en reaccionar. El 1 de octubre se acordó echar a andar los pozos (en la cuenca) y hasta la fecha no se ha podido porque un procedimiento burocrático demora mucho. Entonces van a coincidir la puesta en marcha con el alza del caudal producto de los deshielos, y al final es medio contraproducente porque se necesitaban durante octubre y en enero puntualmente. Tienen que mandar informe a la Contraloría, hacer una licitación para ver quién lo va a operar, y todo eso no lo pueden hacer si no se declara la zona de escasez. O sea todo un protocolo que no se condice con la velocidad con que deben ser tomadas las decisiones", puntualizó el presidente de la Primera Sección.
Algo que es compartido plenamente por Mauricio Hargous, presidente de la Junta de Vigilancia de la Segunda Sección (provincia de San Felipe). "Lo que estamos trabajando las cuatro secciones es en un criterio común a pesar que cada una tiene requerimientos particulares. Y es un plan acordado hace varios años ya, pero no hemos avanzado un ápice porque cada vez que nosotros nos ponemos con los estudios y avanzamos en los acuerdos, las autoridades entre trámites, se van complicando", dijo Hargous.
"Hoy tenemos hace 60 días -prosiguió Hargous- el decreto de escasez hídrica con el que pueden hacer a andar los pozos de Curimón, Panquehue y Llay Llay, y que es en beneficio de las cuatro secciones incluida el agua potable de Valparaíso y Viña, pero hasta el día de hoy la autoridad ni siquiera ha llamado a licitación para la explotación de esos pozos".
"Hasta el día de hoy la autoridad ni siquiera ha llamado a licitación para la explotación de esos pozos"