Con hermosos ramos de flores y adornos, miles de personas llegaron ayer hasta los diversos cementerios de la zona para visitar a sus seres queridos en el Día de Todos los Santos. A diferencia de otros años, el fin de semana largo permitió que la presencia en cada camposanto fuera dosificada, con una afluencia irregular que inició el jueves pasado y concluirá hoy con la festividad del Día de los Fieles Difuntos, fecha en que la Iglesia Católica conmemora la convicción cristiana de la resurrección de los muertos.

Desde temprano y pese a ciertas complicaciones de movilidad, en algunos casos, los deudos visitaron a sus padres, cónyuges, hijos y familiares; como Lidia Anchil (74) quien después de 33 años de estar casada perdió a su pareja.

'Me encanta arreglar su sepultura, siento que así estoy más cerca de él. Siempre llego temprano y estoy prácticamente todo el día; limpiando, removiendo la tierra, sacando las flores secas y maleza para luego adornar con flores frescas. Nosotros no tuvimos hijos, éramos solitos, por eso vengo en su aniversario de muerte desde hace dos años, cumpleaños y cuando lo extraño demasiado', indicó Lidia en el cementerio Santa Inés de Viña del Mar.

Para Ema Donoso (74), visitar a los deudos es más que una tradición, pese a usar muletas se las arregla para asistir con sus hijos a visitar al hombre que la acompañó por 53 años, quien falleció de un cáncer terminal.

'Nosotros viajamos de Reñaca Alto para visitar a mi marido y otros familiares, venimos siempre, pero sobre todo en esta fecha tan linda y le traemos flores de nuestra propia casa', señaló.

En algunos cementerios, como el Parque del Mar de Concón, las familias aprovechan la ocasión para sentirse más cerca de sus seres queridos; además de llevarles flores, rezan alguna oración por su descanso eterno. Tal es el caso de Lenis Cuevas (35) para quien la fecha significa un recogimiento personal.

'Vengo siempre a ver a varios familiares, no solo en esta fecha, para mí es un tema de recogimiento, un tiempo que me doy para conversar con ellos y así a veces sobrellevar un poco la soledad', consignó.

Respecto a la afluencia, el administrador de Santa Inés, Rodrigo Macuada, estima que llegarán cerca de 45 mil personas al camposanto viñamarino que recibió a gran cantidad de gente el viernes pasado, ya que muchas personas se adelantaron buscando evitar los atochamientos.

'Lo bueno es que las visitas se han repartido en los días. El viernes fue impresionante la cantidad de gente que llegó, hoy (ayer) igual han llegado miles de personas, pero el alto flujo de gente empieza recién a las 10.30 y no a las 08.00 como era antes', explicó Macuada.

Para otorgar mayor seguridad y comodidad a los deudos, el camposanto contó con el despliegue de 19 guardias apoyados por Carabineros, 20 funcionarios del recinto y el soporte de la Defensa Civil y Cruz Roja. Además de camiones aljibes de la Municipalidad para distribuir agua y alrededor de 300 surtidores para refrescarse y limpiar los sepulcros.

Buscando ofrecer un servicio para las familias que desean que las lápidas de sus seres queridos siempre estén impecables; Cristian Tamayo decidió emprender una iniciativa y desde hace siete años trabaja en el Parque del Mar, si bien lo hace de manera particular y sin la autorización de la administración del recinto, el hombre de 42 años llegó a la zona para dedicarse al cuidado y mantención de sepulturas. Con pintura para retocar las letras, y betún para sacar brillo a las lápidas, Tamayo ha sacado adelante a su familia con quienes comparte la labor por la que le cobra a cada cliente 6 mil pesos mensuales.